El flash frontal del teléfono móvil, ese componente que es tan difícil de ver en nuestros terminales, y que sin duda a muchos les gustaría recuperar de otros modelos del pasado. El flash frontal se ha convertido prácticamente en una reliquia, y desde luego no es casual. Y es que hay muchas explicaciones para justificar su ausencia en nuestros terminales.
Como si de una especie en extinción se tratara, la realidad es que este componente de las cámaras frontales de nuestros móviles es cada vez menos usual, y lo peor es que a los pocos móviles que llega lo hace en gamas curiosamente de entrada o media.
Casi nadie lo echa en falta
En lo que llevamos de 2021 se pueden contar con los dedos de una mano los móviles que han llegado con flash frontal al mercado español. Las marcas que más apuestan por ellos, dentro de la poca presencia que tienen, son Vivo. Nokia y Motorola, que los equipan en móviles de gama media y de entrada. Y la realidad es que esta es una tónica general en los últimos años, ya que el flash LED frontal ha dejado de tener atractivo sobre todo para los fabricantes.
Y es que cada vez apuestan menos por ellos, algo a lo que no ayuda que los usuarios no los echen en falta tampoco. Porque seamos sinceros, casi nadie ha echado en falta un flash frontal en el móvil como el conector minijack. Y seguramente sea porque el flash en la parte delantera del teléfono nunca fue una característica determinante en los teléfonos móviles. De ahí el principal problema de esta linterna del teléfono.
¿Por qué no apuestan por él los fabricantes?
Sin duda la principal razón, como es evidente, es que no se trata de un componente que deseen ver a toda costa los clientes en sus móviles. Es un nicho muy pequeño de usuarios el que busca un flash frontal en el móvil, algo que se representa por la poca presencia de este componente en móviles del mercado. Pero hay otras razones que no hacen aconsejable su incorporación a la ficha técnica de un móvil.
Por un lado es una cuestión práctica para el fabricante, ya que con pantallas prácticamente sin bordes no queda espacio para introducir un flash. Aunque hay móviles como el Motorola Moto G60 que sí lo ha conseguido introducir en un marco muy fino. El problema es que introducir un flash LED puede influir en el resto de componentes del teléfono, ya que quizás con él haya menos espacio para otros componentes que el fabricante considere más importantes.
Y por último uno de los principales motivos, y es que no es imprescindible. Siempre vamos a tener a mano el flash trasero para hacer un buen selfie con esa cámara. O incluso los modos noche de las cámaras frontales ya son capaces de suplir en gran parte la acción del flash frontal. Además hay soluciones como la pantalla de color blanco que en algunos casos pueden dar buenos resultados como flash. Todo esto demuestra que no es un componente imprescindible y que por tanto, cada vez está menos presente en la industria.