¿Intensidad de la cobertura móvil demasiado débil? ¿Cortes y sonido de baja calidad en llamadas telefónicas? Tal vez te sientas identificado con alguna de estas situaciones, incluso con el smartphone ultimísimo modelo. El problema puede ser tan básico como el diseño de la carcasa y los materiales utilizados. Al menos así lo presenta un estudio llevado a cabo por Ofcom, regulador de las telecomunicaciones en Reino Unido. Los informes redactados nos deparan más sorpresas.
Las enormes posibilidades que ofrecen los smartphones han propiciado que la utilidad principal de todo teléfono, las llamadas, hayan quedado relegadas a un segundo plano. Sin embargo, aquellos que hacen un uso intensivo del servicio de voz puede que sean los que más se identifiquen con los problemas detectados por el estudio llevado a cabo por Ofcom. Y es que la recepción de la señal de telefonía móvil y la calidad de las llamadas son problemas habituales a los que se enfrentan los usuarios a diario.
Problemas persistentes, a pesar del avance de la tecnología
¿Por qué donde antes tenía cobertura con mi antiguo móvil ahora apenas la detecta mi nuevo smartphone de última generación? ¿Cortes durante las llamadas? ¿Audio de baja calidad? Son preguntas que muchos de vosotros reconoceréis en el día a día al experimentar este tipo de situaciones. A pesar de que la tecnología enfocada a la telefonía móvil ha avanzado en todas sus ramas -incluida la inalámbrica que afecta indirectamente al papel desempeñado por los operadores- hoy en día el usuario puede verse afectado por problemas en lo que a la calidad de las llamadas e intensidad de la cobertura se refiere.
¿A qué es debido?
Según las conclusiones desprendidas del estudio al que hacemos referencia, en este aspecto los materiales utilizados en la fabricación de la carcasa de los smartphones es un condicionante. Tanto que los modelos con carcasas de metal y cristal son los más susceptibles a reproducir los problemas antes expuestos. El motivo no sería otro que la consecuencia de priorizar un diseño y aspecto externo bonito por encima de la propia arquitectura interna del smartphone. Y es que la recepción de la señal se vería perjudicada puesto que la antena integrada en este tipo de carcasas no sería tan efectiva a la hora de captas las ondas electromagnéticas correspondientes a la cobertura móvil. Lo cierto es que el caso que mejor ejemplificaría una de las conclusiones del estudio llevado a cabo por Ofcom sería el del iPhone 4, aquel aquejado en sus inicios por el mal denominado Antennagate, ese por el que un error en el diseño de la antena interna a consecuencia de diseñar el smartphone con una carcasa de metal y cristal perjudicó la calidad de las llamadas.
Los teléfonos tradicionales frente a los smartphones
Sin embargo, la utilización de metales y cristal en lugar del plástico no es el único factor al que se refiere el citado estudio. Según sus mediciones, los actuales smartphones (no se especifican modelos concretos) no reciben la señal con la misma intensidad como lo hacen los teléfonos tradicionales, los no inteligentes. Y es que los modelos más modernos requieren una señal electromagnética del orden de siete veces más potentes en la banda del 2G para igualar el rendimiento de un teléfono básico. En el caso de frecuencias más elevadas, como las requeridas en las bandas 3G y 4G, la situación es más acuciante ya que las mediciones indican que los smartphones requerirían intensidades de onda hasta nueve veces superiores para igualar el rendimiento de los teléfonos móviles de hace unos cuantos años.
Sin duda, un fuerte contraste que no deja de ser un tanto contradictorio puesto que hoy en día los módem integrados en los smartphones y la infraestructura de red de las operadoras han mejorado ostensiblemente durante los últimos años.