Se acabó, no habrá que pagar nada más por WhatsApp. Desde hace un par de años se ha estado a vueltas entre los usuarios de iOS que habían pagado por una cuenta y tenían el servicio vitalicio, después que se anunció la irrisoria cuota anual de 0,89 céntimos y finalmente, el día en el que el servicio anuncia que llega casi a los 1.000 millones de usuarios, Jan Koum lo anuncia, WhatsApp será gratis y sin publicidad. Lo que nos deja la pregunta ¿de dónde sacarán el dinero?
WhatsApp ha hecho el anuncio con el comunicado que suele hacer su creador, Jan Kuom, cuando nos cuenta cómo va el servicio en temas de usuarios activos, que se acerca a la increíble cifra de 1.000 millones. En concreto anuncia que WhatsApp será gratis para siempre, en todas las plataformas y sin publicidad. De hecho, el creador de la aplicación ha indicado:
«Naturalmente, la gente podría preguntarse cómo planeamos mantener WhatsApp sin cuotas de suscripción y si significa que con el anuncio de hoy vamos a introducir anuncios y publicidad. La respuesta es no. A partir de este año, vamos a probar herramientas que permitan usar WhatsApp para comunicarse con las empresas y organizaciones. Por ejemplo comunicarse con tu banco si una transacción ha sido errónea o con la aerolínea si el vuelo se ha retrasado. Queremos probar nuevas herramientas para hacer WhatsApp más fácil y potente, brindando al mismo tiempo una experiencia sin publicidad de terceros ni spam.»
Este fin de semana ya teníamos una pista y no era otra que la de la presencia en las líneas de traducción de unas que nos indicaban que estaban a punto de hacer este anuncio.
Sin cobrar y sin publicidad ¿cómo van a hacer negocio?
Lo cierto es que aunque no habrá suscripciones, en WhatsApp tienen claro quien debe pagar y son las empresas, que ya utilizan la plataforma en muchos casos para comunicarse con sus clientes y serán a los que les van a ofrecer herramientas para explotar este canal. La promesa es que no habrá publicidad y el reto será ver cómo lo van a controlar.
Lo cierto es que es el paso que ha seguido también Facebook con Messenger, intentando integrar esta plataforma de mensajería en las transacciones que hacen los clientes en las webs que, además, llevan desde hace tiempo con la posibilidad de loguearse en ellas mediante la cuenta de Facebook de los clientes.
Es decir, que finalmente se han dado cuenta que el «euro» del usuario no es donde está el verdadero negocio y en manos de la empresa de Zuckerberg apuntan a una pieza mucho más suculenta y dispuesta a pagar por llegar a esa masa de usarios que se han olvidado ya del SMS y que tienen en el WhatsApp su principal forma de comunicación.