¿Te imaginas que aparecen en el mercado baterías exactamente iguales a las que dispone cualquier smartphone en el mercado, pero que ofrezcan el doble de capacidad en el mismo espacio? Ese es el logro que ha conseguido una startup en colaboración con el MIT –Instituto de Tecnología de Massachusetts- y que se encuentra en la fase final del proyecto. Y es que SolidEnergy ya planea llevar a la cadena de producción su batería con el doble de autonomía. Por tanto, todo parece indicar que no se trata de promesas, sino de una tecnología “tangible”, lista para ser exprimida por el resto de fabricantes.
¿Cuántas veces hemos escuchado que ha aparecido una nueva tecnología que aumentará la autonomía de los smartphones? Lo cierto es que ya son unas cuántas. Sin embargo, esta vez parece ser definitiva. Y lo es porque la compañía SolidEnergy ya planea introducir en la cadena de producción su batería de mayor densidad. Una innovación que no surge de la nada, sino de un proyecto de investigación que se ha dilatado durante los últimos años. De hecho, el año pasado ya tuvimos noticias de sus avances en este importante terreno energético por las consecuencias que pueden derivar en muchos sectores, y en especial en el de los smartphones.
Un proyecto que viene de atrás
Que la batería diseñada por SolidEnergy pueda introducirse en el mercado de smartphones a partir de 2017 no es casualidad. Todo ha sido posible gracias a una serie de descubrimientos que hace realmente sencillo producir dicha batería. Y es que los cambios físicos introducidos en su interior harán viable que se fabriquen incluso en las mismas líneas de producción de las actuales baterías de iones de litio.
Batería con el doble de carga
Y es que en realidad la batería de SolidEnergy es en esencia una batería de litio que ha sufrido una serie de mejoras en su interior. La principal, la sustitución del material con el que solía realizar el ánodo por una finísima lámina de litio que reduce notablemente su tamaño (una quinta parte), pero que aumenta a la vez la densidad de carga de forma notable, del orden de hasta 500 Wh/Kg de compuesto. Lo mejor de todo es que la reacción que produce la diferencia de potencial se realiza de forma estable, sin riesgos, uno de los problemas que no habían logrado superar otras baterías milagrosas.
Una de las barreras que tuvieron que sortear los científicos del MIT fue la temperatura de funcionamiento. El concepto de batería diseñada inicialmente requería una temperatura de unos 80 grados centígrados. No obstante, la situación fue solventada con la introducción de una fina capa sólida de electrolitos para el ánodo junto a una solución líquida de otro electrolito que, en conjunto, lograban que la batería funcionase a temperatura ambiente de forma estable.
Más autonomía sin aumentar el volumen
El resultado es precisamente el que reza el artículo al inicio. Una batería de iones de litio, igual a las convencionales, pero con una mayor densidad que ya ha sido probada en un iPhone 6. Los resultados, el doble de capacidad en el mismo espacio o la misma carga en una batería con la mitad de volumen. Por tanto, podríamos decir que, una vez introducida en la cadena de producción, la fórmula óptima será la de una batería de las mismas proporciones, pero con el doble de autonomía.
Ese momento llegará a lo largo de 2017. Por lo pronto, la inyección de capital de los inversores interesados por valor de 12 millones de dólares ha propiciado que este tipo de baterías haga su debut en el sector de la aviación. Sí, SolidEnergy tiene pensado comercializar sus baterías a partir del mes de noviembre del presente año en ese sector, para proseguir en el de smartphones en 2017 y posteriormente en el de los coches eléctricos en 2018.