En 2015 se cumplen la friolera de 32 años desde que se presentó el primer móvil propiamente dicho en 1983. Se trataba del Motorola DynaTAC 8000x creado por Martin Cooper, el primero que no estaba enganchado a una línea de teléfono o integrado en un coche. Más de tres décadas que empezaron por la miniaturización de los equipos y donde ahora son protagonistas los equipos con grandes pantallas. Sin embargo, más allá del diseño ¿cuanto ha cambiado el precio de los móviles en este tiempo? Una interesante infografía de ValorTop en este tiempo revela la evolución de este detalle.
En 1983, el Motorola DynaTac 8000x con su característica figura, que tantas veces vimos en las series y películas de la época, abría la era de la telefonía móvil. Tenía unas dimensiones pantagruélicas con 33 centímetros de altura, 4,4 centímetros de ancho y 8,9 centímetros de grosor para un peso de 785 gramos, más que la mayoría de tablets actuales. Su batería duraba apenas media hora y la pantalla que sólo servía para ver el número que marcábamos tenía apenas una pulgada. El primer móvil de la historia costaba la friolera de 3.995 dólares, una fortuna para la época, y se vendieron 1.200 unidades.
Desde entonces, la evolución en diseño ha ido acompañada también en el precio, como nos muestra ValorTop en su interesante infografía donde analiza lo que han costado algunos de los terminales más carismáticos de cada época. Y es que después del DynaTAC, más de una década después, en 1997, Motorola volvía a la carga con otro modelo que fue el objeto de deseo de muchos, el StarTAC. El primero con formato concha era el primero que podía llevar con orgullo el apelativo de «móvil». En ese momento nos parecía algo extremadamente compacto con sus 9,4 centímetros de largo por 5,5 centímetros de ancho y 1,9 centímetros de grosor. La batería duraba apenas una hora pero pesaba sólo 88 gramos y costaba 1.000 dólares. Fue un enorme éxito de ventas para la empresa americana que comercializó 60 millones de unidades.
Unos años después, con el siglo XXI recién estrenado, llegaba el móvil más popular, e indestructible, de todos los tiempos. El Nokia 3310 ha sido el modelo que más ha hecho por la popularización de los terminales móviles dado que tenía un precio de apenas 200 euros libre – aunque muchos lo recibieron gratis de parte de una operadora – , un coste tan asequible que fue el primer móvil de muchos usuarios que en la época se hacían con su primera línea móvil. Con una pantalla de 2 pulgadas, se vendieron 126 millones de unidades y contaba con cosas como el famoso Snake, el juego de la serpiente, o la posibilidad de personalizar los tonos de llamada.
Dos años después, en 2002, llegaba el Samusung SGH-T100, uno de los más compactos de la historia lo que no le impedía tener la mejor pantalla a color del momento. También un precio asequible de alrededor de 350 euros, lo que lo hizo muy popular con 10 millones de unidades vendidas.
Sin embargo, si hablamos de un teléfono carismático y que era un auténtico objeto de deseo, es el que volvía a lanzar Nokia en 2006, el Nokia N95. Con su formato deslizante, tenía una pantalla de 2,6 pulgadas que en el momento se nos antojaba enorme. Compacto y ligero, apenas 120 gramos, tenía una importante característica y es que era un «dual slider», es decir, sacaba un teclado pero al deslizarlo hacia el otro lado, una serie de controles. Tenía una imponente cámara con 5 MP y óptica Carl Zeiss con flash. En definitiva, fue el «tope de gama» que más tiempo se mantuvo como tal por su precio de cerca de 400 euros y el último gran «teléfono» hasta que llegó un año después el iPhone y la era de los smartphones.
Y es que es es el siguiente terminal de la lista. En 2017, como se puede ver en la cabecera de la infografía, todo cambió radicalmente. Desaparecieron los teclados y se impusieron las grandes pantallas táctiles. Si el anterior fue un móvil deseado, este causó furor y, pese a quien le pese, es el que lo cambió todo y el resto, como se suele decir, es historia. Tenía una autonomía que alcanzaba un día de uso, y a veces de milagro, pero tuvo un precio de salida en EE.UU. de 499 dólares – hay que recordar que a España el primero que llegó fue el 3G -.
La respuesta en forma de los nuevos terminales Android tardaría en llegar. Apple cogía al mercado con el pie cambiado y tuvieron que pasar varios años hasta que llegó un terminal que empezaba a estar a la altura realmente. ValorTop señala al Samsung Galaxy S2 de 2011 como el primero destacable en este sentido, pero seguro que habrá otros ejemplos para elegir. Sin embargo, estamos hablado de uno de los primeros smartphones con pantalla de 4,3 pulgadas – de nuevo, cómo ha cambiado todo, ahora es un tamaño «mini» -. Para muchos está considerado uno de los mejores de la serie Galaxy, por diseño y prestaciones, hasta que ha llegado el Galaxy S6. Costaba de lanzamiento cerca de 500 euros, uno 529 dólares, y presentaba una autonomía de hasta 18 horas de conversación gracias a la batería que, dadas sus nuevas dimensiones, era más grande.
En la infografía dan un nuevo salto de tres años hasta el 2014 con el iPhone 6 Plus como nuevo teléfono paradigmático, pero de nuevo por el camino nos hemos dejado algunos más como podría ser la serie Galaxy Note (especialmente su tercera versión), con la que la marca coreana fue pionera en el mercado phablet. Poco hay que decir del nuevo terminal de Apple que no se haya dicho. Parte de los 799 euros (699 euros en el caso del iPhone 6) alcanzando por primera vez en su modelo más caro los 999 euros. Parece que esta subida de precios de los «feature phones» está siendo tendencia en 2015 ya que vemos como los Galaxy S6 de Samsung superan los 1.000 euros en su formato más completo.
¿Qué va a pasar en 2015 y los próximos años?
Opuesta a esta tendencia está la de las marcas que vienen de china, como Huawei, que en su P8 ha repetido la formula que tan bien le salía en el Ascend P7 con un precio de menos de 500 euros, OnePlus, que ha prometido que su segundo terminal costará menos de 450 dólares y ya no digamos otras que aún no están «oficialmente» en Occidente como Xiaomi, Meizu, etc.
También es cierto que ahora, más que nunca, hay una enorme oferta de smartphones de gama baja y media, a precios rabiosamente atractivos. Sin embargo, en la parte más alta queda por ver si se seguirá ampliando esta dicotomía entre terminales espectaculares con precios acordes o algunos algo más modestos pero igualmente solventes, con márgenes más apretados.