Una de las tecnologías que han llegado para quedarse a los móviles y que más se han popularizado en los últimos tiempos son las tasas de refresco, las cuales vienen acompañadas de la tasa de respuesta táctil, de la cual no se habla tanto. Este segundo aspecto puede ser tan importante para nosotros como la tasa de refresco y es que resulta indispensable en los resultados que nos transmite el móvil al usarlo.
Al contrario de lo que ocurre con las diferentes tasas de refresco a escoger en un móvil, la respuesta táctil no es algo que podamos configurar en un smartphone y en muchos casos va unida mediante software al panel LCD o Amoled para sacar el máximo partido del mismo. Con la siguiente explicación conocerás en qué consiste la respuesta táctil y además lo que nos ofrece sin darnos ni tan siquiera cuenta.
Los toques en la pantalla no son siempre iguales
Con la respuesta táctil lo que conseguimos es que el panel pueda identificar los toques, movimientos e incluso la presión mediante software que estamos ejerciendo en la pantalla. Esta tecnología lo que hace de forma destacada y principal es identificar un número de veces por segundo los toques en pantalla, algo que tiene relación con otro componentes del terminal como por ejemplo el procesador para ejecutarlo todo y también la tasa de refresco que mostrará los cambios también a alta velocidad.
Anteriormente los smartphones mantenían una respuesta táctil idéntica en todos los terminales, aunque ya incluso en ese momento nos podíamos percatar de que un móvil podía identificar antes los toques con respecto a otro modelo, donde sobre todo entraba en juego el tipo de pantalla y cristal utilizado. Actualmente se trata de una tecnología que no resulta fácil percibir a simple vista, pues los toques que hacemos en la pantalla son rápidos en prácticamente todos los modelos con una buena interpretación en todos ellos pero pueden ser claves en procesos que te vamos a mostrar.
Qué diferencias notaremos con una mayor respuesta táctil
En caso de que nos hagamos con un smartphone que cuenta con una tasa de respuesta táctil de 480 Hz y lo comparamos con un smartphone con una respuesta táctil de 60 Hz, podremos darnos cuentas a cámara lenta de que el tiempo que la pantalla tarda en identificar un movimiento o toque sobre la misma es diferente y más lento en el panel de 60 Hz.
Esto puede ser clave en apps o procesos donde la velocidad es clave, como pueden serlo los juegos. Si estamos tratando de llegar antes a la meta o de acabar con nuestros adversarios, puede ser muy importante que el smartphone reconozca unas décimas de segundo antes el toque sobre el botón de disparar o de acelerar, haciendo que superemos a nuestros rivales. Los smartphones cada vez son más cosas a la vez y esto nos lleva a pensar en que los juegos y el mundo gaming cada vez está más vinculado a los teléfonos.