De buenas a primeras los smartwatch se han convertido en un compañero inseparable y, com oa todos nuestros demás dispositivos, hay que saber cómo cuidarlo. Muchos piensan que son equipos tan sencillos que no corren peligro de ser atacados por terceros, pero la verdad es que hackearlos no es tan complicado.
Nos dicen la hora, monitorizan nuestro ritmo cardíaco, cuentan nuestros pasos, y hasta nos notifican mensajes o llamadas. Pero, ¿alguna vez te has preguntado si también pueden ser la víctima perfecta para que les entre un virus? Ya te lo adelantamos nosotros: La respuesta es sí y, por eso, hay que saber cuáles son sus debilidades y cómo fortalecerlas.
¿Cómo puede entrar un virus al reloj?
Uno de los grandes problemas de estos pequeños dispòsitivos que forman parte de nuestra vida conectada es que no hay un estándar universal de seguridad para ellos. Es decir, al costar menos, son muchos los fabricantes que lanzan productos al mercado sin pasar por rigurosas pruebas de ciberseguridad. De esta forma, aunque sea algo desconocido por el gran público, la verdad es que son un blanco ideal para hackers que buscan explotar datos personales, espiar actividades o incluso manipular el dispositivo de forma remota.
Piénsalo: ¿Sabes que antivirus o que configuraciones de seguridad tiene tu reloj? No verdad? ¿Y tu ordenador o móvil¿ Ahí la cosa cambia, ¿a que si¿
Información en peligro
Aunque creas que los relojes solo dan la hora y replican notificaciones, la verdad es que un smartwatch recopila muchos más datos de lo que imaginas. Tenemos información de ubicación GPS, hábitos de sueño, ritmo cardíaco, calendario, información bancaria (si haces pagos con él), y más. Aunque esta información por separado puede no parecer crítica, al combinarla, se puede construir un perfil muy detallado de tu vida diaria.
Si esta información cae en manos equivocadas, puede ser usada para suplantar tu identidad, acceder a tus cuentas o incluso manipular tus hábitos sin que lo notes.
¿Y cómo podrían hackearlo?
Hay varios métodos por los que un ciberdelincuente puede acceder a un smartwatch. Kaspersky, una de las principales empresas de seguridad a nivel mundial, nos dice como los atacantes se cuelan en nuestros relojes:
- Apps falsas o maliciosas: Especialmente si descargas fuera de tiendas oficiales, puedes descargar aplicaciones con acceso a tus credenciales o que pueden extraer datos sin que te des cuenta.
- Bluetooth con cifrado débil: Muchos smartwatches se conectan a otros dispositivos mediante Bluetooth Low Energy, que en algunos casos puede ser forzado por atacantes si no está bien encriptado.
- Acelerómetros: Aunque suena como ciencia ficción, algunos estudios han demostrado que es posible deducir contraseñas o patrones de escritura simplemente analizando el movimiento del usuario con este sensor.
- Contraseñas por defecto: Muchos relojes, especialmente los baratos, vienen con contraseñas predeterminadas que no se cambian y pueden encontrarse fácilmente en la Red.
- Mensajes de texto manipulados: Algunos modelos para niños pueden ser reprogramados simplemente recibiendo un mensaje con código específico. Esto permitiría al atacante tomar control del reloj, rastrear la ubicación o incluso hacer llamadas.
Así que ya sabes, no confíes tanto en tu reloj y protégelo bien, pensando que es igual de vulnerable a ataques que cualquier otro dispositivo informático.