Los fabricantes no paran de pensar en innovaciones que pueden añadir a sus nuevos teléfonos móviles. La mayoría de estos implementos tratan de convertir la vida de los usuarios en algo más cómodo y llevadero. Una tecnología que se incluyo hace bastante y que muchos utilizan es el NFC.
Esta es una forma de conectar de manera inalámbrica dos dispositivos con la finalidad de intercambiar ciertos datos para llevar a cabo acciones como el pago de un producto. Esta herramienta se introdujo para ahorrar tiempo u olvidarnos de llevar la tarjeta siempre encima para así abstenerse de accidentes desafortunados. Usamos sin cesar el NFC, pero ¿puede producir algún tipo de interferencia? pudiendo provocar que comunique el móvil.
Reducidas al mínimo
Esta tecnología está diseñada para comunicar dos dispositivos mediante la transmisión de datos lo más veloz posible. Esta rapidez a la que se lanzan las ondas o información tiene como consecuencia una reducción de las interferencias con cualquier otro dispositivo que haya a su alrededor. En concreto alcanza una velocidad media de 200 microsegundos en establecer la conexión.
Esto quiere decir que sí, hay interferencias, pero son tan bajas que no influyen en ningún otro aparato tecnológico. Por este motivo es perfecta y segura para realizar los pagos. De hecho, el NFC funciona como una frecuencia de radio tradicional que usa la banda de los 13,56 MHz. Este es otro motivo para pensar que, aunque se produzcan interferencias, estas no producirían ningún trastorno en el resto de los módulos.
¿Qué las produce entonces?
Si sientes que tu smartphone está sufriendo interferencias junto a el resto de dispositivos de tu vivienda no se debe exactamente al NFC. Esto se produce porque las ondas se solapan de forma que la señal no llega como debería al móvil.
Los teléfonos cuentan con un campo electromagnético que suele provocar la gran mayoría de los problemas relacionados con las interferencias, pero se debe única y exclusivamente a tu terminal, no a las funciones que este posea.
¿Cómo evitarlo?
Realmente estamos hablando de una situación que, con el paso del tiempo, es más difícil que ocurra, puesto que los fabricantes ponen empeño para que estos casos no se produzcan.
Si por el contrario has detectado con certeza que tu móvil no recibe la señal adecuada deberás alejar lo máximo posible el teléfono del resto de dispositivos. Ni por asomo se te ocurra ponerlo encima de otro.
También es aconsejable que el Bluetooth permanezca desactivado y utilizar la conexión por WiFi, ya que esta no produce las mismas interferencias que una red 4G.