¿Es más fácil que te roben la tarjeta de crédito del móvil o de la cartera?

Cada vez más personas están dejando la cartera en casa y optando por pagar directamente con el móvil gracias a servicios como Google Wallet y Apple Pay que llevan años facilitándonos la vida a la hora de pagar sin necesidad de sacar la tarjeta de crédito o débito del bolsillo. Ahora, con tanto ciberdelincuente suelto, ¿son más fáciles de robar estas tarjetas que guardamos en el móvil que las que llevamos en nuestro monedero?
Seamos sinceros, llevar las tarjetas en el móvil ofrece una ventaja clara: todo está en un solo dispositivo. Basta con acercar el teléfono al datáfono, usar tu huella, rostro o PIN, y listo. Además, es imposible olvidar una tarjeta si siempre llevas el móvil contigo. Y las podemos acompañar de otros documentos como el carnet de conducir o (por fin) el DNI, evitándonos llevar la cartera encima.
Sí, habrá quien piense que la cartera es más tradicional y que puede ser más lenta al momento de pagar (sacar la tarjeta, insertarla o pasarla, y teclear el PIN), pero si no quieres depender del móvil para todo, o temes quedarte sin batería en el peor momento, es otra opción .
¿Qué es más seguro?
A nivel técnico, pagar con el móvil suele ser más seguro por un motivo: Google Wallet y Apple Pay no almacenan los números reales de tus tarjetas. En su lugar, generan un «token» cifrado que representa tu cuenta y que se usa para cada transacción, lo que significa que tu número real nunca se comparte con el comercio ni queda registrado.
Además, las transacciones móviles requieren una verificación biométrica (huella, rostro) o un código PIN que suma una capa adicional de seguridad, impidiendo que un ladrón pueda usar tu móvil para pagar aunque logre desbloquearlo.
¿Y si te roban?
Aquí está el punto delicado. Si te roban el móvil y logran acceder a él, podrían tener acceso a tus tarjetas, aunque esto es poco probable si usas un buen sistema de bloqueo. Sin embargo, el móvil es un objetivo atractivo para los ladrones porque contiene mucha más información valiosa que una simple tarjeta de crédito: fotos, correos, redes sociales, apps bancarias.
Por otro lado, si te roban la cartera, las tarjetas pueden usarse inmediatamente si no requieren PIN o si se hacen compras online, ya que el ladrón tendría acceso al número de la tarjeta, a la fecha de caducidad y al CVV. En muchos casos, no hay ninguna verificación adicional, lo que las hace más vulnerables a un uso fraudulento inmediato.
Por eso, por darlo casi todo ya hecho, una tarjeta física es más fácil de usar para un ladrón. No necesita saber tu PIN, puede hacer compras sin contacto por pequeñas cantidades o comprar por internet rápidamente. En cambio, para usar tu móvil necesitan desbloquearlo primero y, luego, pasar la verificación biométrica o el PIN que requiere Google Wallet o Apple Pay.
Por eso, queda bastante claro que llevar las tarjetas en el móvil no solo es más cómodo, sino también más seguro si se usan las medidas adecuadas que ofrecen tanto Android como iOS y las propias plataformas de pago, que superan a las formas que tienes de proteger una tarjeta física guardada en la cartera.