Seguramente sea una cuestión que te has planteado muchas veces, nosotros lo hemos hecho en innumerables ocasiones y creemos tener la respuesta. El apagón de finales del mes de abril nos ha abierto una nueva puerta a esta cuestión, y es que hay muchas personas que se sentían raras e inseguras sin el teléfono móvil mientras que otras estaban increíblemente felices de no tener que estar pendientes del teléfono.
Para poder responder a esta cuestión tendríamos que pasarnos un día, o más tiempo, sin el móvil. No parece sencillo que a día de hoy decidamos renunciar voluntariamente al móvil, sin embargo hay estudios que demuestran que podríamos vivir perfectamente sin él, que es cuestión de acostumbrarse y que en realidad no somos tan adictos al teléfono inteligente como a otras cosas que vienen con él, como la interacción social.
Muchos estudios han profundizado en el tema y hay algunos que nos llaman especialmente la atención, por eso te contamos qué es lo que dicen estos y si realmente podríamos vivir sin smartphone, bien sea una temporada corta o algo más largo.
Esto es lo que dicen los estudios sobre vivir sin móvil
Un estudio de la Universidad de Málaga de hace unos años ha podido demostrar que los jóvenes pueden padecer frustración y ansiedad sin el smartphone, pero al final después de una semana sin él aprenden a vivir perfectamente sin necesitarlo. No es el primer estudio que va en este sentido para estudiantes y los resultados son muy parecidos. A partir del cuarto día es cuando empezaban a sentirse más libres y tener más tiempo para hacer otras cosas. Al final, la adición al móvil o el abuso de él nos priva de tiempo para hacer otras cosas más importantes como ir a una caminata, pasar más tiempo en familia o hablar de tú a tú con los que nos rodean.
Otro estudio ha demostrado que lo que nos vuelve adictos al móvil es la interacción social que nos permite, según confirmaron científicos de la Universidad de Granada. El móvil no es el verdadero problema, sino para qué lo usamos, algo de lo que quizá no seamos tan conscientes y nos hacen pasar más tiempo del que deberíamos en él. Al final, si sabemos controlarlo podemos redescubrir nuevas forma de conectar que teníamos olvidadas.
No parece sencillo, pero según se ha demostrado pasar tan solo 3 días sin el móvil tiene muchos beneficios sobre nuestra salud mental y emocional, algo que abala la Universidad de Heidelberg, aunque en caso de buscar cambios psicológicos más profundos necesitaríamos restricciones más prolongadas. La tecnología tiene muchos beneficios, como lo tienen los smartphones, por lo que en realidad tras conocer el impacto que tiene sobre nosotros la clave está en buscar un uso equilibrado y consciente del teléfono móvil.
No creemos posible que en los tiempos en que vivamos podamos renunciar al teléfono móvil para siempre, a menos que recluirnos y renunciar a sociabilizar, sin embargo somos conscientes de las ventajas que es pasar unos días sin estar pendiente del móvil ni usarlo. De hecho ‘desintoxicarnos de él’ durante unos 3 días o una semana es una muy buena cura, pero en caso de no poder solo con renunciar a usarlo prácticamente para cada cosa o dejarlo de lado en algunas ocasiones ganaremos mucho tiempo y mejoraremos nuestro bienestar. No tenemos por qué vivir sin él, pero tampoco vivir para él. Aunque no parece fácil, si otros han podido no dudamos de que nosotros también lo haríamos llegado el caso.