A nadie le sorprenderá si decimos que la Xiaomi Mi Band 6 es el wearable más popular del mercado. Y si no este modelo en concreto, sí toda la estirpe que le ha precedido a lo largo de estos últimos años. Ahora conocemos que la variante más deseada de esta pulsera, está más cerca que nunca de llegar a Europa.
Y es que la pulsera sigue siendo de las mejores, si no la mejor relación de prestaciones y precio del mercado. Sobre todo cuando pasan unos meses tras su lanzamiento y su precio se desploma. Un interés por la pulsera que Xiaomi va a avivar con un nuevo modelo en Europa.
La Xiaomi Mi Band 6 NFC pasa por una certificación clave
Si algo se le ha pedido a las sucesivas Xiaomi Mi Band a lo largo de estos años, ha sido el lanzamiento de una versión con NFC. Esto ha sido así solo en China, donde las últimas generaciones de esta pulsera se han estrenado con NFC, una conectividad con la que los chinos pueden entrar en el transporte público o incluso hacer pagos. Pero esta versión nunca ha llegado a Europa, lo más cercano que hemos conocido ha sido la Mi Band 4 en su versión rusa, que estrenaba NFC junto a un programa piloto con Mastercard.
Pero parece que el momento de que la Xiaomi Mi Band 6 se lance en Europa con NFC está más cerca que nunca. Sobre todo si atendemos a su paso por la certificación Bluetooth SIG de la Xiaomi Mi Band 6 NFC en Italia. Lo que quiere decir que la firma china ya estaría preparando el desembarco de la pulsera en el país mediterráneo. Lo que quiere decir evidentemente que podríamos disfrutar de esta pulsera en Europa muy pronto y esperamos que sin fallos en el NFC por parte de Xiaomi como hemos visto en móviles.
¿Qué esperar de esta nueva variante?
El paso de la Xiaomi Mi Band 6 por la certificación deja muy claro que estamos a punto de conocer la nueva versión de la pulsera, esa que tanto han deseado muchos usuarios. Y lógicamente la clave estaría en esa conectividad NFC. Con ella, y una vez bien desarrollado el ecosistema de pagos y pasarelas compatibles, lo normal es que su estreno en Europa venga acompañado de la compatibilidad con aplicaciones como Google Pay.
De ser así, podríamos pagar con ella en cualquier establecimiento, como lo hacemos con el teléfono habitualmente. Sin duda sería un enorme salto de calidad, que por supuesto debería traducirse también a un precio mayor. Si el modelo actual de partida cuesta 44,99 euros, no sería de extrañar que un modelo con esta conectividad pudiera costar 54,99 o 59,99 euros.