Nuestros teléfonos, además de caros en muchas ocasiones, son dispositivos muy frágiles. A estos les afectan de una manera crítica determinados elementos a los que pueden estar expuestos, como es el caso por ejemplo del agua o el polvo. Os contamos algunos trucos para proteger el móvil del polvo o el agua.
Una vez más el sentido común es el mejor aliado de nuestro teléfono para evitar que el polvo o el agua le jueguen una mala pasada. Hay algunos consejos básicos que podemos seguir para evitar que haya daños de este tipo.
Busca la certificación IP68
Para los que estamos todos los días hablando de móviles es algo obvio, pero no tanto para muchos usuarios. Si quieres reducir al mínimo el riesgo de que tu móvil pueda sufrir años por agua, lo mejor es que cuenta con la certificación IP68. Además, que por mucha certificación que tenga, podría entrar agua en su puerto USB, por lo que deberemos secarlo igualmente para que funcione sin problemas.
Si tu móvil cuenta con ella tendrás la garantía de que no se dañará por el agua, dentro de los parámetros marcados por el fabricantes. Estos suelen sumergirlos hasta metro y medio durante 30 minutos. Esta certificación también ofrece protección contra el polvo, por lo que también su construcción evitará que este pueda meterse por ejemplo en la pantalla o en su cuerpo.
O en su defecto la certificación MIL-STD-810G
Esta otra certificación de grado militar garantiza que nuestro móvil ha superado hasta 29 pruebas de resistencia distintas, con las que se ha probado que es resistente a un gran número de elementos de forma notable. Entre las pruebas que superan para obtener esta certificación encontramos de Lluvia, lluvia proyectada, Goteo, y Humedad. Esto garantiza su total resistencia al agua o la humedad intensa por parte de toda la electrónica del terminal.
En el caso del polvo también se pasan otras pruebas, como por ejemplo la de arena y polvo, polvo proyectado y arena proyectada. Por lo tanto si tiene esta certificación o la anterior la protección será total, si cuenta con ambas evidentemente estaremos ante un móvil muy difícil de dañar por estos elementos.
Utiliza siempre una funda
Lógicamente el uso de la funda siempre está recomendado, sea cual sea la situación y la certificación del teléfono. No solo porque lo protege de los golpes, sino porque además lo aísla de la mayor parte del polvo. De tal manera que es menos probable que vaya a aspirar algo de él. En el caso del agua, lo mejor es hacerse con una funda específica para estos casos.
No son caras, y son ideales para poder llevar al cuello nuestro teléfono en la playa o la piscina completamente protegido dentro de una de estas bolsas. Aunque también existen otras fundas integrales, adaptadas al tamaño y forma de nuestro móvil, que lo protege por completo del agua, aunque este no tenga ningún tipo de certificación.
Compra tapones antipolvo o humedad
Los componentes del móvil más vulnerables al polvo son lógicamente los orificios del teléfono, como son el conector de auriculares mini jack y el conector del cargador, ya sea USB Tipo C, Lightning o MicroUSB.
En todos estos casos podemos comprar tapones específicos, en muchas ocasiones también decorativos, que impiden que el polvo entre en el teléfono. Estos tapones también son recomendables en el caso de mojar el teléfono, incluso si cuenta con una certificación suficientemente efectiva.