HTC ha obtenido un considerable éxito con su Desire y ahora apunta hacia la gama media para repetir la fórmula con el Wildfire, un terminal que se puede considerar heredero directo de la estrella Android del fabricante taiwanés con un importante lifting en cuanto a sus dimensiones, alguna reducción de sus especificaciones , pero con el espíritu intacto del HTC Sense, en especial en lo que se refiere a conectividad, mensajería y redes sociales.
Lo mejor que se puede decir del HTC Wildfire es que es una versión reducida en tamaño, velocidad y, lo más interesante, precio del Desire. Sony Ericsson lo ha hecho en su gama Xperia con el X10 mini, pero HTC ha llevado el listón aún más lejos con este Wildfire.
Lo esencial es que al tomar en la mano el HTC Wildfire lo primero que se siente es que tenemos un miniDesire. Tanto los materiales como el diseño y sus formas son calcados de su hermano mayor, incluyendo el grosor, algo que no pasa en las versiones miniaturizadas de los Sony Ericsson.
Como podéis ver en las fotos del desembalaje, el minimalismo del Wildfire se traslada a todos sus lados. En la carcasa podemos ver la pantalla de 3,2 pulgadas capacitiva bajo la que se pueden ver los cuatro botones táctiles, ya típicos, de los terminales Android y el mismo ratón óptico que estrenaba el HTC Legend y que luego heredó el Desire.
Si nos fijamos en los bordes del terminal, notamos la ausencia de bastantes de ellos. Sólo podemos encontrar en la parte superior el de encendido y la clavija minijack, y en la izquierda, el control de volumen y el puerto USB para los datos y la carga. No hay más, ni siquiera uno dedicado a la cámara, labor que se deja en manos del ratón óptico.
Pantalla
El Wildfire incorpora una pantalla de 3,2 pulgadas capacitiva, algo parecido a lo que hemos podido ver en el Tatoo y similares. Sin embargo, la única pega que se le puede poner es que viene con resolución QVGA, 320×480 píxeles, y se nota, acostumbrados como estamos últimamente a pantallas de mayor resolución, algo que no hace justicia ni al Android 2.1 Ecclair ni al tamaño de la pantalla, en el que hemos visto imágenes mucho más nítidas.
Hardware
Como hermano menor del Desire, se ha reducido casi cada uno de los componentes que incorpora. El procesador es un Qualcomm, pero en esta ocasión uno de 528 Mhz. La memoria RAM tiene a su disposición hasta 328 MB y cuenta con 512 MB de almacenamiento interno fuera de la tarjeta microSD que pude llegar a los 16 GB.
Interface
HTC sigue en sus trece y ofrece el interfaz HTC Sense, en lugar del original de Android, y sus hasta nueve escritorios para los widgets. La pequeña pantalla del Wildfire hace que, si pegamos al borde superior alguno de ellos, como el típico reloj, lo pulsemos por error al querer desplegar la barra de notificaciones. El truco para evitarlo será deslizar el dedo desde fuera del marco.
Otra cosa que limita la pantalla de 3,2 pulgadas y su resolución es la cantidad de elementos que podemos poner en los escritorios. La cuadricula permite hasta 16 iconos o accesos directos de programas. A partir de ahí, si colocamos algunos especialmente grandes como el del correo electrónico, Footprints, la información metereológica o el calendario no dejarán espacio para más.
Cámara
Por elegir un aspecto, comenzaremos por el que es igual que el Desire. La cámara mantiene los 5MP con flash de LED y una resolución máxima para las fotos de 2592×1936 píxeles. Sobre el papel, no tiene nada que envidiar al Desire. Además, cuenta con el nuevo interfaz para la cámara que trae Android 2.1, con extras como la posibilidad de geoetiquetar las fotos junto con las funciones típicas de selección de ISO, balance de blancos, resolución, autodisparo, etc. Faltan algunas de las que ya se empiezan a ver en otros terminales como la detección de sonrisa o la de parpadeo.
Hablar ya de la comodidad a la hora de usarla es otra cosa. No tiene tecla dedicada, y el disparo se hace pulsando sobre el ratón óptico, aunque al menos permite el autofoco táctil en la pantalla. La pantalla no gira automáticamente, así que los zurdos tienen que aprender a pulsar el botón de disparo con su mano “débil”, y los iconos no se adaptan al hacerlas en formato vertical.
En esta misma pantalla tenemos a la izquierda una pestaña que desliza todo el menú de la cámara, siendo los únicos accesos directos los que cambian el modo de flash, el zoom digital, única forma de gestionarlo ya que no se puede utilizar la tecla de volumen como en otros terminales, y la galería.
