Google, en un movimiento por mostrar su implicación con sus socios, ha cedido a HTC un total de nueve patentes que le servirán para defenderse de los últimos ataques legales de Apple. La taiwanesa ya ha iniciado los trámites para demandar a la compañía californiana y así contrarrestar anteriores denuncias de la firma de la manzana.
Aunque una táctica habitual en el sector de la tecnología, desde las primeras fases de su nacimiento y su posterior y fulgurante desarrollo, Android y todo lo que le rodea se ha visto envuelto en una incesante pelea legal, principalmente con Apple al otro extremo. Las demanda por infracción de patentes en uno y otro sentido han sido una constate, aunque la batalla se ha recrudecido durante el último año. La firma de la manzana ha emprendido acciones legales a lo largo y ancho del planeta, contra los principales fabricantes que apoyan a Google y Android, muy probablemente con intención de frenar la rápida expansión del software del gigante de Internet. Esta situación ha empeorado con el tiempo y prueba de ello es la larga lista de demandas que se han registrado con la firma de Apple, siempre con el objetivo de paralizar el crecimiento del sistema operativo del robot verde. Y es que el negocio de los teléfonos inteligentes estará envuelto en cifras que rondarán este año los 206.000 millones de dólares, según la analista IHS.Inc
Apple, Google y HTC, los protagonistas de esta historia
HTC ha sido una de sus últimas víctimas; con permiso de la coreana Samsung, con la que también lidia una tensa batalla legal. El fabricante taiwanés se vio envuelto hace meses en una encerrona en forma de demanda por parte de Apple de la que le estaba resultando casi imposible salir airosa. Las acusaciones se centraban en la vulneración de patentes, para variar. Ante el gran éxito experimentado por los smartphone de la firma y su HTC Sense, Apple habría decidido frenar su crecimiento. Y parecía que esta vez conseguirían hacer daño, pero es entonces cuando Google ha aparecido en el momento más propicio.
Lo más destacado: Google pasa a un primer plano y saca la cara por sus socios
Tras la compra de la división de móviles de Motorola los principales fabricantes que basan el éxito de sus terminales en el sistema operativo del buscador dieron el visto bueno a tal adquisición. Sin embargo, empezó a brotar un ambiente de desconfianza ante la posibilidad de que Google decidiese hacer la guerra por su cuenta. Lo cierto es que es una posibilidad real pues ahora dispone de los medios suficientes para fabricar sus propios smartphone. No obstante, los responsables de la marca anunciaban el motivo de la compra. Como ya buena parte de vosotros sabréis, el importante activo en patentes de Motorola Mobility era el mayor atractivo. Las 17.000 patentes de uno de los fabricantes de teléfonos móviles con más solera en el mercado pasaban al poder del buscador. No ha transcurrido ni un mes y esa compra empezará a surtir un doble efecto, aunque no todas las patentes cedidas a HTC tienen el mismo origen. Por un lado, servirá para defender a su plataforma de software de las amenazas de la competencia. Por otro, una buena lección que demuestra que el buscador seguirá siendo fiel a su lema Don´t be evil. La defensa directa hacia uno de sus más allegados socios demuestra que el feedback entre Google y fabricantes existe y será lo suficientemente potente para mantener intactas sus relaciones. Además, esta demanda propicia que los de Mountain View pasen a la acción de forma directa ante las agresiones de su más directo adversario, Apple.
El litigio
Centrándonos en la demanda interpuesta ante el tribunal de Daneware, HTC acusará a Apple de infringir, a efectos legales, su ya propiedad intelectual. Entre las patentes que usarán está la que hace posible el funcionamiento de las actualizaciones inalámbricas de los dispositivos y software de Apple. Asimismo demandan el software que permite la transmisión de datos entre el microprocesador y los chips inalámbricos de iPhone, iPad o iPod, el sistema de almacenamiento de las preferencias del sistema iOS y el método que organiza las peticiones de conectividad de las aplicaciones a la radio inalámbrica del dispositivo. Si esta demanda prospera, sería el billete que daría plena libertad a HTC y la plataforma Android en general.