Cuando adquirimos un nuevo teléfono móvil tratamos de protegerlo al máximo posible en todos los sentidos. Uno de los aspectos a los que más cuidado se le suele dedicar es la batería, pues de ella depende que podamos utilizar el dispositivo durante horas sin parar.
Los problemas que suelen ocurrir relacionados con este componente son muy variados y pueden generar verdaderos quebraderos de cabeza en el usuario, ya que nadie quiere que la duración del smartphone encendido sea de unas pocas horas.
Esto lleva a los usuarios a tomar todas las precauciones posibles, como no dejar el móvil cargando por la noche. Sin embargo, esto es más bien un mito que se ha extendido con el paso de los años, el cual anteriormente sí que era cierto, pero con el avance de la tecnología es una cuestión de la que no hay que preocuparse.
Baterías inteligentes
Son muchos los que tienen miedo de cargar su terminal por la noche debido a varios motivos. Principalmente, por dañar la pila de su interior, aunque también por la posibilidad de que esta se sobrecargue y acabe ardiendo en llamas, aunque existe una forma para comprobar la temperatura de la batería. Ojo, esto podría ocurrir en el caso de que el enchufe sea defectuoso.
Aun así, estas situaciones se encuentran bastante lejos de la realidad hoy en día. Los fabricantes buscan nuevas formas de mejorar sus productos y la batería es una parte fundamental de ellos. Es por ello por lo que prácticamente todos los móviles que puedes hallar en la actualidad están preparados para disminuir su potencia de carga cuando alcanzan el 80% de energía. Asimismo, esta se detendrá cuando se complete al 100%, interrumpiéndose el proceso de carga.
Carga sin problemas
Esto significa que puedes cargar tu teléfono sin problema sin que esto cree problemas en la batería del dispositivo. La llegada de las baterías de litio supuso el fin de esta problemática, pero si tu móvil tiene varios años a sus espaldas te recomendamos que compruebes si trae equipada una de estas pilas, pues e lo contrario sí que sufriría daño.
No hay motivo aparente para no dejar el smartphone cargando durante la noche. Además, de esta forma te aseguras tenerlo listo para cuando te levantes. Una opción recomendable si tienes que asistir a clase o al trabajo.
Una creencia antigua
Hace muchos años atrás la batería de los terminales estaba diseñada a través del níquel. Esto provocaba que surgiese el conocido como efecto memoria. Este consiste en lo siguiente: si el dispositivo recibe cargas sin agotar del todo su energía perderán autonomía. Un hecho que reducía la vida útil.
Por suerte, actualmente no hay que preocuparse de ello. Tal y como hemos mencionado un poco más arriba las actuales están fabricadas con polímeros e iones de litio. La inteligencia artificial de la que disponen estos aparatos permiten que conozcan a la perfección los tramos horarios durante los que usamos el teléfono. De este modo, realizan una gestión eficiente de la energía y su respectiva carga. Esta es la gracia de la tecnología, conseguir que nuestras preocupaciones desaparezcan.