El móvil se ha convertido en mucho más que un método de comunicación, ahora es una herramienta indispensable en nuestro día a día, lo que provoca que lo utilicemos de forma prácticamente constante. Nos cuesta salir de casa sin él y, por lo tanto, también nos cuesta apagar el móvil y desconectar, tanto el propio dispositivo como nosotros de su uso.
Entorno a los móviles se han generado varios mitos, como el de usar la carga rápida en los móviles, algo que nos encontramos también con la posibilidad de pagar el teléfono móvil. Hemos podido oír muchas recomendaciones y queremos acabar con todas las dudas, explicando por qué deberíamos o no deberíamos apagar el móvil.
Qué supone tener el móvil siempre encendido
La mayoría de usuarios no apagamos el teléfono móvil en ninguna circunstancia, salvo cuando nos encontramos con algún error puntual. La solución más extendida y que mejor resuelve los problemas sigue siendo apagar y encender el móvil, algo que realizan los usuarios dependiendo del número de fallos con los que se encuentran.
Esto no supone nada perjudicial, dado que el propio procesador, la memoria RAM o los sensores entran en un relativo estado de descanso cuando no lo utilizamos, por ejemplo, mientras dormimos. La batería sería la única que se mantiene despierta, puesto que debe estar alimentando a nuestro móvil para cuando suene la alarma y otras necesidades. A pesar de esto, la batería también reduce sus funciones durante la noche, evitando consumir nuestra batería cuando no lo utilizamos.
El encendido automático de los móviles
Algunos móviles incorporan una herramienta muy útil, que nos permite apagar el móvil y que se encienda automáticamente a una hora predefinida o justo antes de sonar la alarma. Esta funciona antes estaba disponible para más modelos, pero en los últimos tiempos lo hemos visto reducido a Huawei y un número muy limitado.
¿Cada cuánto tiempo debemos apagar el móvil?
Aunque nuestro móvil no se ve afectado de forma directa por mantenerse encendido durante demasiado tiempo, no está de más apagarlo para que por ejemplo la batería se calibre mínimamente. Las baterías de litio no suelen sufrir problemas de este tipo normalmente, pero en determinados casos podemos encontrarlo en dispositivos que llevan con nosotros varios años.
Para la memoria RAM o el procesador también puede ser un respiro, pero como nosotros mismos podemos comprobar cuando falla, apagar el teléfono móvil es una solución puntual, que solo consigue cerrar todos los procesos y volverlos a arrancar. Si sufrimos un fallo de hardware o software de importancia, con esto no lo solucionaremos.
La temperatura, el lag o los problemas con la batería responden a la pregunta
Cuando de verdad vamos a tener que apagar el móvil es con alguna de estas tres situaciones, cuando hemos estado jugando con nuestro móvil durante mucho tiempo y se ha calentado demasiado o cuando lo hemos dejado a pleno sol. En este caso es muy importante apagarlo, tratar de dejarlo a la sombra y en un espacio donde no haga tanto calor si no queremos que sufra ningún daño.
Al encontrarnos con lag o problemas de rendimiento también recomendamos apagarlo como método para solucionarlo, como mencionamos anteriormente. Cuando detectamos que la batería no está calibrada y baja rápidamente deberíamos dejarlo descargarse, después cargarlo al completo mientras está apagado, dejarlo un par de horas más y volverlo a utilizar con normalidad.
Conclusiones sobre el mito de apagar el móvil
Una vez que hemos conocido cómo afecta no apagar nunca el teléfono móvil nunca a los componentes y los casos en los que debemos apagarlo sí o sí, llega el momento de sacar conclusiones. Como hemos mencionado en varias ocasiones, nosotros mismos somos los que vamos a conocer cuándo tenemos que apagar el dispositivo para no correr ningún riesgo, puesto que no hay una fórmula matemática que nos recomiende apagarlo cada día, semanalmente o una vez al mes.