Ventajas e inconvenientes de comprarte un smartphone de importación

Ventajas e inconvenientes de comprarte un smartphone de importación

David G. Bolaños

Marcas como Xiaomi, Jiayu o Meizu llaman la atención de los usuarios occidentales por su combinación de altas prestaciones y precios atractivos. La importación estos dispositivos es cada vez más habitual y a continuación os comentamos qué es lo bueno y a qué se expone uno al adquirir estos terminales si estáis pensando en haceros con uno.

Cómo ocurrió en el mercado de los automóviles, los fabricantes chinos empezaron clonando los diseños de los terminales de grandes marcas, cogieron experiencia y en los últimos tiempos enseñas como Meizu, Oppo, Jiayu o Xiaomi ofrecen smartphones propios que pueden mirar de tú a tú, por diseño y prestaciones, a muchos dispositivos de marcas «tradicionales».

El reclamo de un precio mucho más atractivo ha despertado el interés de los usuarios que ven que es posible acceder a estos productos incluso si no se venden en nuestro país a través de la importación. Al albur de estos productos han surgido cientos de tiendas online que realizan envíos a todo el mundo, incluso de forma gratuita, y aceptan métodos de pago tan cómodos y convenientes como es Paypal.

Oppo N1

Hasta aquí, todo son ventajas, hablamos de terminales punteros, al fin y al cabo están fabricados en el mismo sitio que los Galaxy, Xperia o iPhone, con precios atractivos y que podemos recibir en nuestra casa ¿qué más se puede pedir? Lo cierto es que estos productos tienen un atractivo innegable, pero hay que tomar ciertas precauciones a la hora de adquirirlos para no llevarnos sorpresas desagradables y, sobre todo, ser conscientes de qué, cómo y a quién se lo estamos comprando.

Aduanas

Las tiendas online que hacen estos envíos gratuitos suelen hacerlo mediante el correo ordinario. Esta es la razón por la que es probable que eligiendo esta opción tengamos que esperar entre 3 y 4 semanas, en la mayoría de los casos o incluso más, para recibir el pedido. Por otra parte, aunque suelen ir bien preparados para aguantar el viaje, los paquetes no cuentan con ningún tipo de seguro, si no pagamos un extra, si les ocurre algo.

xiaomi mi3

Y es que, aunque creamos que el mundo está globalizado y es libre, lo cierto es que estos productos deberían pagar impuestos al llegar a nuestras fronteras. Dado el volumen de envíos del correo ordinaro, suelen pasar sin mucho problema y no solemos tener problemas con las autoridades.

Ahora bien, si somos algo más impacientes y se elige el envío mediante mensajería, tenemos más posibilidades de toparnos con la aduana. Las empresas que dan este servicio están obligadas a declarar la mercancía que se importa, pagar las tasas correspondientes, que suelen ser un 21% del precio declarado del producto, además de la comisión por la manipulación. Cómo podéis calcular, si nos vemos con una reclamación en este sentido, el ahorro en el precio del terminal se puede esfumar.

Garantía

Las marcas asiáticas, como otras muy conocidas fuera de Europa con una fruta por logo y que es algo que les ha traído muchos dolores de cabeza, dan un año de garantía. Si hacemos la compra a través de un importador europeo, quizás esta pueda llegar a 2 años. Sin embargo, el gran problema será si tenemos que enviar el teléfono al Servicio Técnico correspondiente, dado que este suele estar en China.

El JiaYu G5 podría llegar a España en 10 días.

No es que no se pueda hacer, la garantía existe y es aplicable internacionalmente. Sin embargo, es probable que toda la reclamación haya que llevarla en inglés, algo que puede ser un handicap para quien domina poco este idioma, pero el gran problema será el tiempo que nos quedamos sin el terminal, ya que hay que esperar el viaje de ida y vuelta de Asia para su reparación o sustitución.

