Cuando estamos mirando el móvil que vamos a comprar, nos detenemos en su cámara, la pantalla e incluso notablemente en el diseño, pero hay más cosas importantes. Entre las que recomendamos fijarnos está la batería y sus sistemas de carga, lo que puede terminar provocando que estemos contentos o desilusionados con nuestra inversión.
La popularidad de la carga inalámbrica en los últimos años ha provocado que muchas personas quieran tener en su poder esta característica, aunque te adelantamos que no es algo para todo el mundo. Antes de que te lances de lleno a pagar más dinero por un smartphone con esta tecnología, deberás fijarte bien en todo lo que tenemos que contarte, una serie de verdades que hemos descubierto en nuestras propias manos, ya que en el día a día no hemos usado tanto este extra como pensábamos.
No todos disfrutan la carga inalámbrica
Debemos tener claro que la carga inalámbrica necesita que dejemos el móvil apoyado en una superficie fija durante un tiempo, es decir que en ese periodo de tiempo lo ideal es no interrumpir la carga demasiado, de lo contrario no terminará jamás. Es por eso, que si necesitamos seguir utilizándolo mientras se carga, ya deberíamos ir descartando que el teléfono tenga este extra.
Todas las personas que suelen vivir con prisas tampoco deberían tener la necesidad de escoger un terminal que se carga sin cables, dado que la velocidad se limita muchísimo y volveremos a los tiempos de espera de hace años. Ahora que las cargas rápidas llegan de media a los 67 W de potencia y unos tiempos de carga de aproximadamente media hora, es decepcionante tener que esperar más de una hora para que se cargue por el aire.
En nuestra experiencia, hemos tratado de adaptarnos a la carga inalámbrica, dándole un aprobado, aunque solo mientras trabajamos. Por otra parte, cuando no teníamos la necesita de estar varias horas sentados sobre una silla y trabajando delante de una pantalla, hemos acabado por recurrir al cable para poder usarlo cuanto antes. Esto además nos evita deteriorar la batería con tantas cargas y descargas por cogerlo continuamente.
La buena noticia, te ahorras mucho dinero
Si te ha pasado como a nosotros, te has dado cuenta de que un móvil con carga inalámbrica no está pensado para ti, te agradará saber que ahora tu presupuesto puede ser más bajo, entre unos 100 y 200 euros más bajo. Esto no nos hará perder por el camino buena batería, cámaras o potencia, ya que hoy en día, en el extenso catálogo de móviles que existen, también vamos a encontrar todo esto sin tener que vernos resignados por culpa del tipo de carga.
El mejor ejemplo lo tenemos en los teléfonos de Xiaomi, donde podemos hacernos con el Xiaomi 12T y sus 120W de potencia, aunque sin carga inalámbrica. Así, al compararlo con otros gama alta, nuestro bolsillo sale ganando.
Ya no solamente nos ahorraremos un importante dinero en comprar el teléfono, sino que además no vamos a tener que comprar un cargador inalámbrico compatible. Sabiendo todo esto, queda en nuestras manos tomar la decisión y decantarnos, o bien por un smartphone que nos ofrezca una tecnología que quizás no aprovechamos o, por el contrario, ahorrarnos ese dinero para otras necesidades.