Las ventas del iPhone X han descolocado los planes de Apple. Aunque a nivel de resultados previsiblemente la compañía cumplirá con lo justo, lo cierto es que ha de mirar al futuro más inmediato. Ese futuro pasa por la nueva generación del iPhone X de 2018, pero más específicamente por el iPhone con pantalla LCD de 6.1 pulgadas. Este modelo se posiciona como la piedra angular de la firma de la manzana mordida de cara al último tramo del año.
Se esperaba mucho más del iPhone X, pero las ventas no han respondido a las expectativas de Apple. Lo cierto es que detrás de la inminente debacle del primer iPhone con pantalla OLED existen razones de peso para haberlo augurado anteriormente. En este sentido, el mercado chino ha tenido gran repercusión a nivel global y resultados de la firma norteamericana. Los analistas de KGI Securities, con Ming-Chi Kuo a la cabeza, nos especifican los factores clave en su último informe publicado para sus inversores.
Las ventas del iPhone X, en el ojo del huracán
KGI Securities incide una vez más en los pronósticos de venta del iPhone X durante los próximos dos trimestres de 2018. Con 2017 ya finiquitado, la información más valiosa para los inversores se cierne en torno al papel que realizará el iPhone con display OLED durante Q1 y Q2 de 2018.
Tal y como recogen desde 9to5Mac, Ming-Chi Kuo es tajante al respecto y recalcula a la baja la proyección del nuevo modelo. Según los cálculos de éste, las ventas del iPhone X se moverán en torno a los 18 millones de unidades de enero a marzo cuando los pronósticos más optimistas hablaban de hasta 30 millones. Durante el segundo trimestre, de abril hasta junio, cifran a la baja unos 13 millones de unidades del iPhone X, también por debajo de los 15 a 20 millones esperados.
Fin de ciclo del iPhone X para mediados de 2018
Siempre según las estadísticas de KGI, los pobres resultados cosechados por el iPhone X, del que se esperan hasta 63 millones de unidades vendidas hasta mediados de año, precipitará su fin. Y es que del modelo aniversario se esperaban ventas más alegres con la ventaja de poder usar dos auriculares con iOS y otros muchos extras, de hasta 80 millones. Por ese motivo, Apple podría acelerar sus planes de cara al estreno de nuevos modelos para reconducir su situación en el mercado internacional.
Los factores que han repercutido en las ventas del iPhone X
Sin duda alguna, y aunque el mayor de los impedimentos a nivel global ha sido el elevado precio, el mercado chino ha sido clave para que el iPhone X no haya cuajado. Según la opinión de Kuo, el ciclo de renovación de smartphone ha cambiado para los usuarios, se ha alargado. Eso unido a la falta de innovación ha perjudicado a Apple.
No obstante, el factor crucial ha sido el diseño de la pantalla del iPhone X y su falta de optimización en apps populares en China. El hecho de que el software no aproveche al máximo las dimensiones del display OLED, principalmente la parte superior en la que se encuentra la muesca que da cabida a los sensores TrueDeeph de Face ID, ha echado para atrás a muchos usuarios asiáticos.
El iPhone con pantalla LCD de 6.1 pulgadas dará con la tecla
Y es que en este mercado, los gustos por los phablet propician que los modelos con pantallas de mayor tamaño tengan mayor atractivo. Así pues, si el iPhone X no aprovecha todo su potencial por falta de optimización del software, los chinos optan por un iPhone con pantalla de 5.5 pulgadas, que es más barato.
Aquí es donde el futuro iPhone con pantalla LCD de 6.1 pulgadas se convertirá en el talismán de Apple en China. Este modelo sí encajaría en el mercado asiático ya que aumentará aún más el tamaño del panel, además de convertirse previsiblemente en un modelo infinitamente más barato que el iPhone X. Se espera que su coste oscile entre los 650 y 750 dólares.