Unos meses después del lanzamiento del OnePlus 2 la firma china sorprendió a propio y extraños con el lanzamiento del OnePlus X, el tercer terminal de la compañía que abría nuevos mercados gracias a sus especificaciones más «modestas» y a su excelente diseño. El tiempo suele poner a cada uno en su sitio, y parece que en este caso el lugar del modelo X será el olvido, ya que las palabras del máximo responsable de la compañía han certificado su fracaso comercial y el fin de esta efímera gama de producto.
El OnePlus X es un terminal con un excelente diseño, pero que quizás ha quedado totalmente eclipsado por los Flagship Killer que tanto han caracterizado a OnePlus desde su comienzo. Parece que la vida del OnePlus X será limitada, al menos es lo que ha asegurado el responsable de la firma Pete Lau, que ha afirmado que no hay futuro para el OnePlus X y que este modelo no verá una nueva generación en 2016, a partir de ahora sólo se centrarán en un terminal por año y en desarrollar la gama de accesorios junto con Oxygen OS.
Y no sólo eso, no veremos más terminales de OnePlus que su Flagship Killer anual, por lo que se certifica la muerte del OnePlus X y el único plan de diversificación de la gama de la firma que hemos conocido hasta ahora. Entendemos que el OnePlus X se seguirá vendiendo hasta acabar con el stock y que después la empresa se centrará única y exclusivamente en la venta del OnePlus 3 y el OnePlus 2.
¿En qué ha fallado el OnePlus X?
Quizás el peor enemigo del OnePlus X ha sido ha sido llamarse como el Flagship Killer por excelencia. La marca OnePlus aunque es muy joven ya disfruta de una marcada personalidad en el mercado, y el OnePlus X no era digno de ella porque simplemente no es un «Flagship Killer».
El éxito de esta marca estriba en terminales potentes, a la altura la gama alta de los demás fabricantes y un precio muy inferior. Pero el X no ha ofrecido nunca ninguna de estas características, porque su ficha técnica era prácticamente la del OnePlus One, un «Flagship Killer» de 2014 que en 2015 ya no tenía tanto tirón a la sombra del OnePlus 2.
Y comparando el precio del OnePlus X respecto del flagship de la marca en 2015 la diferencia no es tan grande, y a la mayoría de consumidores le ha compensado más hacerse con el verdadero «Flagship Killer» en lugar del OnePlus X, salvo lo que quisieran un tamaño de pantalla inferior. Nadie discute el excelente diseño y acabado de este teléfono, pero sencillamente no ha encontrado su sitio en el mercado.