Por lo general,  el coste del envío correrá a cuenta del comprador, tras lo que el proveedor, es decir, la tienda online donde lo hemos comprado, se encarga de la reparación y nos lo envía de vuelta, corriendo el con los gastos. Como señalamos antes, esto tiene el gran inconveniente del tiempo, ya que fácilmente puede dilatarse incluso un par de meses o más esta gestión.

Por otra parte, está el caso de que nos llegue el producto defectuoso o que no sea lo que hemos pedido – no sería el primer caso un de que en lugar del smartphone nos llegue «clon» de un terminal, incluso aunque fuera de una marca china -. Tenemos el derecho a la reclamación pero, como en el caso de la reparación, hay que prepararse para un proceso largo y, mas o menos, complicado que dependerá mucho del carácter del proveedor.

Actualizaciones

Si bien las aduanas no suelen dar problemas y la garantía, a pesar de todos los pesares, existe, son las actualizaciones de software el gran caballo de batalla, dado que la mayoría, por no decir todos los dispositivos interesantes en esta categoría son Android. En este sentido hay que dividir las marcas en dos grupos: las que ya tienen cierto peso y las desconocidas.

Y es que algunas como Xiaomi no es que no sólo tengan sus terminales al día, su interfaz MiUI es apreciada tanto entre los «cocineros» de ROMs como incluso otros fabricantes asiáticos que la han incorporado a sus terminales.

El Meizu MX3, el primer smartphone con 128GB de capacidad.

Dicho esto, optar por marcas poco conocidas, y eso sí, muy baratas, es una lotería. Es probable que nos encontremos con que nunca actualizan el Android de sus terminales o que la actualización no incorpora todas las novedades, además de que no siempre serán compatibles con el idioma español (muchas veces hay que dar gracias que lo sean con el inglés).

Por otra parte, también puede ocurrir que pese a que el fabricante actualice más o menos el terminal, los desarrolladores que preparan buenas ROMs como CyanogenMod no lo hayan tenido en cuenta para compatibilizar su software. Estamos entonces a expensas de los deseos de la marca asiática que, como podéis comprender, le importan poco los usuarios que tienen más allá de las fronteras de su país.

En este sentido, la apuesta segura son las marcas con mayor proyección internacional: Xiaomi, Meizu, Oppo y Jiayu principalmente. El resto, saldrán muy baratas, pero lo barato…ya se sabe. La mejor guía para saber si una marca tiene el beneplácito de los desarrolladores de la scene en Android son siempre activos foros XDA Developers aunque también os invitamos a pasaros y comentar por los Foros Android de MovilZona.

Conectividad

Finalmente, otro detalle que tenemos que tener muy en cuenta a la hora de comprar un terminal de importación será fijarnos bien si el modelo concreto que estamos comprando tiene compatibilidad con las redes europeas, y en concreto españolas. No sería extraño encontrarnos con versiones muy baratas de modelos que, justamente, tienen ese precio porque su LTE sólo funciona con redes coreanas, por poner un ejemplo.

Conclusiones

La conclusión es que sin duda, gracias a la importación podemos obtener un terminal de excelentes prestaciones y precio imbatible. Sin embargo, hay que ser conscientes de lo que compramos y cómo lo hacemos. Siendo fieles a la verdad, encontramos muy poca gente entre las que se ha decidido por la compra de un terminal importado que se arrepienta de la decisión. Eso sí, si lo ha hecho primero buscando una marca que tenga ya cierto prestigio y a través de un distribuidor online con garantías.

Si se cumplen estas dos premisas, no debe haber ningún problema. Sólo hay que hacerse a la idea de que temas como los procesos de garantía que serán mucho más largos y tediosos que con una marca con presencia nacional, la posibilidad de que haya que pagar impuestos de aduanas y que las marcas más baratas son también las más informales a la hora de actualizar la versión de Android que lleva el teléfono.

¿Habéis comprado un smartphone de importación alguna vez? Compartid vuestra experiencia con el resto de usuarios en los comentarios.

 

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