Mucho se habla últimamente de la Inteligencia Artificial, especialmente en el mundo de la telefonía móvil, pero ¿para que se utiliza realmente? ¿Qué aporta en un smartphone como el Huawei P20 Pro?
Lo primero que hay que señalar es que no se puede contar con un verdadero sistema de Inteligencia Artificial sólo confiando en el proceso en la nube. Es lo que muchos que anuncian al decir que incluyen sistemas de IA pero pocas marcas añaden verdaderos componentes de hardware que generan sistemas auténticos de Inteligencia Artificial. Esto permite obtener una IA real, que procesa en local pero se vale también de la potencia de todo el entorno cloud. Tiene lo mejor de las dos cosas, muchas más capacidades y, sobre todo, una respuesta casi inmediata.
El Huawei P20 Pro, como antes también el Huawei Mate 10, integran el nuevo Kirin 970, el procesador más potente de la marca china que tiene un detalle importante, además de CPU y GPU, cuenta con un nueva unidad de proceso: la NPU oNeural-Network Processing Unit (NPU). Este es el elemento que dota de una IA real a los nuevos móviles de la firma.
¿Cómo funciona el cerebro de la IA del Huawei P20 Pro?
Llamar “cerebro” a la NPU del P20 Pro no es algo arbitrario. La realidad es que el funcionamiento de este elemento se acerca bastante a como lo hace el humano, salvando las distancias.
Una CPU tradicional se limita a recoger una serie de órdenes y a dar respuesta a estas dependiendo de la programación que puede utilizar. Sería un procesamiento de datos en línea (o en paralelo si tenemos varios procesadores), pero todos ellos cogen una orden, la resuelven y pasan a la siguiente.
La NPU funciona de manera muy diferente. Al igual que en nuestra vida cotidiana recibimos muchos estímulos que nos llevan a resolver un problema o dar una respuesta, la NPU a diferencia de la CPU puede utilizar datos anteriores, soluciones que ha obtenido en toras situaciones, predecir el resultado para anticiparse a una orden, etc.
Esto traducido a casos reales implica que, por ejemplo, la NPU del P20 Pro es capaz de identificar, de saber qué hay en una imagen para luego activar, por ejemplo, un modo de disparo. Pero no sólo eso, sino que es capaz de hacerlo a razón de 2005 imágenes por minuto, 25 veces más veloz que una CPU y gastando 50 veces menos energía.
Y toda esta “inteligencia” ¿en qué se traduce en términos prácticos?
Al final la tecnología no sirve de nada si no es útil, y es lo que se ha intentado hacer con la IA del Huawei P20 Pro. Pero lo primero que tenemos que olvidar es que hay un ente o asistente que quiere traducir nuestros deseos. La IA de Huawei está para, precisamente, que no notemos que está ahí, pero nos ayude en casi cualquier aspecto de nuestra interacción con el teléfono móvil.
Por ejemplo, nuestro P20 Pro es capaz de saber no sólo cuando lo usamos sino cómo lo usamos y, lo más importante, predecir cómo lo vamos a utilizar. Si somos alguien que hace muchas fotos, pasamos el tiempo en redes sociales o nos gusta escuchar música. No sólo eso, sino que lo hacemos más por la tarde ya que por la mañana nos preocupa más el correo electrónico o cierta app de mensajería profesional. Además, el fin de semana somos fanáticos de hacer fotos porque tenemos una nueva mascota, que queremos que salga lo más “mona” posible.
Todos estos estímulos los recoge la NPU y se transforman, por ejemplo, en modelos y estrategias de gestión de la energía para ahorrar cuando hace falta, desactivando este u otro elemento, y estar a pleno rendimiento cuando es necesario. Consiguiendo en la práctica no sólo sacarle más horas a la batería, sino tener siempre energía reservada para cuando más lo vamos a necesitar, y a la larga, una mayor vida útil de la batería.
Otro elemento importante donde se refleja la IA de Huawei es en la fotografía. Cómo hemos comentado antes, el P20 Pro no sólo sabe qué foto estás haciendo sino qué es lo que hay en la foto: si es nuestro hijo/hija, una mascota, comida, un paisaje, si está quieto, si se está moviendo, etc. Esto permite que, sin hacer nada, el propio móvil elige la mejor forma de tomar esa imagen, que va más allá de la veintena de modos que se incluyen. Elementos como el Night Photography Master o la AI Motion Detector permiten adaptar la luminosidad de una escena o seguir enfocando un elemento en movimiento al predecir dónde estará a continuación.
Ni que decir tiene que esto se aplica a elementos como la identificación de los bordes de las imágenes para aplicar un perfecto efecto bokeh o de desenfoque de fondo o que hasta es posible etiquetar las imágenes de manera inteligente para luego hacer una búsqueda tan natural en la galería como “paisajes”, o más allá “paisajes de las vacaciones en XXX”, dado que la IA es capaz también de leer metadatos como la fecha, la geolocalización y acordarse de que en la agenda teníamos unas fechas marcadas como vacaciones.
También podemos encontrar ejemplo de la IA aplicada a la cámara del P20 Pro en la estabilización de imagen para los vídeos y tomas de larga exposición (hasta 8 segundos a mano alzada), dado que la IA es capaz de prever y descartar los fotogramas o fotos distorsionados por el movimiento para lograr un resultado óptimo.
Pero quizás donde más lo notemos es cuando además de configurarse o adaptarse a la situación, el propio móvil nos recomienda cosas como el encuadre perfecto para la imagen que queremos tomar.
En definitiva, la mejor IA, como la del P20 Pro, no es la que nos cuenta “chistes”, sino la que nos ayuda a que el día a día, el uso que le damos al móvil sea cada vez más sencillo y productivo. El usuario no tiene que hacer nada más que ser uno mismo, es el móvil, en este caso el Huawei P20 Pro, el que aprenderá a adaptarse y dar lo mejor de su tecnología.