Aunque las cámaras réflex profesionales siguen mirando por encima del hombro a los smartphones, es indudable el enorme avance que esta industria ha llevado a cabo en los últimos años en el apartado de la fotografía. No solo ha sido un trabajo de aumentar sensores y capacidades, ya que también ha entrado en juego una labor de miniaturización para que todo pueda entrar sin que el tamaño, el grosor o el peso de los móviles, se vea excesivamente sacrificado.
Y dentro de esta labor entran los sensores de la cámara de los móviles, capaces de conseguir resultados que comienzan a rivalizar con aquellas imágenes profesionales que hasta hace poco parecía estar en una cima inalcanzable. Parte del éxito o fracaso de que nuestro móvil ofrezca un buen resultado tiene que ver con el trabajo que los sensores pueden realizar y por supuesto con su capacidad de enfoque.
Métodos de ayuda al enfoque
Para ello, las lentes de nuestros móviles cuentan con mecanismos electrónicos automatizados de ayuda al enfoque, que evitan que el usuario tenga que realizar un ajuste de forma manual, para intentar ahorrar tiempo logrando el resultado esperado. Estos sistemas permiten ajustar la distancia focal de la lente para conseguir una imagen nítida en diversas condiciones de luminosidad. Moviendo el punto de enfoque de la lente, podremos obtener la foto deseada o al menos, la claridad adecuada en un objeto o parte de imagen concreta.
Estos sistemas electrónicos de ayuda al enfoque determinan cuando una imagen es borrosa para mover la lente de enfoque y evaluar de nuevo la situación. Este análisis se realiza mediante el contraste entre los elementos de la escena como bordes, líneas o texturas. Dependiendo del móvil, podemos contar con uno o varios sistemas de ayuda al enfoque, pero los más habituales son:
PDAF (Phase Detection AutoFocus)
Es un sistema de enfoque automático muy habitual en los smartphones actuales. Se basa en un procesamiento de imágenes más que en ajustes mecánicos, para obtener el enfoque correcto. Para ello divide la imagen en dos y después, el sistema trabaja internamente para mover la imagen y alinear la lente en consecuencia. Cuando se encuentra alineado obtenemos una imagen enfocada.
Este sistema es muy rápido al no involucrar elementos mecánicos en le enfoque y es positivo para enfocar imágenes y vídeos en movimiento. No obstante se asignará un porcentaje de los píxeles al enfoque, aunque algunos terminales de ahora suplen esta carencia con la tecnología Dual Pixel.
CDAF (Contrast Detection AutoFocus)
Es uno de los métodos más populares, pero cuenta con desventajas respecto al enfoque automático PDAF. Este sistema se basa en el contraste de la imagen que se recibe. El sensor mueve la lente hacia delante o atrás para obtener el contraste de la imagen en la nueva posición. Después se comparan resultados y se busca la mejor posición posible de la lente. Es un buen sistema para imágenes estáticas pero con carencias en movimiento.
Laser Auto-Focus
Este sistema utiliza un pequeño transmisor láser y un receptor. Para enfocar automáticamente envía un rayo láser al destino a fotografiar y rebota para alcanzar el receptor. Usa algoritmos matemáticos para calcular el tiempo que tarda el rayo en golpear y regresar. Es el autoenfoque más rápido y funciona con muy poca luz y es ideal para métodos de detección facial o selfies. Por el contrario, tiene carencias en larga distancia ya uqe el transmisor láser no es muy potente.