Normalmente los pedidos de Just Eat suelen llegar bien y a tiempo, aunque siempre puede haber algún retraso con respecto al tiempo estimado, lo que puede ser normal siempre que no se repita con frecuencia y no sea demasiado exagerado. Sin embargo, sí que puede darse el caso de que el pedido, pagado y confirmado, no llegue. Te pasas esperando y esperando y esperando hasta que llega el momento en que te des cuenta de que quizá no vaya a venir.
Si estás aquí es probablemente porque este sea tu caso, o quieres saber cómo actuar si te sucede teniendo en cuenta que pides comida en Just Eat. Por eso, te contamos lo que debes hacer si tu pedido no llega y temes quedarte sin comer pese a haberlo pagado.
Primeras comprobaciones
Antes de nada, asegúrate de que el pedido ha sido confirmado, porque en caso contrario puede que no te llegue nunca porque la empresa lo ha rechazado, no lo ha aceptado o no estaba abierta en ese momento y aparecía por algún fallo de la app. Lo verás en tu email o desde la app.
A la hora de comprobar el estado de tu pedido en la aplicación o en la web de Just Eat, podrás ver el tiempo estimado de entrega, el nombre del restaurante y el número de teléfono del repartidor. Si ves que el pedido está en camino, puedes llamar al repartidor para preguntarle dónde está y cuánto tardará en llegar. Si el pedido está preparado pero no ha salido del restaurante, puedes llamar al restaurante para averiguar qué ha pasado y si pueden agilizar el envío.
También si estás a tiempo, podrás anularlo. En este caso, no te cobrarán el pedido ni te llegará la comida, así que lo mejor es que busques otro local o app para pedir comida a domicilio. Eso sí, si lo han rechazado después de confirmar tendrás que esperar por tu dinero de vuelta. Es importante tener en cuenta que si la cancelación ocurre después de la confirmación del pedido, es posible que debas esperar un tiempo para que se procese la devolución de tu dinero.
Por supuesto, estar al tanto de las políticas de cancelación y reembolso te permitirá manejar mejor cualquier situación inesperada y tomar decisiones informadas sobre tus pedidos, tanto los presentes como los que hagas en el futuro, para disfrutar de la comodidad de pedir comida a domicilio con la confianza de que tienes el control sobre el proceso y que tus necesidades serán atendidas sin ningún tipo de problema.
Y si ya has tenido problemas en el pasado, es preferible que consideres otras opciones, ya sea otro restaurante o una aplicación diferente de entrega de alimentos a domicilio.
Contacta directamente con el restaurante o local
Teniendo en cuenta que Just Eat puede tardar en responder a tu solicitud y en esos momentos el tiempo es clave, lo que tienes que hacer si tu pedido llega tarde o no ha llegado es contactar directamente con el establecimiento, cuyo número te teléfono verás en el email de confirmación del pedido. También puedes buscar su teléfono en Internet si ese no funciona o está desactualizado por alguna extraña razón, buscando el nombre de la empresa.
Es importante que hagas esto porque el local es el que habrá preparado tu pedido y te responderá qué es lo que sucede con él. Puede que ya esté en reparto o haya habido algún problema. Just Eat no contacta con el restaurante ni te arreglará nada en este aspecto.
En muchas ocasiones no es que no te vaya a llegar, al menos a nosotros no nos ha pasado nunca, sino que se han retrasado en su preparación porque tienen muchos pedidos o el repartidor se demora en la entrega. Quizá no haya repartidores disponibles en ese momento. Contacta con el local porque te dirán qué pasa, y si tienen que contactar con el repartidor lo harán ellos. Si pasa el tiempo sin que te llegue, vuelve a llamar para ver qué es lo que sucede y reclama al local, el cuál debería darte una respuesta inmediata de lo que está sucediendo con ese pedido que tantos problemas está generando.
Usa Just Eat como último recurso
Si pasa el tiempo y el local no da solución a tu problema, contacta con Just Eat por chat para decirles lo que sucede. Así podrán actuar más rápidamente y arreglarlo en la medida de lo posible. En caso de que nunca te haya llegado el pedido, envía un email a Just Eat y te responderán en un máximo de 24 horas.
Si no estás conforme con la solución que te ofrece Just Eat, puedes presentar una reclamación formal. Para ello, debes guardar todos los comprobantes de tu pedido, como el correo electrónico de confirmación, el recibo o la factura. También debes conservar las pruebas de tu intento de contacto con el repartidor, el restaurante y Just Eat, como las llamadas, los mensajes o los correos electrónicos. Con estos documentos, puedes enviar una carta o un correo electrónico a la empresa exponiendo tu caso y solicitando una indemnización por los daños y perjuicios sufridos.
El problema es que tardarás un poco en recuperar el dinero y además tendrás que plantearte si pedir en otro sitio, hacerte tú la comida o quedarte sin comer porque no va a llegar nada. Por suerte no es lo más habitual y es algo que podría pasar en Just Eat como en cualquier otra app de comida a domicilio.
¿Y si Just Eat también ‘pasa’?
Just Eat debería responder a tu reclamación en un plazo máximo de 15 días hábiles, según establece la normativa de consumo. Si no lo hace, o si la respuesta no te satisface, puedes acudir a otras vías para defender tus derechos.
Una opción es presentar una reclamación ante la Oficina de Información al Consumidor de tu localidad, o ante la Dirección General de Consumo de tu comunidad autónoma. Estos organismos pueden asesorarte sobre los pasos a seguir y tramitar tu reclamación de forma gratuita. También pueden iniciar un procedimiento de arbitraje de consumo, que es una forma rápida y sencilla de resolver conflictos sin acudir a los tribunales.
Otra opción es reclamar a través de una asociación de consumidores, como la OCU, FACUA o ADICAE. Estas entidades pueden representarte y defender tus intereses ante Just Eat o el restaurante, aunque generalmente van a exigirte que te hagas miembro y pagues una cuota de un determinado importe.
Si ninguna de estas vías te da resultado, puedes presentar una demanda por tu parte y seguir tu propio camino legal, si te merece la pena.
Para la próxima vez…
Si eres un amante de la comida a domicilio, pero te ha decepcionado la app alguna vez, Just Eat no es la única opción que tienes a tu alcance. Existen otras alternativas que te ofrecen diferentes ventajas, como precios más bajos, mayor variedad de restaurantes o servicios más rápidos.
Así por ejemplo puedes probar:
- Glovo, una app que te permite pedir no solo comida, sino también cualquier otro producto que necesites, desde medicamentos hasta flores. Glovo cuenta con una amplia red de repartidores que se encargan de llevarte tu pedido en menos de una hora. Además, Glovo tiene acuerdos con muchos restaurantes que no están en Just Eat, por lo que puedes acceder a una mayor oferta gastronómica.
- Deliveroo, otra app que se especializa en la entrega de comida a domicilio. Deliveroo se diferencia de Just Eat por su selección de restaurantes de calidad, que incluye desde cadenas conocidas hasta locales independientes. Deliveroo también ofrece un servicio rápido y eficiente, con un tiempo medio de entrega de 32 minutos.
- Uber Eats, el servicio de comida a domicilio de la empresa de transportes, similar a Glovo, pero se centra exclusivamente en la comida. Tiene una oferta amplia de restaurantes de diferentes tipos de cocina y precios. Además, suele ofrecer promociones y descuentos a sus usuarios.
