Con iOS 9 podrás actualizar tu dispositivo vía OTA aunque no tengas espacio libre para hacerlo
Seguro que recordáis esa pequeña controversia que se produjo el año pasado con los iPhone de 8GB de capacidad, que apenas tenían sitio para instalarles aplicaciones o llevar mucho contenido encima, por culpa de la cantidad de megas que se comía iOS y otros elementos vinculados.
Obsesión por el espacio
Es por eso que en el desarrollo de iOS 9 está teniendo mucha importancia precisamente el ahorro de espacio, el no gastar sin miramientos los bytes que hacen falta para que en septiembre, cuando se libere la última versión del sistema operativo, los muchos iPhone de 8GB que hay vendidos no se colapsen.
Para conseguirlo Apple está poniendo en práctica varias medidas muy importantes, como por ejemplo que cada dispositivo se descargue las versiones específicas de cada aplicación, dejando a un lado esas para las que no sea compatible. Es decir, si tenemos un iPhone 5, ¿para qué bajarnos una app que contenga las versiones para procesadores de 32 y 64bits? Con bajar solo la primera ya nos debería valer.
¿Y si no tienes sitio para actualizar?
Pero claro, aunque todas estas medidas están muy bien, imaginad lo que pasa cuando llega una nueva versión de iOS y somos los propietarios de un iPhone 5c de 8GB. Un modelo que se ha vendido bastante en los últimos tiempos con esa configuración de capacidad. Pues evidentemente es imposible hacerlo vía OTA: o lo conectamos al PC (o el Mac) y abrimos iTunes o no tenemos nada que hacer.
Pero Apple ha ideado un sistema realmente interesante, muy bien pensado y que permitirá a cualquier usuario de iPhone, tenga la capacidad y el espacio libre que sea, instalar cualquier actualización que nos llegue vía OTA. La solución, que ya puede probarse en la Beta 2 de iOS 9, consiste en desinstalar temporalmente aplicaciones del móvil para conseguir el espacio libre necesario para colocar la nueva versión del sistema operativo.
Es decir, que si la descarga del OS pesa 1,3 gigas, se borrarán contenidos por esa cantidad y algo más (para los procesos), de modo que podamos aplicar la actualización sin problemas. Después, una vez terminada la instalación, el iPhone (o el iPad) restaurará eso que ha quitado y lo dejará en el mismo estado en el que se lo encontró. Eso sí, para mayor seguridad, antes de realizar uno de estos updates mejor os acercáis a la opción de iCloud y le decís que realice un Backup, para tener la versión más actualizada al momento de meterle el OS.
¿Qué os parece esta solución? ¿Creéis que es viable?