Hace ya unos cuantos meses escuchamos las primeras voces alzándose contra el mundo moderno, equiparando la tecnología digital con otros productos tan dañinos como el tabaco. Sin ir más lejos, veces tan autorizadas como la del doctor Vivek Murthy, cirujano general y vicealmirante en la United States Public Health Service Commissioned Corps, animaba al Congreso de EE.UU ha ‘etiquetar’ las redes sociales con mensajes de alerta similares a los que aparecen en las cajetillas de tabaco, por sus efectos nocivos contra la salud.
Ahora, al doctor Murthy, se le une el gobierno de España, quien ya ha dado los primeros pasos para etiquetar los smartphones con advertencias sanitarias sobre los riesgos para la salud mental, similar a las advertencias en las cajetillas de tabaco, algo que entra en relación con las advertencias sobre el uso de redes sociales de las que hablábamos.
Expertos piden alertar del uso de móviles
Un nutrido grupo de expertos convocado por el Gobierno ha concluido que el uso excesivo de dispositivos digitales puede generar adicción, especialmente en jóvenes, y debe ser considerado un problema de salud pública igual que lo es el alcohol o el tabaco. De esta forma, deberían ir etiquetados con una serie de advertencias dirigidas a concienciar sobre los efectos negativos del uso excesivo de pantallas, como alteraciones en el sueño, falta de concentración y dependencia tecnológica. Este enfoque recuerda al etiquetado de advertencias en los paquetes de cigarrillos, haciendo hincapié en la necesidad de informar a los usuarios sobre los riesgos asociados al uso excesivo de la tecnología.
Lógicamente, no hablamos de unas etiquetas que se peguen sobre los propios dispositivos, sino en las cajas de los móviles, esas que apenas vemos una vez a lo largo de nuestra vida, pero también aparecerían en las pantallas al acceder a ciertas aplicaciones, como las mencionadas redes sociales de las que hablaba el doctor Vivek Murthy. Estas alertas tendrían que poner de manifiesto los riesgos de la app y el tiempo máximo de uso recomendado en función de las edades.
Y es que la edad del consumidor es el principal motivo para mostrar estas indicaciones. Por eso el mismo conglomerado de expertos plantea endurecer las restricciones en el acceso de los menores a los teléfonos móviles, prohibiendo su uso en menores de 3 años y, además, recomendando un acceso progresivo según la edad. También se sugiere aumentar la edad mínima para abrir cuentas en redes sociales de 14 a 16 años.
El plan incluye regulaciones para las empresas tecnológicas, que deberán proporcionar informes sobre los posibles efectos de sus productos en los jóvenes. También deberán desactivar por defecto el perfilado de usuarios y la publicidad personalizada para menores.
Por supuesto, de momento nada de esto ha sido aprobado, ni el etiquetado de las cajas de los móviles, ni los avisos vía software ni la prohibición de usar los teléfonos por rangos de edad, pero no nos extrañaría verlo antes de que termine esta legislatura, pese a que muchos ignorarían estos importantes avisos. A fin de cuentas, tienen mucho de verdad.