Cargar el móvil es una de las prácticas más comunes en nuestro día a día. Es una tarea muy sencilla, pero la gran mayoría suele obviar cuestiones básicas que no solo no le permitirán aprovechar todo el potencial de la carga, sino que además podría acabar dañando el propio dispositivo. Es por ello por lo que hay que tener mucho cuidado con los cargadores de nuestro teléfono.
En la actualidad prácticamente todos los smartphones presumen de grandes capacidades de batería y velocidades de carga rápida bastante considerables, aunque hay que tener cuidado con aspectos como este último. No obstante, existen más motivos por los que un cargador puede ser peligroso y en esta publicación vamos a exponerlos todos para que tengáis precaución.
Ojo al usar cargadores en mal estado
Por norma general los fabricantes acostumbran a incluir el cargador en la caja junto al móvil con la excepción de Apple y la gama alta de Samsung. Independientemente de ello muchos continúan utilizando otro tipo de cargador pese a tener el oficial de la marca. De hecho, un estudio llevado a cabo por el Colegio Americano de Médicos de Emergencia revela que los cargadores no oficiales pueden no cumplir la normativa de seguridad, generando diferentes problemas para el usuario.
Entre los inconvenientes más destacados señalan: quemaduras, dificultades respiratorias, descargas de electricidad e incluso enfermedades cardiovasculares. Una prueba que evidencia la poca fiabilidad de los cargadores genéricos es una investigación del Electrical Safety First. En esta prueba Apple ofreció hasta 64 de estos cargadores y el resultado fue muy indicativo, pues un 58% falló en términos de resistencia eléctrica. De modo que resulta imprescindible emplear el oficial por parte de la compañía en cuestión y hacer caso a estas recomendaciones para no sufrir las consecuencias:
Cargadores con mucha antigüedad
Como cualquier otro dispositivo tecnológico, los cargadores cuentan con una vida útil y con el paso del tiempo no solo pierden efectividad, sino también son más propensos a dar fallos de corriente eléctrica. Esto se debe a que los componentes que lo constituyen se deterioran y por ende pueden resultar perjudiciales para tu integridad.
Cargador sin certificado de seguridad
Un cargador tiene que pasar por un reconocimiento que verifique que cumple con los estándares de calidad y seguridad. Comprobar esta característica en cargadores genéricos es complicado, aunque en la descripción del producto debería a aparecer este dato. De todos modos aconsejamos optar por los oficiales que cumplen al 100% con esta medida.
Tíralo si tiene el cable pelado
Uno de los daños más habituales que sufren los cargadores tiene que ver con el cable se rompe o acaban pelándose y mostrando las fibras que lo componen. Esto es un inconveniente que muchos suelen pasar por alto y cubrir con cinta aislante, aunque esto es un gran error, ya que el daño está hecho y puede ocasionar descargas eléctricas o saltos de luz.
Nada de utilizar el cargador de otro móvil
Cada cargador cuenta con una potencia y voltaje determinado, así como cada smartphone soporta determinadas cantidades de estas medidas. Justo por este motivo no conviene mezclar cargador y móvil de distintas compañías. Recurre principalmente al que venía junto a tu dispositivo o accede a la tienda oficial para comprar uno en concreto para el tuyo.
