La seguridad ha sido y es uno de los elementos más polémicos en el ecosistema Android, y no es porque iOS y iPhone sean ajenos a problemas de este tipo, sino porque los permisos de las apps se han convertido en fuente frecuente de polémicas en el sistema operativo de Google, algo que no tiene visos de acabar a corto plazo, como lo demuestra la noticia que hoy os traemos acerca de Pokémon Go.
Al parecer, Niantic podría haber ido demasiado lejos a la hora de controlar a los jugadores tramposos de su popular juego de realidad aumentada, ya que todo apunta a que Pokémon Go no solo hace cosas en nuestros smartphones que no debería, sino que ni siquiera nos da la posibilidad de evitarlo, ya que es ajeno a los permisos que le otorguemos al juego, algo que pone el foco sobre la seguridad de Android.
La excusa de los 3 avisos para luchar contra los tramposos en Pokémon Go
Niantic lanzó hace poco su política de los 3 avisos, por la cual, un jugador que incumpliera 3 veces las reglas del juego, sería «baneado» del juego de forma permanente. Aunque este sistema no parezca especialmente peligroso a priori, sino más bien bienintencionado, el problema surge en los métodos que Pokémon Go utiliza para comprobar que eres un «jugador legal».
Niantic no quiere que los jugadores de Pokémon Go usen archivos o versiones modificadas del juego, y para ello se ha tomado la libertad de espiar libremente nuestros smartphones, llegando hasta el último rincón de los mismos y ello aunque intentemos impedírselo.
Efectivamente, Pokémon Go analiza nuestro smartphone para comprobar si somos usuarios root o si tenemos algún recovery personalizado instalado, impidiéndonos disfrutar del mismo en caso de descubrir que nuestro dispositivo ha sido rooteado o sometido a algún tipo de modificación.
Así se puede comprobar si echamos un vistazo a este hilo del popular foro Reddit, donde los usuarios del juego han puesto de manifiesto la controvertida técnica usada por Niantic para luchar contra las trampas.
La cuestión es que un smartphone con permisos root podría permitir la instalación de aplicaciones de terceros destinadas a esquivar la seguridad de Pokémon Go, pero a veces el remedio es peor que la enfermedad, ya que para evitar lo anterior, el popular juego se dedica a escanear todo el almacenamiento de nuestro smartphone en busca de cualquier pista que pueda apuntar a que tenemos nuestro dispositivo rooteado.
Y lo peor de todo no es que un juego se tome la libertad de escanear todo nuestro dispositivo sin avisarnos de ello no, lo más preocupante y diría que hasta aterrador es que Pokémon Go es capaz de hacer lo anterior, aunque le neguemos el acceso al almacenamiento a través de los permisos de Android.
La razón es bien sencilla, y es que si un juego como Pokémon Go es capaz de espiar nuestro smartphone incluso en las versiones más modernas de Android, cualquier app podrá hacer lo mismo sin que seamos conscientes de ello y sin que podamos hacer nada para remediarlo, por lo que la cuestión no se limita solo a que Niantic corrija este aspecto del juego, sino que apunta directamente a Google y su sistema operativo, que demostraría estar afectado por un gravísimo bug de seguridad que nos obliga a pensar en que el móvil ha sido pinchado y podríamos ser controlados.
Se han dado reportes de jugadores que han visto como no podían disfrutar del juego por tener instaladas aplicaciones como Magisk Manager o SuperSU, y un usuario afirma incluso que solo el tener una carpeta vacía en su dispositivo creada al intentar instalar MagiskManager de forma fallida, fue razón suficiente para no poder ejecutar el juego.
Coartando la libertad y la privacidad del usuario mientras Google lo permita
Esta noticia es, desde luego, una de esas que nos deja con muy mal cuerpo y que nos hace pensarnos dos veces los datos e información personal que guardamos en nuestro móvil; ya que, si es tan fácil pasar por alto los permisos de Google, nada impide que cualquier aplicación pueda espiar nuestro smartphone e incluso compartir nuestros datos con terceros, lo cual es muy preocupante.
Más allá de eso, también demuestra como una compañía puede saltarse a la torera la política de Google y restringir la libertad del usuario de modificar a placer su smartphone, ya que, a día de hoy, tener un smartphone rooteado o modificado es una práctica completamente legal y ninguna compañía debería tener el poder de impedírnoslo solo porque queremos poder disfrutar de un juego.
En resumen, Niantic ha demostrado jugar muy sucio, y posiblemente debería pagar por ello, pero también puede que nos haya hecho un favor, porque indirectamente nos ha demostrado que Google debe seguir trabajando muy duro para hacer de Android un sistema operativo seguro; algo que no debería ser así en pleno 2018, pero que desgraciadamente parece que es una realidad. Estaremos atentos a futuras comunicaciones de Google al respecto.