Nuestros dispositivos móviles reciben constantes actualizaciones durante un determinado tiempo, el cual relacionamos a su vida útil. Y cómo os hemos repetido en diferentes ocasiones, tener actualizado vuestro terminal será fundamental para que siga funcionando al mismo nivel que el primer día. Sin embargo, llega un momento en el que no tendremos la opción de pasar a la siguiente versión del sistema operativo.
Hoy en día, existen diferentes motivos por lo que nos resultará prácticamente imposible actualizar nuestro dispositivo móvil. Y no será por nuestra culpa, sino que tendrán que ver una serie de factores externos a nosotros, los cuáles os explicaremos. Además, también os contaremos cómo podréis cambiar la versión del sistema operativo de vuestros terminales cuando el fabricante del terminal os deje de lado.
La fragmentación de Android impide actualizar tu teléfono
Aunque muchos usuarios se piensen que al tener un dispositivo móvil totalmente nuevo se aseguren muchos años de actualizaciones. La realidad es totalmente contraria, puesto que, todavía en la actualidad y a pesar de tener un móvil de gama alta, muchas veces solo contaremos con 2 o 3 años de soporte. Pasado este tiempo, nuestro teléfono se quedará algo obsoleto.
Y uno de los principales culpables lo encontramos procesador de los diferentes smartphones. Aunque, con el paso de los años se han ido mejorando para que no sea un problema a la hora te contar con nuevos paquetes de compilación relevantes para el sistema operativo del móvil. Además, este problema también está relacionado con la famosa fragmentación a la que se lleva enfrentando durante años el sistema operativo de la compañía estadounidense. Ya que, los miles de terminales que existen en el mercado actual hacen imposible que una misma versión llegue a estar en todos ellos, o en la gran mayoría, como es el caso de iOS de Apple.
Para aquellos que desconozcan en qué consiste dicha fragmentación, es importante saber que consiste en separar, en este caso Android, en pequeñas partes. Esto nos lleva a que, un dispositivo Android, llegue a recibir tan solo dos actualizaciones importantes durante su vida útil. Si volvemos a compararlo con iOS podremos llegar a ver como ofrecen hasta más de 5 años de de soporte para llegar a tener la última versión. Ya que al ser un sistema cerrado logran controlar completamente el ciclo de actualizaciones.
Aunque también hay otro punto que tener en cuenta, el ciclo de actualizaciones no es tan fundamental en este caso como la labor de los diferentes fabricantes. Dado que ellos serán los encargados de usar el código fuente a su manera para añadir sus apps, personalizaciones, entre otros aspectos.
El soporte oficial del fabricante
Los tiempos de actualización entre las distintas marcas siempre han sido fundamentales. Especialmente ahora, ya que vemos como están continuamente compitiendo para ofrecer las mejores funciones y características a los usuarios. Con el objetivo de lograr más ventas que nadie. Es por esto, que los años que nos están llegando a ofrecer las compañías cada vez son mayores.
En el 2021 se ha podido comprobar como Samsung ofrece hasta 4 años de soporte, pero solo 3 años para el sistema. Y no han sido los únicos, ya que otras compañías de móviles se han sumado a la tendencia de aumentar los años, como ha sido el caso de OPPO o Vivo. Aunque todavía no han llegado al nivel de Apple, y se debe en gran parte por el problema que hemos mencionado anteriormente, la fragmentación del sistema.
Además, es común ver como los distintos fabricantes más importantes del momento suelen lanzar al mercado el doble o más de dispositivos en apenas unos meses. Provocando que el mercado se llene de terminales nuevos. Y, en consecuencia, estamos ante más smartphones que tienen que ser atendidos en cuanto a actualizaciones.
Incluso, es bastante común que algunos de estos necesiten de diferentes parches personalizadas, lo que puede retrasar aún más al fabricante para poder lanzar una versión estable en los demás teléfonos, aunque ya no es un problema tan grande en la actualidad. Es por esto, que las marcas suelen priorizar los buques insignia frente a otras gamas más bajas.
¿Influyen las capas de personalización?
