Uno de los aspectos que más nos preocupan de los móviles es la batería, tanto si nos referimos a un teléfono que ya tiene varios meses o años, pero sobre todo en los nuevos. Nadie quiere estrenar un móvil y toparse con un problema de batería, por eso tendemos a obsesionarnos fácilmente con la energía que consume y eso puede llegar a darnos muchos quebraderos de cabeza.
Obsesionarnos con las celdas es algo que le puede ocurrir a quien más y a quien menos entiende, pues en mi caso, en más de una ocasión he tenido que autocensurarme para no convertir el estreno de un móvil en un auténtico problema. Podemos pensar que la batería baja realmente muy rápido, comparándolo con nuestro antiguo smartphone y estaremos en lo cierto, pero esto tiene sus razones, las cuales debemos conocer para comprender realmente lo que ocurre dentro del dispositivo y en consecuencia dejar de pensar en ello.
Todas las baterías pasan por una mala racha
Lo primero que debemos saber es que una batería nueva suele venir acompañada de fluctuaciones extrañas. Esto quiere decir que un día, en la primera semana de uso, podemos encontrarnos de repente con una bajada del 10%, mientras que en el resto de días su bajada ha sido menos pronunciada. Esto ocurre porque está aprendiendo a regularse, al mismo tiempo que se pone en funcionamiento el material que compone las baterías de iones de litio, donde los electrones van haciendo sus cambios para alimentar al smartphone, a veces de forma confusa, hasta que se ‘ordenan’ correctamente.
Aunque muchos tienden a pensar que la batería ha bajado mucho porque no hemos hecho una primera carga completa o porque no hemos dejado que el móvil se descargue por completo, debemos ir quitándonos de la cabeza estos antiguos mitos para cargar un móvil nuevo, ya que en la actualidad han desaparecido. Solamente debemos preocuparnos porque el terminal no baje del 15%, aproximadamente, es lo único que le afecta negativamente.
Poco a poco, con el paso de los días, la batería irá aprendiendo a estabilizarse por sí sola y la propia inteligencia que tiene el smartphone le ayudará a conocer nuestras rutinas, para saber cuándo es momento de recibir constantemente todas las notificaciones y cuando puede entrar en modo reposo. La paciencia sienta muy bien a las baterías en esos primeros días.
Hay poco que podamos hacer para controlarlo
Al estrenar el móvil es habitual pararnos más horas con él en la mano y prestar mayor atención al porcentaje de batería, por ello también estamos obsesionándonos más con su rendimiento. Ya hemos explicado que sus bajadas de energía son habituales al principio y ante ello no podemos hacer prácticamente nada, solo nos queda esperar y con el tiempo se autorregulará. En estos días de iniciación con el smartphone en nuestras manos, recomendamos aprovechar para saber exactamente lo que necesitamos tener activado y lo que no. Por ejemplo, si tenemos activado el 5G, pero no contamos con una tarifa que lo ofrezca, es momento de remediarlo y de paso ayudar a la batería, lo mismo sucede con otras opciones, como por ejemplo la que enciende la pantalla con cada mensaje de WhatsApp que recibimos, un gasto de energía en la mayoría de casos innecesario.
En caso de que estrenemos un móvil Xiaomi, uno de los mejores consejos que os podemos dar pasa por entrar en Ajustes > Batería y acceder al botón que nos aparecerá en el que nos muestran consejos para optimizar la energía. Aquí podremos marcar todos aquellos consejos que nos vienen bien, para ir poco a poco controlando el consumo de la batería. Aunque a pesar de esto no esperes milagros, los primeros días siguen siendo de adaptación.
Como último consejo y quizás el mejor que os podemos dar, os invitamos a desactivar de la pantalla el porcentaje de batería, tanto en Android como en iPhone esto nos hará quitarnos un problema ante nuestros ojos. Solo cuando realmente nos quede poca batería y veamos cambiar de color el icono, nos preocuparemos por cargarlo, el resto del tiempo no estaremos constantemente pendientes de la energía restante.