Precisamente, la galería es otro de los elementos desaprovechados por la pobre resolución de la pantalla. La realidad es que las fotos tienen mucha más calidad que la que ofrecen cuando se ven a través del display del Wildfire. Sólo con hacer la prueba de descargarlas al ordenador se ve la diferencia.
Finalmente, la capacidad de video es aún más pobre. Únicamente permite grabar videos en resolución CIF, 352 x 288 píxeles, con un framerate de sólo 15 fps. Por otra parte, tiene una gran cantidad de opciones de configuración que van desde el balance de blancos, hasta la selección del tipo de archivo que producirá, MPEG4 o H.263, contraste, tiempo de grabación, etc. El autofoco también se puede utilizar en la grabación de video, pero sólo al comienzo del mismo, después de eso se comportará de forma fija.
Multimedia
Para empezar tenemos la nueva galería de imágenes de Android 2.1 con capacidad multitáctil, aunque sólo se utiliza, en la práctica, para hacer zoom sobre las imágenes. En esta nueva galería podemos también tener sincronizadas todas las fotos que tengamos publicadas en Facebook y Flickr, accesibles en un práctico menú bajo la lista de álbumes.
Mientras estamos en el carrusel de fotos de un álbum tenemos siempre a nuestra disposición tanto las opciones de compartir las imágenes a través de todos los medios posibles (bluetooth, correo, facebook, Flickr, Gmail o MMS).
Pasamos ahora al reproductor de música, que por otra parte es el mismo que se pudo ver desde el HTC Legend hasta el HTC Desire. Ofrece la vista estándar de la librería de música pudiendo elegir si se organiza por artista, grupo, disco, canción, etc. Al igual que la biblioteca, el interfaz de reproducción no tiene novedades, mostrando la carátula y los accesos directos a los controles y las opciones, que permite activar el aleatorio, añadir la canción a una lista de música, repetirla, elegirla como tono de llamada o compartirla a través de internet. El aspecto musical se completa con una eficaz y eficiente Radio FM con soporte para RDS y posibilidad de emitir el sonido a través del altavoz del terminal y no sólo con los auriculares.
Finalmente, los videos sólo pueden accederse como una categoría de la cámara, pese al icono del menú que en realidad no es más que un acceso a esta carpeta. Los videos se organizan como las imágenes, en una parrilla o como una presentación de diapositivas y la reproducción de los mismos es de lo más básico, con la única novedad de la posibilidad de poder forzar la visión a pantalla completa. Sólo acepta los formatos 3GP y MP4 con una resolución máxima de QVGA, pero, siendo realistas, el HTC Wildfire ni está preparado ni quiere ser un terminal donde disfrutar de contenido multimedia a grandes resoluciones.
Redes sociales
Si hacia algo está orientado este terminal es a las redes sociales. Y sobre todo con dos aplicaciones. La primera es la de Footprints, que permite geoetiquetar y ver todas las fotos que vayamos haciendo a lo largo y ancho del mundo y compartirlas entre nuestros contactos. Y la segunda es el Friend Stream, que recoge todas nuestras cuentas y actualizaciones de Facebook, Twitter y Flickr y las de nuestros amigos. También hay que destacar que el Wildfire viene con la aplicación Peep, preinstalada, dedicada a gestionar nuestro perfil de Twitter en particular, aunque para Facebook habrá que pasar por el Android Market para descargar su cliente gratutito.
Mapas y navegación
La faceta de navegación está, como en cada Android, dedicada a Google Maps que al abrirlo por primera vez nos anuncia sus tres principales novedades: nuevo sistema de navegación táctil para los resultados, posibilidad de cambiar entre cuentas de servicios como Latitude o Buzz, y nuevo widget para Latitude que nos indica en el escritorio que amigo tenemos cerca.
El Wildfire ofrece el zoom multitáctil, aunque los más clásicos aún pueden utilizar los dos botones táctiles de la pantalla. Ofrece todas las características clásicas de Google Maps (buscar un destino, trazar una ruta, localizarme, seleccionar las capas – trafico, mapas, streetview…-). Precisamente esta última, Street View, y sus nuevas capacidades para móviles es una de las más curiosa ofreciendo el nuevo interfaz con las pestañas de posición en el mapa, indicaciones, teléfonos y vista. En la vista de la calle, se vale de la brújula y el acelerómetro para girar el teléfono y tener un auténtico tour virtual en tiempo real del punto seleccionado en el mapa.
Aplicaciones
Mientras el Android Market no deja de crecer, la pantalla QVGA del wildfire limita bastante las posibilidades y las aplicaciones a las que se puede acceder en la tienda online de Google. Sin embargo, habrá que esperar a Android 2.2 Froyo para tener la posibilidad de instalar aplicaciones en la microSD. De momento, habrá que cuidar los 512 MB para no saturarlos de aplicaciones.