Es importante entender que cuando Google termina una nueva versión de Android, la envía en primer lugar a los fabricantes de los diferentes procesadores como Qualcomm, Samsung, MediaTek y demás, con el objetivo de que fabriquen los distintos drivers correspondientes que necesitarán las compañías de móviles.
El siguiente paso, es hacérselo llegar a los numerosos fabricantes como Samsung, Xiaomi, Vivo, OnePlus. Con el objetivo de que añadan su propia capa de personalización. Y, por último, los distintos operadores tendrán que aprobar dicha actualización para que, finalmente, la recibe el usuario.
El principal problema de esto es que las capas de personalización no siempre han muy bien recibidas sobre la opción del sistema operativo Android puro. Sin embargo, tanto para las marcas como para los usuarios ya tienen una gran importancia para que un terminal pueda contar con diferentes novedades o ajustes extra que lo separen del resto y así poder diferenciarse.
Sin embargo, con la llegada de las capas de personalización se han aumentado los tiempos para las diferentes compilaciones. Más que nada, porque las distintas compañías de dispositivos tienen que lograr que sea compatible con la nueva versión. Por lo que tendrán que volver a ajustar su propia capa de personalización. Incluso, no solo tendremos que aguantar más para obtener nuevas compilaciones, sino que puede llegar a darse el caso de que no volvamos a contar con ninguna más para el sistema por culpa de diferentes errores de optimización, fluidez, etc.
¿Qué hago cuando no puedo actualizar el móvil?
Tener la última versión siempre tiene sus ventajas, y no solo por contar con las nuevas funcionalidades y características que nos puede llegar a ofrecer, sino también para conseguir nuestro smartphone siga funcionando como el primer día. Y también es importante recordar que así disfrutaremos de una mejor seguridad.
Es por esto por lo que, llegado al punto de que no podamos contar con una nueva ya que la propia marca de nuestro terminal no nos ofrece ninguna, no os tenéis que preocupar, porque aún podría haber alguna que otra solución.
Busca actualizaciones en la web del fabricante
La primera opción que debemos tener en cuenta será buscar el firmware en la propia web del fabricante. Aunque no llegue de manera automática la notificación que nos indique de la presencia de una nueva versión, podría darse el caso perfectamente de que haya esté en la propia web. Por lo que, solamente tendremos que descargar el firmware de Internet e instalarlo manualmente, sin tener que esperar a que llegue la OTA. Incluso, también tenemos la alternativa de poder llegar a mirar si se encuentra disponible esta nueva compilación para otros países. Ya que muchas veces no llega a nuestro país, pero en otras partes del mundo si está disponible.
Una ROM como alternativa
En el caso de no tener ninguna pendiente, ni tampoco haya esperanzas de que vaya a llegar ni a tu región ni a otra, solo nos quedará contar con la comunidad de ROM para nuestro dispositivo móvil. Hay que tener claro que para contar con esto hay que seguir unas instrucciones que nos facilite el propio desarrollador, ya que son oficiales, sino que están creados por terceras personas ajenas a la marca.
Eso sí, es recomendable tener algo de conocimiento sobre el tema, puesto que el modo de instalar una ROM puede variar y mucho dependiendo de un smartphone u otro. Además hay diferentes que serán compatibles o no dependiendo de la marca de móvil que tengas. En la actualidad existen diferentes tipos, podemos encontrar algunos ejemplos como LineageOS, RevengeOS o ArrowOS, que servirán para diferentes marcas y también dependerá del modelo.
Cambia de móvil
La última solución que nos encontramos ante esta situación será el hecho de hacernos con un nuevo dispositivo móvil. Todo dependerá de si en tu caso no puedes contar con una nueva versión de Android después de haber seguido las anteriores recomendaciones. Por desgracia, solo te quedará hacerte a la idea de que es hora de cambiar de smartphone. Aunque claro, todo dependerá de si realmente necesitas en tu día a día todas las novedades que han ido introduciendo en el sistema operativo de Google y de si tu actual dispositivo móvil funciona bien o mal. Una vez lo hayas valorado, ya tendrás que tomar la decisión de si comprarte o no un nuevo móvil.