El OnePlus o mejor dicho su modelo One, fue una de las sensaciones de la telefonía móvil libre en 2014 que fue cuando vio la luz. Desde que se filtró el proyecto y mucho más desde que se puso a la venta con invitación desde abril de 2014, todo ha sido un éxito. No se puede negar que la firma se supo desmarcar del arquetipo de “móvil chino” y creo un producto elitista, de buen diseño y sobre todo mejor precio. Un 40% menos que los grandes. Además, tenía en su interior parte del alma de CyanogenMod, algo que a los usuarios más avanzados les tocaba en su corazón tecno más que nunca y unos geniales 3 GB de RAM con un procesador de primera.
Un millón
El resultado de esas prestaciones, unido a un sistema de venta por invitación, permitió a la firma colocar más de un millón de unidades, algo que ni el mejor plan de los inversores de la marca hubiera contemplado. De hecho la cifra inicial era de unas 50.000 unidades. De ellas, Europa se ha llevado más de 30% de las ventas, lo cual dice y mucho de cuánto gusta este modelo en el Viejo Continente. La verdad es que el One es un equipazo y sobre todo tiene esa gracia, esa magia de los móviles que cuando los tienes en las manos enganchan. Y eso vale mucho en términos comerciales.
Una incógnita
A día de hoy la firma se encuentra en medio de la comercialización del modelo 2 y con rumores de un próximo Mini. Un equipo, el 2, que tiene la compleja tarea de emular las ventas o cuando menos la repercusión de su primer equipo. No es fácil, ya que para empezar las impresiones de los más fieles seguidores de la firma es que el modelo ya no es tan barato. Además Carl Pei, el CEO de la empresa pidió disculpas en público por el retraso de este modelo. Podemos decir que no ha nacido con buen pie. Además y a pesar de usar uno de los mejores procesadores del mercado, el Qualcomm 810, le han reducido la velocidad para evitar problemas de calentamiento, lo que no ha hecho mucha gracia a los fans de la firma, que se jactan de ser grandes conocedores de los interiores y detalles de este tipo de componentes. Ni que decir tiene que no hay cifras de ventas, ni nada que se le parezca lo que deja claro que será imposible emular la gesta del One.
El 2 no es excitante
Seamos claros, el 2 no es tan excitante como lo fue el One. Y quizá eso sea lo más peligroso para la firma, no ser excitante. Perder esa magia puede hacer que las ventas pierdan fuelle, ya que el automárketing de la firma se basa sobre todo en eso… Bueno, algo de anuncios en Facebook y esas cosas, pero poco más, crecimiento orgánico que es lo que más le gusta a cualquier empresario, es decir los usuarios te hacen el trabajo y te ahorras un magnífico dinero en márketing que lo puedes invertir en I+D. Pero volviendo al origen del tema, el 2 no ha calado tanto, no ha dado tanto que hablar y eso podría traducir en unas ventas que pongan a la firma a prueba.
Flagship killer
Para 2016, la firma de Shenzhen filtró al Financial Times, que prepara un “flagship killer” que intentará dar dolor de cabeza a los Apple, Samsung, Sony y demás. No será fácil. Más aún con el OnePlus 2 en el alero, sin brillar como se esperaba y con unos usuarios que solo quieren, hablando en términos musicales, un verdadero hit. Para ello habrá de ofrecer más que la competencia, ser más barato, replantearse el sistema de invitaciones y sobre todo intenso en su diseño y su planteamiento… quizá lo más difícil de todo.