No hace falta poner de excusa a pandemias, ni a que salir de casa cada vez es más caro. La realidad es que todos usamos nuestros teléfonos de forma continua y cada vez durante más tiempo, pese a que los expertos nos recomienden lo contrario. Con un mayor uso del móvil, es lógico intuir que la batería se va a desgastar más rápido, motivo que nos lleva a querer mejorar su salud.
Mientras que, para muchos, es bastante sencillo saber cómo extender la autonomía del smartphone para no tener que cargarlo cada dos por tres, no sucede lo mismo cuando hablamos de la vida útil de nuestra celda.
¿Sabes cómo mantener la batería de tu teléfono sana? ¿Estás seguro de que sabes cargarlo correctamente? ¿Has pensado en las muchas cosas que puedes estar haciendo mal con el móvil?
Gana autonomía en el día a día
Cuando hablamos de la vida de la batería, nos referimos al corto y al largo plazo. En el corto, puedes llevar a cabo una serie de acciones para ahorrar energía y aumentar el tiempo que pasa hasta que necesitamos cargar el smartphone.
Más allá de atenuar su pantalla, ajustar su función de tiempo de espera, limitar las notificaciones push y establecer un ahorro de energía cuando no necesites usar el teléfono muy a menudo, estos son los principales trucos que puedes probar para extender la autonomía de tu móvil.
Desactiva WiFi y Bluetooth si no lo estás usando
Es importante tener en cuenta las cosas que ayudarán a que la batería dure más tiempo con una sola carga, y dejar el WiFi o Bluetooth del teléfono encendidos mientras no están en uso, va en contra de ello. Estas conexiones agotan nuestra autonomía al permanecer en segundo plano buscando redes o dispositivos a los que conectarse.
Realmente, si solo vas de un lugar a otro, como de casa al trabajo, probablemente no ahorrarás demasiada energía al desactivar el WiFi de tu teléfono. Pero si pasas un día entero fuera de casa, paseando por la ciudad, o de turismo, y no planeas utilizar la conexión WiFi del smartphone en absoluto, probablemente deberías apagarlo para ahorrar algo de batería.
No caigas en el error de habilitar el Modo avión, pues además de deshabilitar estas conexiones, harás lo mismo con tu plan de datos y no podrás ni siquiera recibir llamadas. Mejor desactivarlo manualmente desde el panel de ajustes rápidos de tu Android.
Apaga el asistente
Si bien funciones como Google Assistant y Siri pueden ser muy útiles, se suman a las herramientas de nuestros móviles que provocan un considerable desgaste de batería en nuestros equipos, especialmente si se mantienen en segundo plano, escuchando constantemente nuestros comandos de voz.
Si no necesitas o apenas utilizas estas funciones, lo mejor es desactivarlas, o al menos desactivar sus funciones de comando de voz: ‘Oye Siri’ u ‘OK Google’.
Administra bien las apps
A estas alturas, puede que estés pensando que deberías empezar a cerrar todo lo que no usas en tu teléfono tanto como sea posible para ahorrar batería. No te falta razón, pero no están tan en lo cierto como crees. Cerrar aplicaciones, es decir, eliminar a la fuerza las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano en tu teléfono desde la multitarea, en realidad no mejora la duración en absoluto
Tanto iOS como Android, en sus versiones más modernas (no las de hace años), cuentan con algoritmos que gestionan automáticamente la cantidad de energía o memoria que utilizan las aplicaciones en segundo plano. Al obligar a las aplicaciones a cerrarse, corres el riesgo de estropear este sistema inteligente.
Además, abrir una aplicación que está cerrada consume más potencia que volver a una aplicación que ya se está ejecutando en segundo plano, por lo que su consumo de energía, por pequeño que sea, será mayor.
Haz uso de los modos de batería
Los dispositivos Android e iOS de hoy en día vienen con sus propios sistemas de ahorro de batería inteligente o modos de bajo consumo. Estos son especialmente útiles, ya que reducen automáticamente las funciones que agotan la misma, como el uso de la CPU, las notificaciones, la obtención de correo y el brillo de la pantalla.
Si bien estos modos de ahorro de energía se activan automáticamente cuando la batería de tu teléfono está baja, puedes habilitarlos fácilmente manualmente cuando lo desees.
Tu teléfono seguirá funcionando, pero con un nivel de rendimiento más bajo, dependiendo del modo establecido. Si eliges las opciones de ‘Alto rendimiento’, el gasto energético será mayor, mientras que si optas por configurar el modo ‘Bajo consumo’, conseguirás más autonomía. Si no te decides por uno u otro, siempre puedes establecer el modo ‘Equilibrio’ por defecto, pero no ahorrarás tanta batería como con el anterior.
Cuando no vas a usar mucho tu teléfono durante algunas horas o quieres reducir las distracciones, te recomendamos establecer el que menos energía requiere.
Alarga su vida útil
Vale, ya sabemos cómo ganar unos minutos u horas de energía a lo largo del día, haciendo que no tengamos que buscar un enchufe a última hora de la tarde para cargar el teléfono. Pero, más importante que esto, es alagar la vida útil de la celda.
Al cabo de 2 años, las actuales baterías pierden alrededor de un 20% de su capacidad original, pero si haces caso a estos consejos, vas a lograr que la de tu teléfono se mantenga más tiempo con una buena salud.
Evita que llegue al 0%
Muchos de nosotros podríamos llegar a pensar que la mejor manera de mantener la batería de nuestro dispositivo móvil en perfectas condiciones es cargarla y descargarla completamente, es decir, intentar cargarla al 100 % y agotarla por completo dejando que llegue al 0%, o que el smartphone se apague solo.
