El número que sirve para identificar nuestro móvil es el IMEI, que se trata básicamente de su DNI único e inigualable. Este no sirve para reconocerlo allá donde esté y que sepamos a ciencia cierta que se trata de nuestro smartphone con los diferentes métodos que existen para reconocerlo. Sin embargo, puede darse el caso de que queramos modificar el IMEI del teléfono por alguna razón en concreto.
En ese momento nos aparece la duda de que podamos o no podamos cambiar el número de identificación del teléfono móvil, algo que no tiene una respuesta sencilla. Son varios los flecos a tener en cuenta en el proceso y posteriormente con el smartphone al que hayamos decidido cambiarle el IMEI, haciendo que el teléfono deje de ser el mismo para siempre.
Es posible, aunque no es una tarea sencilla
Hay posibilidad de cambiar de IMEI, lo primero que debemos saber, sin embargo, no es algo que recomendemos a cualquier persona. Este cambio conlleva varios pasos previos, entre los que está hacer root al teléfono, para poder modificar el número que acredita a los dispositivos y que de ninguna otra manera vamos a poder conseguir. Sin embargo, en Europa no es un proceso legal y estaremos saltándonos las normas con las correspondientes consecuencias que más tarde conoceremos.
Además, para conseguir nuestro propósito tenemos que utilizar programas de ordenador que nos ofrecen este cambio de IMEI. Estos no están al alcance de cualquiera en una página web y conlleva muchas pruebas y errores hasta dar con el que termina funcionando. Para completar el proceso también tendremos que hacer uso de apps diseñadas especialmente para ello y conseguir que tanto el ordenador como el propio móvil completen los cambios.
Un proceso que como ya te anticipamos no es para nada fácil y puede provocar por el camino que el terminal se convierta en un ladrillo si no seguimos los pasos adecuados.
El cambio tiene sus consecuencias
Una vez completado todo lo que necesitamos hacer para que el IMEI del móvil deje de ser el mismo, tendremos que hacer frente a una serie de situaciones que pueden no terminar de gustarnos. Entre ellas está que no habrá ninguna manera de recurrir a la garantía en el propio smartphone, puesto que este no se corresponderá con ningún del fabricante en su base de datos y, además, el terminal estará rooteado, por lo que perderemos todos nuestros derechos.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que, al modificar este número, la factura que tengamos por casa dejará de ser válida e incluso la caja del móvil donde aparece el IMEI no significará nada. Esto provoca que, si en algún caso nuestro smartphone desaparece, tanto si lo hemos perdido como si nos lo han robado, no habrá manera de localizarlo ni de demostrar que es nuestro.
La serie de dígitos que componen el IMEI son los que se utilizan por parte de los operadores para bloquear un teléfono y si lo hemos cambiado, tampoco habrá opción alguna de impedir que alguien siga utilizándolo a nuestra costa.