Aunque el margen de beneficio y las ventas del iPhone 5 siguen manteniendo una buena salud económica en la compañía, Apple deberá controlar la expansión de Samsung en el mercado de smartphones. Si bien el actual y único modelo rivaliza en el segmento de terminales premium, la firma norteamericana no dispone de una alternativa para plantar cara al resto de fabricantes, especialmente Samsung, en otras gamas más económicas. El iPhone Mini tendría precisamente ese objetivo por lo que es prácticamente un hecho que la marca tendrá que presentarlo próximamente.
Los analistas prevén que Apple venderá durante este año un total de 180 millones de iPhone. Sin embargo, las estadísticas de Samsung son mucho más explosivas puesto que se estima que los surcoreanos se acercarán a los 300 millones de smartphones. La clave de Samsung está en su extenso catálogo, que abarca desde los modelos más económicos hasta los más potentes con el Samsung Galaxy S3 a la cabeza. Además, a principios o mediados de año los asiáticos darán a conocer el Samsung Galaxy S4, lo cual supondrá un impulso más para la firma.
La gama media, clave para conquistar el mercado
En cuanto a Apple, si bien se especula que liberará a principios de año el iPhone 5S, la desigualdad en cuanto a las diferentes gamas de modelos persistirá. De ahí que para que Apple logre ponerse a la altura de Samsung y rivalizar por un mayor número de ventas de smartphones, sea necesario lanzar un modelo más económico que el actual iPhone. De este modo todo aquel que no pudiese acceder al iPhone “original” tendría la opción de recurrir al iPhone Mini, presumiblemente con un precio más bajo. De hecho, la propia Samsung ya optó por esta estrategia comercial con el lanzamiento del Samsung Galaxy S3 Mini, un smartphone con un diseño idéntico al modelo inicial, aunque con un hardware más modesto y por consiguiente con un precio inferior.
Más ventas, menos ingresos, pero más cuota de mercado
La misma iniciativa en Apple podría traer grandes consecuencias. La primera sería el aumento de las ventas y, por tanto, el crecimiento de la cuota de mercado de los norteamericanos. De hecho, podemos encontrar un antecedente parecido dentro de la propia compañía californiana con el reciente lanzamiento del iPad Mini. Eso sí, posiblemente las ganancias de los de Cupertino se verían ligeramente reducidas ya que el supuesto iPhone Mini rivalizaría en ventas con el propio iPhone, restándole protagonismo e ingresos para Apple. Y es que según numerosas filtraciones, el precio del iPhone Mini podría rondar los 250 dólares (250 euros con la típica reconversión 1:1 en Europa), lo cual supondría un caramelo capaz de restar ventas al resto de fabricantes y su gama media de smartphones.