Desde tiempos inmemoriales el root es una práctica bastante extendida entre los usuarios para poder exprimir todas las características de su teléfono sin límites establecidos por el fabricante en cuestión. De este modo, las oportunidades de personalización y desarrollo alcanzaban un siguiente escalón en lo que a libertad de elecciones se refiere.
Si bien es cierto que con el paso de los años se ha diluido su puesta en marcha. Principalmente, porque cada vez los software propios de cada compañía ofrecen menos trabas a la hora de proporcionar un aspecto único y diferenciado a nuestro móvil a través de un número de opciones que es mayor a medida que pasa el tiempo. Aun así, algunos siguen apostando por rootear el terminal, pero existe la duda de si cualquier puede someterse al proceso.
Ni una excepción
Si dispones del suficiente conocimiento de esta materia no habrá dispositivo que se te resista. Es totalmente posible llevar a cabo el procedimiento para eliminar las barreras que impone la compañía encargada del desarrollo del terminal y su capa de personalización.
Puede resultar sorprendente, pero ni siquiera los iPhone de Apple son inmunes al root. La principal diferencia es que en lo que respecta a los smartphones de la empresa estadounidense este método se conoce como Jailbreak.
Existen diversos aspectos entre ambos conceptos que muestran cierto contraste, pero la finalidad de las dos es exactamente la misma: garantizar al usuario la posibilidad de convertirse en el amo y señor de su teléfono sin ninguna restricción de por medio por parte de las empresas.
¿Merece la pena?
Tal y como hemos mencionado al inicio, rootear un móvil cada vez es una práctica menos usual. El principal motivo es porque las marcas ponen todo su empeño en ofrecer al usuario una experiencia lo más óptima posible. Prueba de ello son las novedades de personalización que acompañan a Android 12. Las herramientas para configurar el software a nuestro gusto son más extensas con el paso de los años y puede que no merezca la pena correr el riesgo.
Cabe destacar que el simple hecho de iniciar el root conlleva la pérdida de la garantía del producto. Esto significa que si tu terminal sufre algún tipo de daño que provoque que su funcionamiento no sea adecuado tendrás que pasar por caja para solucionar el problema. Además, hay que ser cuidadoso con lo que toqueteamos. Si no controlas este tema en condiciones podrías crear brechas de seguridad sin darte cuenta.
Todo depende de tu entendimiento sobre la cuestión. Dadas las circunstancias y la posibilidad de realizar root a cualquier teléfono es recomendable que optes por hacerte con un segundo terminal que puedas trastear a tu gusto. De este modo, si ocurriese algún tipo de fallo en el proceso tendrías a tu disposición tu smartphone principal.
Igualmente, te aconsejamos que sigas los pasos de un experto en esta temática para que no se produzca un error que deje noqueado al dispositivo. No hay duda de que puede traer ciertos beneficios, pero solo si haces uso de él adecuadamente.