Rootear tu teléfono móvil es una práctica que permite abrir un abanico casi infinito de posibilidades de personalización del sistema operativo. A través de él se pueden modificar diversos aspectos del dispositivo y proporcionarle una apariencia a nuestro gusto.
El root es un elemento que llevamos viendo en Android desde tiempos inmemoriales. Este no solo te garantiza la posibilidad de alterar la estética, sino también de exprimir al máximo las funciones que trae el smartphone, aunque ¿merece la pena actualmente?
Las cosas han cambiado
Era bastante habitual hace unos años ver una ingente cantidad de terminales rooteados. Esto se debía a que tanto el software de Android como las respectivas capas de personalización de los fabricantes contaban con herramientas bastante limitadas.
Actualmente, en pleno despliegue de la nueva versión de Android y con los softwares de las distintas compañías desarrollados, no es rentable llevar a cabo el root por diversos motivos. En primer lugar, porque Android 12 trae consigo múltiples formas de personalizar el móvil como es el caso de los fondos de pantalla dinámicos. Por otro lado, puede generar ciertos riesgos irremediables que, dadas las capacidades de los smartphones actuales, no merece la pena correr.
Qué tipo de problemas
No se trata de un procedimiento excesivamente complicado, sobre todo teniendo en cuenta la enorme cantidad de tutoriales que puedes encontrar en Internet. Sin embargo, el simple hecho de iniciar el proceso conlleva algunos problemas.
Lo primero que tienes que saber es qué pasa con la garantía del móvil. Básicamente, esto quiere decir que cualquier clase de errores o daños que sufra el teléfono no los cubrirá el fabricante, por lo que la única opción será pagar por los desperfectos o por un móvil nuevo, es decir, al hacer root se pierde por completo este derecho.
No solo eso, sino que el simple hecho de rootear el terminal deshabilita ciertos parámetros de seguridad que pueden resultar muy peligrosos si no tenemos cuidado posteriormente. Por no hablar de que una equivocación podría significar el bloqueo del dispositivo o de que algunas aplicaciones te negarán el acceso. Es cierto que puede evitarse, pero el control sobre el root debe ser muy alto.
Hoy en día las desventajas superan con creces a las utilidades de rootear un smartphone. Por ello creemos que no merece la pena correr el riesgo. Aun así, si tienes mucha experiencia en esta cuestión lo más probable es que seguirás sacándole provecho. En cambio, si pretendes iniciar tu camino es posible que tu tren ya haya pasado.