Así afecta a las ventas de smartphones y operadores el COVID-19 según los expertos
Estamos todavía en plena pandemia de COVID-19, en la fase de desescalada que dentro de unas semanas nos debería llevar de vuelta a la normalidad. Un estudio de IO Investigación nos permite comprender mejor cómo evolucionarán los hábitos de consumo durante y después de la crisis tanto en la las venta de smartphones, como en el negocio de los operadores y el canal retail.
Es evidente que el COVID-19 va a tener un gran impacto en el mercado de smartphones y en el de las operadoras móviles. Pero más daño que el propio virus es el que va a infringir en estos segmentos la creciente desconfianza de los usuarios y potenciales compradores. Antes de empezar comentar que el estudio se ha realizado a través de entrevistas en profundidad a más de 50 expertos entre ellos CEOs, directivos y managers del sector Telco, incluyendo operadores, fabricantes y distribuidores.
“El mercado va a estar polarizado entre marcas premium
low cost y marcas low cost premium”
Smartphones, ¿veremos una caída de los precios?
Este es uno de los aspectos más importantes cuando se analiza por parte de IO Investigación cuál va a ser la evolución del mercado tras esta crisis del COVID-19. Según este estudio, el cómo afectará esta crisis a las ventas y lanzamientos de smartphones tiene respuesta es contundente. Habrá una reducción del precio medio en los próximos meses. A esta situación se le uniría un descenso de las ventas y un aumento del mercado de móviles de precio medio, algo directamente relacionado con el primer punto.
De los fabricantes que podrán aguantar el tipo, hay unanimidad acerca de los tres fabricantes que podrán hacerlo en los próximos meses, esos son Samsung, Apple y Xiaomi. Seguidos muy de cera por Huawei y Oppo. Algo lógico porque son los fabricantes que más venden en nuestro país, por lo que aquellos que hasta ahora han tenido un peor desempeño en el mercado van a ver comprobar cómo esa posición vulnerable en el mercado les va a hacer aún más daño.
Operadores, ¿cómo se adaptará su negocio?
El segmento de los operadores es otro de los que más castigo va a sufrir con esta crisis del COVID-19, sobre todo por los meses en los que han estado, y siguen estando detenidas las portabilidades, algo que lógicamente va a afectar directamente a los balances anuales. Y también por la desconfianza del consumidor respecto del futuro. En esta coyuntura, desde IO Investigación nos muestran cuáles serán las claves en el mercado de operadores a la hora de adaptar su negocio a la nueva realidad.
En este aspecto la fidelización va a jugar un papel clave, siendo la principal prioridad para los operadores. Un área del negocio que estará seguida muy de cerca entre las prioridades de los operadores tanto de la captación de nuevos clientes como de la venta de servicios de TV, que ganan enteros en las cuentas de ingresos como consecuencia de los cambios de hábitos derivados del confinamiento.
Directamente relacionado con este último aspecto, los operadores se van a centrar en aumentar la contratación de ofertas convergentes, que ofrezcan a los clientes soluciones integrales de comunicación, incluyendo servicios de TV y a la vez fidelizando con descuentos más agresivos con los paquetes más completos. La contratación de Internet fijo es otro de los aspectos clave en los que se quieren centrar, un área que crece muchísimo con el aumento del teletrabajo.
Se potenciará mucho la fidelización y el low cost de los operadores. Los servicios relacionados con mayores
crecerán
Por otro lado se espera que los consumidores en estos próximos meses busquen la contratación de tarifas de bajo coste low cost. Lógicamente una peor percepción de la economía por parte de los clientes y el descenso en sus ingresos los empujará a elegir este tipo de tarifas. Por lo que las operadoras deberán trabajar duro para poder equilibrar la balanza de ofertas convergentes y tarifas low cost.
Evolución de la crisis en 2021
Lógicamente esta crisis va a tener un impacto directo en el comportamiento de los consumidores. Un comportamiento que se ve condicionado directamente por su percepción de la economía. De hecho la mayoría cree que la caída del PIB se prolongará hasta 2021. Y que esta caída vendrá propiciada sobre todo por la reducción del gasto en viajes, ocio, y en menor medida por un descenso continuado del empleo.
Los consumidores creen que durante 2021 se seguirán sintiendo los efectos de la crisis que acaba de comenzar. De hecho la mayoría cree que el nivel de gasto personal se reducirá durante 2021. Además, como consecuencia de la crisis se espera que en 2021 el sector de los productos low cost se comportará mejor, y que la llegada del 5G sufrirá un importante retraso como consecuencia de esta contracción en el consumo y en la elección de dispositivos más básicos.
Retail: se llevará la peor parte
El canal retail, sobre todo en algunos sectores como el de la venta minorista de productos de tecnología, lleva en permanente crisis desde hace más de una década, sobre todo con el auge de la venta no presencial. Esto es algo que la crisis va agudizar, ya que sin duda el mayor cambio en los hábitos de comportamiento por parte de los consumidores va a ser su aumento de las compras en los canales no presenciales. El confinamiento ha conseguido que muchos consumidores se familiaricen con las compras a distancia, y es algo que evidentemente va a arrastrar a las ventas presenciales, que tendrán que reinventarse de nuevo.
Lógicamente esta crisis en el retail, que todavía no se había recuperado de la crisis del 2008, en la que hubo un gran numero de cierres, va a suponer también un gran número de cierres en el sector. De hecho se espera que los establecimientos open market sean los más afectados por la crisis, y serán los que tengan que cerrar más puntos de venta. En los resultados no queda claro que los operadores con muchos puntos de venta se vayan a ver forzosamente afectados por la crisis.
Un estudio que sin duda nos da permite contemplar una foto fija de lo que será la evolución del mercado en los próximos meses y durante 2021. Estas semanas de desescalada son cruciales para que estos indicadores evolucionen de forma positiva, así como la contención de rebrote en el otoño, que de ser igual o mas virulento que el actual podría llevar el pesimismo de los consumidores a sus peores indicadores en muchas décadas.