Uno de los aspectos que más nos importa al buscar un nuevo teléfono móvil es que su rendimiento sea lo mejor posible, aunque existen otras formas de aumentar la potencia. En gran medida esta propiedad depende de dos componentes clave: procesador y memoria RAM.
La segunda es incluso más decisiva que el primero. De poco importa que el dispositivo cuente con un procesador de última generación si no es capaz de mantener abiertas varias aplicaciones. Lo habitual actualmente es poder manejar diversos softwares al mismo tiempo, como por ejemplo contestar a un mensaje sin salir de un videojuego.
Hoy en día puedes encontrar terminales con una cantidad excesiva de memoria dadas las circunstancias. De hecho, algunas marcas han habilitado lo que se conoce cómo RAM Virtual para extender aún más su capacidad. Pero, ¿cuánta RAM necesitas realmente?
Ni mejor ni peor
Disponer de una memoria RAM mayor o menor no implica directamente que el terminal sea mejor. Sin embargo, tampoco entiendas esto de manera literal, puesto que una cantidad muy baja implica lentitud al navegar por los rincones de tu smartphone. Mientras que un mayor número de memoria puede significar un aumento de precio considerable que quizá no te merezca la pena.
Por ello, lo mejor es que te bases en las necesidades que requieres. Esto quiere decir que pienses por tu propia cuenta qué clase de uso vas a darle al teléfono. No es lo mismo utilizarlo para cuestiones básicas que exprimir a fondo sus funciones.
Guíate por tus necesidades
Es bastante complicado encontrar a día de hoy un móvil que disponga de únicamente 1 GB de RAM, aunque aún es posible. Obviamente están destinados a ejecutar softwares corrientes como llamadas, mensajería…
Por otro lado, los teléfonos que cuentan con 2 GB te garantizan un rendimiento general suficiente para desarrollar cualquier actividad como reproducir videos, utilizar aplicaciones como Instagram o WhatsApp y jugar a ciertos videojuegos que no requieran demasiado trabajo, aunque no lo fuerces en exceso, ya que abrir varias aplicaciones podría ralentizar el dispositivo.
Con un smartphone de 4 GB de RAM la cosa comienza a cambiar. Esta capacidad permite mantener abiertas un gran número de apps de forma simultánea sin que el terminal sufra ningún tipo de congelación o lentitud. Además de disfrutar el apartado gaming en condiciones. Por lo que con este volumen te basta y te sobra para disfrutar de una velocidad considerable.
A partir de aquí entramos en unos tamaños que no son del todo necesarios. Es cierto que alguien que suela utilizar la función de doble ventana a menudo y precise de otras herramientas necesite 8 GB de RAM en lugar de 4 GB. Pero ciertas cantidades que pueden verse en teléfonos actuales que alcanzan hasta los 18 GB no son para nada rentables, dado que no llegarás a utilizarla en su totalidad. Solo se trata de una forma de las marcas de superar a sus rivales y así ofrecer un móvil único.