El ritmo de vida actual nos lleva, inexorablemente, al dominio de los coches eléctricos por encima de los habituales vehículos impulsados por combustibles fósiles. esto, que sin duda es una gran noticia para el medio ambiente, no parece serlo tanto para Apple, a quien el auge de este tipo de transportes les supone un gran problema para el iPhone.
El origen de este problema para el iPhone lo encontramos en un componente que comparten tanto los coches eléctricos como el teléfono de Apple (y de otras compañías): las baterías. La demanda de recursos para fabricar baterías de litio está creciendo considerablemente con el auge de vehículos eléctricos, y esto es algo que puede provocar escasez de stock de materiales para fabricar las baterías de los futuros móviles que aún tienen que llegar al mercado.
Un gran ejemplo al respecto lo encontramos en el cobalto, uno de los ingredientes clave de la batería de iones de litio y cuya demanda se ha disparado en los últimos años. Esta demanda ha triplicado el precio de este material, tal y como puede advertirse en el siguiente gráfico, algo que sufren tanto los fabricantes de coches eléctricos, como los fabricantes de teléfonos móviles y otros dispositivos que funcionen gracias a las baterías de litio.
Apple se asegura el suministro de cobalto
Según podemos leer en Bloomberg, Apple es de los primeros fabricantes en adelantarse a una posible escasez de cobalto para fabricar sus baterías de litio. Actualmente, una tonelada de cobalto tiene un precio de mercado cercano a los 80.000 dólares. Cada batería de iPhone usa aproximadamente 8 gramos de cobalto refinado, mientras que las baterías para vehículos eléctricos pueden llegar a precisar hasta 8 kilogramos. esto quiere decir que con cada batería de coche se podrían fabricar has 1.000 baterías para iPhone. Es por ello que la creciente demanda de vehículos eléctricos puede convertirse rápidamente en un gran problema para Apple.
Anticipándose a futuros quebraderos de cabeza, la firma de Cupertino se encuentra en conversaciones directas con los mineros de cobalto, con la esperanza de comprar el material directamente de ellos, sin que existan intermediarios por medio de la transacción, fijando precios y suministros de forma directa entre proveedor y comprador.
De esta manera Apple quiere evitar posibles problemas para el iPhone asegurándose de que una posible escasez del material genere un gran aumento del precio del cobalto después de que los fabricantes de vehículos eléctricos como Tesla “metan mano” en el mercado.