5 cosas de iOS que odio y por las que jamás me voy a comprar un iPhone
Nunca me voy a comprar un iPhone, jamás. Al igual que hay mucha gente que no quiere ver un móvil Android ni en pintura, yo no estoy dispuesto a tener un smartphone con el que me voy a sentir limitado en múltiples aspectos. Hoy repaso los 5 problemas que tiene iOS por los que tener un iPhone me parece una decisión pésima.
Cabe destacar que esto es cuestión de preferencias y quienes han tenido un teléfono de Apple toda su vida se negarán por completo a adaptarse de nuevo a la experiencia Android. Yo personalmente siempre he tenido Android, aunque cuando he tenido un iPhone en la mano nunca me ha desagradado, como sí lo han hecho las limitaciones de iOS.
Apple vela por la seguridad de los usuarios en términos de privacidad y esto acaba traduciéndose en algunas medidas algo restrictivas a la hora de configurar un iPhone. Esta junto a otras cuestiones son las que me hacen optar por Android como sistema operativo frente a iOS y estoy seguro de que no soy el único.
iOS y sus principales problemas
Claro está que iOS tiene muchas cosas buenas, como la integración de sus servicios tan optimizada, un rendimiento fluido, brechas de seguridad casi inexistentes y otras ventajas. Pero hay una serie de características que no aceptó y por las que jamás de los jamases voy a comprar un iPhone. Estas son las razones que tengo para pensarlo:
Personalización más limitada
Es cierto que en un iPhone puedes personalizar más la pantalla de bloqueo u otros parámetros como la ficha de contacto de cada usuario, pero a la hora de la verdad se queda corto. Al fin y al cabo solo vemos la pantalla de bloqueo para consultar notificaciones o la hora, mientras que casi toda la acción ocurre en la pantalla de inicio y en este aspecto es muy poco personalizable. Los iconos y la distribución prácticamente no se pueden cambiar, aunque la última versión de iOS parece estar encaminando esto último.
La seguridad limita la experiencia
Está muy bien que los móviles de Apple sean un baluarte de la ciberseguridad, pero la realidad es que los niveles de seguridad tan altos en iPhone acaban influyendo en la experiencia. Es imposible descargar una APK en un iPhone sea como sea, mientras que el proceso para hacer root a un teléfono de la marca estadounidense es también mucho más complejo que en Android.
Interoperabilidad entre dispositivos complicada
El principal problema que tiene iOS es que, si tienes un iPhone, estás obligado a tener prácticamente todo el ecosistema de dispositivos de Apple para aprovechar a fondo sus características. La interoperabilidad ha supuesto siempre un inconveniente entre los usuarios y es por ello por lo que la Unión Europea ha tomado cartas en el asunto para que los usuarios puedan tener una mayor libertad al usar un iPhone y Android por separado.
No hay cajón de aplicaciones
Esta es una de las cosas que más odio de Apple y en pleno 2024 sigo sin entender por qué todavía no han incluido dicha opción. En un iPhone no hay cajón de aplicaciones, lo que significa que todas las apps que vas descargando se acumulan en la pantalla de inicio, así que solo puedes organizarlas en carpetas. El cajón de aplicaciones resulta esencial para consultar el listado de aplicaciones de tu móvil desde el menú y acceder a cualquiera de ellas o establecer categorías para ellas.
Si quieres probar iOS, prepara el dinero
Otro gran problema de iOS es que no hay forma de probar la experiencia que no sea dejándote un buen dinero en un iPhone. Los que nunca han tenido Android pueden saber lo que se siente de forma económica sin tirar el dinero, pero comprar un iPhone actual te sale por unos 900 euros aproximadamente, mientras que el catálogo de Android muestra alternativas desde los 100 euros.