Estamos cerca de cumplir casi un año desde que la EE.UU ordenara a Google (y otras empresas americanas) dejar de trabajar con Huawei. Desde entonces la relación entre ambas marcas se rompió pero, cual Romeo y Julieta, las dos quieren volver a retozar juntas en la misma cama. ¿Se lo permitirá a Google «papá Trump»?
El pasado 19 de Mayo el gobierno americano emitía una orden ejecutiva que obligaba a que las empresas norteamericanas dejen de trabajar con equipos de fabricación extranjera, en una alusión directa a Huawei. Google se vio entonces obligada a obedecer, no sin ciertas reticencias que aseguraban que es mejor colaborar con la marca par «tenerla bajo control» y no dependiendo de un sistema operativo propio.
Desde aquella tarde la firma china ha insistido en que es una situación totalmente injusta, alegando que EE.UU no tiene pruebas de todas las acusaciones vertidas sobre la firma, pero se ha visto obligada a lanzar diferentes modelos sin los servicios de Google, como el Huawei Mate 30 o los últimos modelos lanzados en 2020.
Google, viendo sufrir «a su ex», quiere convencer al gobierno estadounidense de que no vuelva a poner trabas «a su amor».
Google quiere volver con Huawei
Huawei ha trabajado sin descanso en sus laboratorios, no para dar vida a su nuevo sistema operativo para móviles, del que ya hemos visto algunos ejemplos en forma de HarmonyOS, sino para sobrevivir sin los servicios de Google (GMS). Así nacieron los Huawei Mobile Services (HMS), encargados de ofrecer los mismos servicios de localización, pagos, etc… que Google pero sin depender del gigante americano.
Esto, sin duda, no gusta mucho en la sede del gigante americano, quien ahora planea obtener un permiso especial de la Casa Blanca que le permita asociarse nuevamente con Huawei. Curiosamente, un ejecutivo de la firma oriental había declarado unas semanas antes que la compañía no trabajará con Google más, incluso si se elimina la prohibición, aunque esta declaración, por sí sola, puede no representar los deseos de toda la compañía ya que prescindir de todo lo que ofrece Google es una apuesta muy arriesgada.
Por el momento, y a expensas de saber si el gobierno americano atenderá los deseos de Google (o si las elecciones que se celebran este año en EE.UU traen un cambio de líder), la marca de teléfonos inteligentes está dispuesta y ha comenzado a gastar miles de millones en su propio servicio HMS y AppGallery, hoy porr hoy la tercera tienda de aplicaciones más grande del mundo.