Seguramente cuando os habéis planteado comprar un móvil nuevo, habéis valorado mucho la capacidad que debería tener la batería de ese teléfono. En los últimos años hemos llegado a ver teléfonos de hasta 7000mAh de batería. Pero no necesariamente ello quiere decir que vayamos a tener más autonomía proporcionalmente. Estas pueden ser las razones.
Muchas veces nos fijamos solo en el tamaño de la batería, y no en otros aspectos que pueden ser tan importantes o más que esta. Y es que un móvil con una batería más grande, no garantiza una autonomía mayor que la de otro teléfono con menos capacidad de batería.
No siempre significa más autonomía
Cuando hablamos de consumo de energía, son muchos los factores que influyen a la hora de estimar si una batería es suficientemente grande para un teléfono. Por ejemplo, en ello tienen que ver mucho los componentes del teléfono, empezando por su pantalla, que si cuenta con una mayor tasa de refresco o resolución, va a gastar sí o sí más batería, incluso si cuenta con un pico de brillo mayor que otro teléfono que incluso cuenta con menos batería.
Lo mismo ocurre con el procesador, y es que lo normal es que cuanto más potente sea, más energía consuma. Y eso que cada nueva generación es mucho más eficiente que la anterior. Pero está demostrado que a más rendimiento, más consumo también. Lo mismo ocurre si el teléfono cuenta con conectividad 5G y se utiliza, ya que esta consume mucha más batería. Y por último el software, este puede echar por tierra una buena autonomía aunque tengamos mucha batería. Estos son los principales factores que pueden desequilibrar la balanza de uno a otro teléfono en la batalla por la autonomía, aunque este tenga incluso menos batería. Por esa razón cada vez se está dando una tendencia más marcada en el mercado en cuanto a baterías se refiere.
Y es que cuanto más de gama alta es un móvil, menor tamaño de batería tiene, y más velocidad de carga rápida. El menor tamaño de batería se suple con una carga cada vez más veloz. En cambio cuando descendemos de gama, normalmente a la media y de entrada, encontramos baterías más grandes, pero con velocidades de carga más lentas. Esto demuestra en parte que no siempre más batería supone más autonomía y podemos comprobar que es lo que consumo la batería en Android con un simple truco.
Entonces, ¿de qué nos fiamos?
Actualmente existen muchos móviles de gama media con 6000mAh o 7000mAh de capacidad en sus baterías, y curiosamente se montan en teléfonos con exigencias de hardware medias o bajas, precisamente para alargar la autonomía hasta los dos o tres días. Si esa misma batería se la colocáramos a un Samsung Galaxy S21 Ultra, lo normal es que dure mucho menos por el hardware tan exigente que tiene. Luego tenemos el caso de los iPhone, móviles que deben cambiar la batería cada 2 x 3 porque son más pequeñas que los móviles Android.
Os preguntaréis por qué es así si sus baterías son más pequeñas. Pues la respuesta es sencilla, ya que se mueven en un ecosistema cerrado, con un software optimizado para un puñado de modelos, que es mucho más eficiente. Y con una batería de 3500mAh pueden obtener tanta autonomía como otros móviles Android con 4500mAh o 5000mAh. Por tanto no, no siempre más batería es garantía de más autonomía.