El Apple Watch no ha gustado a la Bolsa, a los inversores y a los analistas. O mejor dicho, hablando en términos bursátiles, no les ha gustado como ellos esperaban. Con los datos en la mano la salida del reloj al escenario de Cupertino ha hecho que las acciones cayeran a plomo cuando solo media hora antes subían como nunca al calor de las soluciones médicas y de los nuevos productos de la firma.
La Bolsa y por tanto las acciones son material sensible como pocos y hoy se ha vuelto a demostrar. El día en el que salía a la venta una de las joyas de Apple, el famoso reloj, las acciones han dejado claro qué no les gusta. Al menos por el momento el Apple Watch no está en su lista de favoritos. Para saberlo solo hace falta seguir, como hemos hecho en MovilZona, la evolución de la acción desde que Tim Cook pisó el escenario en Cupertino.
Música celestial
En la primera media hora la acción que abría a 126,60 dólares, caminaba más o menos con tranquilidad. Con lateralidad como dicen los especialistas. De repente la confirmación de la apuesta de la firma por las soluciones médicas y por el imponente MacBook despierta las acciones y hace que el valor suba como la espuma, como en los mejores tiempos de la que es considerada la acción más rentable de la historia. Se llega a rozar los 130 dólares. Cerca de la siete la firma empieza a desvelar su mejor y más esperada novedad, el reloj, el Apple Watch, el wearable del que tanto se ha hablado y ojo, del que tanto “se espera”. La presentación avanza y no hay nada estelar, no hay nada fuera de lo común, no hay nada que deje a la competencia fuera de juego. Nada de pantallas retina o similares que hagan como el iPhone hizo en su día, liderar el sector y sobre todo dejar claro que Apple va por delante en la materia. Nada de lo que los brokers “esperaban” se cumple. Se avecina lo peor.
Tormenta
La acción y por ende los inversores no se lo piensan dos veces y empiezan a vender como locos, la acción cae con más fuerza que ha subido y llega a ponerse por debajo incluso del precio de apertura. La cota de los 125 dólares luce en rojo en las pantallas bursátiles de todo el mundo. La acción entra en pérdidas por la puerta grande. El resto de la sesión ya no habrá sobresaltos, hay poco que contar, la impresión de los inversores es que esta vez al menos, la máquina de las sorpresas de Apple no ha estado muy fina. De ahí su castigo. Han sido solo 45 minutos, pero han sido los peores y lo más importante para los que juegan con el dinero y para las mentes pensantes de Apple que vaya que si analizan todo esto al detalle: el mundo del dinero ha castigado al producto.
¿Supone eso que el equipo no triunfará? Ni de lejos. Es una realidad que no es un buen comienzo pero con un parque de 700 millones de iPhones muchos nos cuesta creer que el reloj no se venda y mucho. Es más lo hará en millones. Otra cosa es que parece que no será el más avanzado, ni el más revolucionario en cuestiones de diseño y demás. Algo que la Bolsa y sus chicos, a su manera, interpretan como hemos visto hoy. Lo malo, es que seguro que muchos inversores pequeños y privados, muchos seguidores de la firma, hoy habrán perdido dinero al confiar en una acción que subía y parecía que subiría más con la llegada del reloj. Así es la Bolsa, impredecible.