La verdadera obsolescencia programada: Se llama batería y te obliga a comprar otro móvil

A pesar de los esfuerzos de las marcas por hacer que tu móvil sea más duradero gracias a contar con muchísimas actualizaciones, nuevos diseños o mejoras de cámara, lo que realmente hace que los usuarios tengan que renovar sus dispositivos es algo mucho más común, la batería, sobre todo cuando ya no aguante el día entero o directamente deje de cargar.
Aunque cada año se lanzan al mercado decenas de modelos con novedades cada vez más sofisticadas y con tecnología puntera, la mayoría de los usuarios no cambia de móvil por moda ni por falta de actualizaciones. Lo que de verdad indica el momento de abandonar tu viejo dispositivo es que la batería empiece a fallar. Cuando ya no dura lo suficiente o ni siquiera permite una carga completa, muchos deciden que ha llegado el momento de buscar el cambio.
La batería, el talón de Aquiles de los móviles
En la mayoría de casos, un móvil puede seguir funcionando bastante bien pasados dos o tres años. Las apps funcionan, la cámara hace fotos buenas y las redes sociales no te dan problemas para entrar. Pero si hay un componente que se degrada inexcusablemente con el uso y esa es la batería. Y cuando falla, no hay software ni diseño que lo compense. (A menos que cambies la batería).
Las baterías de iones de litio, que están presentes en casi todos los smartphones actuales, tienen una vida útil limitada: tras unos 500 ciclos completos de carga y descarga, su capacidad empieza a bajar de forma palpable. Esto significa que, con el tiempo, el usuario tendrá que cargar el móvil hasta dos o tres veces al día, o incluso cargar con una batería externa constantemente.
Señales claras de que tu batería pide cambio
Los síntomas son fáciles de ver. El primero es muy claro, y es la reducción de la duración, si el móvil pasa del 100 % al 50 % en apenas una hora con un uso normal, es señal de que algo no va bien en el interior de tu móvil. También es habitual que el teléfono se apague de forma inesperada, incluso cuando el nivel de batería indica un 20 % o más. Otro problema frecuente es que la carga no pase del 80 % o que se quede estancada, algo que suele deberse al desgaste de las celdas internas.
Y no menos importante: el sobrecalentamiento. Si al cargarlo el móvil se calienta más de lo normal, puede deberse a que la batería está deteriorada o seriamente dañada. En casos extremos, se puede llegar incluso a hinchar, y explotar, algo que supone un riesgo físico real y obliga a dejar de usar el dispositivo radicalmente.
¿Cambiar la batería o cambiar de móvil?
Aunque las marcas permiten sustituir la batería por una nueva, algunas lo ponen realmente difícil, o te sale excesivamente caro. Entre carcasas selladas, componentes ultra delicados y precios elevados del servicio técnico, muchas personas optan directamente por cambiar de móvil cuando la batería da problemas a la primera de cambio y de forma notable. Esto ha contribuido a una renovación más frecuente, no por capricho, sino por necesidad.
Después nos encontramos con que hay modelos que tienen un precio de cambio de batería demasiado elevado, que hacen que te lo pienses bien a la hora de cambiarla. Si lo haces por tu cuenta y riesgo puedes acabar dañando algo en el teléfono, y arruinar la garantía si la tienes. La decisión a veces se vuelve complicada, pero en otros casos lo que hace es que te plantees seriamente cambiar de móvil, y es que además las ofertas frecuentes contribuyen a ello. No hay ley por muy europea que sea que acabe con esta tendencia, siempre hay algo…