El verano es lo peor para tu móvil: las altas temperaturas ponen en peligro tus fotos y archivos

Ya sabemos que el calor del verano, ese que ha llegado antes de lo esperado a España, especialmente en lugares donde la sombra brilla por su ausencia y las temperaturas pueden rozar los 40 °C o más puede afectar negativamente el funcionamiento general de tu teléfono.
Pero ya no hablamos solo de que queme, de que funcione más lento, o de que las apps se cuelguen sin previo aviso. No, hay un aspecto que muchos usuarios pasan por alto y que puede tener consecuencias irreparables: el impacto del calor en tus fotos y videos. Tanto las que hacemos como las que guardamos en el móvil.
El calor pone en peligro las fotos del móvil
En los meses más calurosos, capturar un recuerdo puede ser de todo menos sencillo si tu móvil no es capaz de resistir las altas temperaturas.
La cámara puede fallar justo en el peor momento
Uno de los primeros síntomas de un teléfono que se está sobrecalentando es que la cámara deja de funcionar correctamente. Si alguna vez has intentado abrir la aplicación de cámara en un día muy caluroso y tu móvil se ha quedado colgado o ha mostrado un mensaje de error, no estás solo. Cuando el dispositivo alcanza ciertos niveles de temperatura, muchas veces el sistema cierra automáticamente la cámara para evitar daños mayores.
Esto significa que puedes perder una gran oportunidad de capturar una foto única o grabar un momento importante. Y lo más frustrante es que muchas veces no hay señales previas: todo parece funcionar bien, hasta que de repente, la cámara se bloquea.
Grabar video es arriesgado
Aunque sacar fotos puede generar algo de calor en el procesador, grabar video, especialmente en alta resolución, como 4K o 60 fps, es una de las tareas que más sobrecalienta un teléfono. El procesador trabaja a toda máquina, la pantalla está encendida continuamente y, si estás en el exterior, probablemente la luz solar esté impactando directamente sobre el dispositivo.
En estos casos, no solo corres el riesgo de que el teléfono se apague en plena grabación, sino que el video puede corromperse y quedar inutilizable. También podrías notar que el audio se desincroniza, que se pierden fotogramas o que la grabación se detiene sin previo aviso.
El verdadero peligro: dañar el almacenamiento
Pero el problema va más allá de no poder usar la cámara. Cuando un teléfono se sobrecalienta de manera constante, los componentes internos pueden sufrir daños permanentes, y uno de los más vulnerables es la unidad de memoria, donde se almacenan tus fotos y videos.
Las altas temperaturas pueden afectar los chips de almacenamiento flash, y si estos fallan, podrías perder todo el contenido guardado. A diferencia de un fallo de software, un daño físico en la memoria interna suele ser irreversible, lo que implica perder esas fotos familiares, videos de viajes o grabaciones personales que no tenías respaldadas.
Así que ya sabes, ahora que llega el verano, vete haciendo a la idea de que en más de una ocasión deberás dejar descansar a tu móvil para evitar comprometer los recuerdos que quieras capturas o que almacenes en él.