Este es un mito heredado de los tiempos donde nuestras celdas eran más antiguas y se fabricaban de otra forma. Hoy en día las baterías de iones de litio no funcionan de esta manera y, al contrario de lo que muchos suponen, vas a estresar más la celda al dejar que se descargue por completo.
No tengas miedo de poner a cargar el smartphone, aunque su porcentaje de batería aún cuente con dos cifras. A la larga, estarás consiguiendo que el teléfono dure más.
No la sobrecargues
Lo mismo sucede cuando hablamos de una carga completa. Debido a que las baterías de iones de litio se ven sometidas a una mayor tensión cuando están completamente cargadas, lo ideal es que la cargues hasta aproximadamente el 80 %.
Sabemos que esto es algo complicado, pues muchos de nosotros dejamos cargando el smartphone toda la noche, pero aquí está la clave. Debes procurar cargar el teléfono cuando vas a estar un tiempo en el mismo lugar, como en casa o en el trabajo, y evitar sobrecargar el dispositivo mientras duermes.
Un cambio de “chip” que puede sentarle muy bien a nuestro teléfono.
No abuses de la carga rápida
Nadie va a criticar ni argumentar que las tecnologías de carga rápida no son un gran ahorro de tiempo. Este es uno de los grandes avances de los últimos años, y poder rellenar por completo (o, como hemos recomendado, hasta el 80-90%) la celda del móvil en menos de una hora, es una auténtica ventaja.
Pero, si tienes la intención de maximizar la vida útil de tu batería, probablemente deberías racionar esta herramienta, pues se ha demostrado que usar estas velocidades de carga pueden llegar a estresar y dañar tu batería, especialmente si tienes un teléfono más antiguo. Los más modernos integran tecnologías de preservación de la celda para alargar la cantidad de ciclos soportados por estos sistemas de recarga.
Por otro lado, cargar el móvil lentamente es bueno. Incluso dejar el smartphone conectado al ordenador o portátil ayudará a preservar la celda del terminal, pese a que el nivel de carga no sea el mismo que el del cargador.
Ojo a la carga ‘inactiva’
Como hemos dicho, cargar el móvil durante toda la noche o durante el día es un hábito muy común, pero no se recomienda por varias razones.
En primer lugar, la carga continua por goteo de una batería llena puede causar problemas con el litio metálico que se aloja dentro del componente, lo que reduce la estabilidad a largo plazo y puede, en casos excepcionales, provocar fallos de funcionamiento y reinicios en el sistema.
Poro otro lado, vamos a sobrecargar el smartphone por encima del 100%, como indicamos unas líneas más atrás. Esto, además, crea un exceso de calor causado por el sobrante de energía y, como puedes leer a continuación, el calor es muy mal amigo de este componente.
Evita las altas temperaturas
Junto con todo lo anterior, la temperatura es el principal factor que afecta a la longevidad de nuestro móvil, no solo de la batería. Te ponemos un ejemplo sencillo, un mismo móvil va a disfrutar de una mejor vida si se usa y expone al clima en Asturias, que si se usa en Sevilla.
El motivo es que las altas temperaturas estresan la batería y hacen que pierda capacidad mucho más rápidamente que cuando se mantiene a temperaturas más bajas. Una celda que funciona entre 25 y 40 grados, mantendrá entre el 85 y 95% de su capacidad después del primer año, siempre y cuando la hayamos cargado como hemos comentado. Sin embargo, si regularmente trabajamos por encima de los 40 grados, en el mismo periodo de tiempo perderemos un 20% más de capacidad.
Usa los cargadores originales
Cuando compramos un teléfono móvil, salvo excepciones, suele venir en la caja el cargador original del smartphone. Esto nos da la seguridad de que ha sido fabricado por la misma marca y no está ensamblado por otros fabricantes autorizados. Usarlo, supone una gran lista de beneficios que no deberíamos ignorar.
Así, por ejemplo, sabemos que vamos a obtener siempre el voltaje correcto, la corriente puede estar por encima de lo indicado, pero si está por debajo, tendrás problemas. De hecho, si compras uno de esos adaptadores de corriente súper baratos que puedes encontrar en numerosas tiendas, lo más probable es que degrades de forma bastante grave la vida útil de la batería y expongas el smartphone a riesgos innecesarios.
Sabemos que los cargadores originales, sobre todo los que no vienen en la caja del dispositivo, suelen ser más caros, pero merece la pena pagar algo más de dinero por tener la seguridad de que el adaptador de corriente va a funcionar de la forma óptima con nuestro smartphone.
La forma óptima de cargar el móvil
Ahora que ya sabes lo que debes y no debes hacer, te resumimos en unas pocas líneas cuál es la mejor forma, o, mejor dicho, la forma óptima en la que debes cargar tu teléfono móvil:
- Evita el ciclo completo (0-100%) y la carga nocturna. En vez de hacer esto, recarga tu smartphone antes de acostarte, aunque no llegue al porcentaje máximo. Como ya hemos dicho, es mejor dejar el smartphone al 80 o al 90% antes que llenarlo al completo.
- Utiliza tecnologías de carga rápida con moderación y nunca cuando haga demasiado calor. De ser así, desactívala.
- Como hemos dicho, el calor es el mayor enemigo de la batería, así que procura que el lugar de carga esté fresco y evita rodear el móvil de otros elementos. También es recomendable quitar la funda antes de conectar el smartphone al cargador.
- No juegues o uses el smartphone de forma intensiva mientras lo recargas. Estas cargas de trabajo solo van a conseguir que el terminal se sobrecaliente y reducir el tiempo de vida de la batería.