Preinstalado se pueden destacar las típicas como el visor de documentos QuickOffe, el completo reloj y su función como reloj de mesa, la calculadora y poco más. Lo cierto es que el Wildfire, fuera del equipamiento oficial de Android, da pocas sorpresas en su carga de aplicaciones.
Conectividad
Como ya viene siendo habitual en cualquier terminal de HTC, viene con todo el pack de conectividad. Empezando por la cuatribanda GSM/GPRS, 3G, HSDPA hasta 7,2 Mbps hasta bluetooth 2.1 con A2DP y WiFi b/g. Permite la posibilidad de compartir internet (tethering) a través del cable USB, configurable de forma muy sencilla desde el menú de selección de tipo de conexión, donde también se puede seleccionar que sólo se cargue, funcione como disco duro o se sincronice a través del software HTC Sync.
El aspecto on line se completa con el nuevo navegador de internet para Android 2.1. Una interfaz más pulida ofrece la posibilidad de ver las páginas a pantalla completa, aunque con la calidad QVGA poco se puede leer, y zoom a través del conocido “pellizco” o pinch to zoom o bien, con un doble tap en la pantalla. Para textos largos adapta el tanto el tamaño del texto como su ancho de línea para leerlo de forma comfortable y, mientras ofrece una interfaz minimalista, con únicamente la barra de direcciones en la parte superior, el botón menú desplega una importante lista de opciones para gestionar favoritos, ver la pantalla posterior o siguiente, cambiar de ventana, etc. Precisamente, una de estas funciones, la de Favoritos, ofrece un nuevo aspecto en el que se colocan las páginas en forma de “cromos” con una visualización de cada una de ellas.
Y sí, Android 2.1 y su navegador si soportan Flash, aunque su funcionamiento no es que se pueda llevar muy buena nota, pero mejor que nada sí que es y permite ejecutar sencillas aplicaciones. Los videos funcionan bastante mejor, y si utilizas la aplicación de Youtube preinstalada se obtiene una experiencia bastante más notable que a través del navegador.
Finalmente, la integración de la mensajería es sobresaliente, con soporte para SMS, MMS y cuentas de correo, tanto Gmail como Exchange, y todos los contenidos que puedan llegarnos de redes sociales. A nuestra disposición hay dos clientes, el específico de Gmail y el de HTC, siendo más interesante este último ya que nos permitirá reunir todas las cuentas que tengamos y no sólo la de Google, que se configura desde el momento en el que entremos, por ejemplo, en el Android Market.
El terminal es totalmente táctil, por lo que la entrada de texto se deja para un teclado virtual que funciona tanto de forma vertical como horizontal, donde la pequeña pantalla del Wildfire muestra una granr eficacia pero limitaciones de espacio para los más “manazas”. Tanto en una orientación como otra se muestra muy preciso, ya que la pantalla es capacitiva, a pesar de que tenemos un espacio bastante reducido para ir leyendo lo que vamos escribiendo.
Conclusión
HTC ha realizado un gran trabajo en la minuaturización de su Desire. Las principales sensaciones que emite el que, hasta el momento, ha sido bandera de la generación Android del fabricante taiwanés están presentes en el Wildfire. El terminal tiene estilo, es ligero, práctico, delgado, versátil y rápido.
Si bien se han tenido que reducir sus características técnicas (menos velocidad de procesador, pantalla de menor calidad, etc.) es el precio para llegar a una gama de entrada y media, con la consecuente reducción de precio. También es cierto que el Wildfire no va destinado a los fanáticos de las aplicaciones o del contenido multimedia, sino que ofrece toda la potencia de un sistema operativo como Android 2.1 al servicio de las rede sociales y la conectividad. Estar al tanto de toda las novedades de nuestros amigos, poder geoetiquetar las fotos o contar con un soberbio gestor de correo en un tamaño de 106.8 x 60.4 x 12 mm y 118 gr de peso es todo un lujo, y por lo que hay que valorar este pequeño gran smartphone que además tiene extras como los mapas de Google Maps o la cámara de 5MP que no tienen que envidiarle nada al resto.
Evidentemente no todo es bueno y las críticas se pueden centran, sobre todo, en la pantalla. No por su tamaño ni por su eficacia, ya que tanto uno como otro detalle son suficientes y sobresaliente, respectivamente, sino porque se ha elegido una resolución, QVGA, a todas luces muy inferior a lo que se puede esperar ya, por muy terminal de gama media o baja que se sea, y que afea tanto el interfaz HTC Sense como hasta las instantáneas de la cámara que muestran una resolución mucho menor de la que tienen en realidad.