Ha pasado por nuestras manos uno de los terminales que más revuelo ha levantado en los últimos meses. Se trata de la actualización del popular Red Rice de Xiaomi, una versión con conectividad 3G para Europa y que da un salto cualitativo al incluir un procesador Qualcomm Snapdragon 400.
La versión internacional del Xiaomi Redmi 1S es uno de los teléfonos más populares que podemos conseguir vía importación, aunque hay alguna tienda española que también lo ha puesto a la venta. Se trata de un terminal por debajo de los 120 euros totalmente compatible con las bandas 900/2100 MHz.
Toma de contacto
La primera impresión que tenemos con el terminal en nuestras manos es más que positiva. Da sensación de solidez, de estar bien construido, sin sensación alguna de endeblez a pesar de los materiales plásticos utilizados para su montaje. El empaquetado de Xiaomi es correcto, con una caja de cartón que incluye en su exterior un ‘rasca’ donde obtendremos un número de serie para poder comprobar la autenticidad del teléfono a través de la página web del fabricante. Se trata de algo importante, debido a la gran cantidad de falsificaciones de este teléfono que corren por la red.
MIUI, como un guante
Aunque el teléfono funciona bajo Android 4.3, este permanece totalmente oculto bajo MIUI v5. Se nota mucho que es el firmware oficial que Xiaomi ha elegido para sus terminales. Hay que tomarse un tiempo para acostumbrarse a su interfaz de usuario pero una vez que conoces sus secretos y funcionalidades te costará mucho volver a las versiones puras de Android. La última versión en español para el teléfono (la v24) incluye todas las Google Apps y elimina casi todas las aplicaciones ‘made in China’ que seguramente no vayas a utilizar mucho.
Las especificaciones del teléfono son muy notables en comparación a su coste (puedes importarlo desde China a día de hoy por menos de 120 euros). Tiene una pantalla IPS de 4,7 pulgadas con 1280 x 720 píxeles de resolución con protección Gorilla Glass 2. Destaca mucho el brillo del teléfono y la calidad de los colores que muestra en pantalla. Además puedes configurarla a tu gusto ya que MIUI ofrece la posibilidad de controlar el brillo y diferentes ajustes de temperatura y saturación de color.
Un aspecto que muchos valorarán a la hora de hacerse con este teléfono es su procesador. Xiaomi ha dicho adiós a los chips de MediaTek para instalar en el Redmi 1S un Qualcomm Snapdragon 400. El modelo MSM8228 quad-core a 1,6 GHz le da estabilidad y rendimiento, con lo que te olvidarás de los problemas clásicos que se han detectado en otros procesadores. Por lo demás, el teléfono cuenta con 1GB de memoria RAM y 8GB de almacenamiento interno, ampliables con tarjetas microSD de hasta 32GB.
Otro punto a su favor es su cámara de fotos. El sensor de la cámara exterior es de 8 megapíxeles y está fabricado por Sony, lo que se nota en términos de calidad y en el funcionamiento del autofocus. Tiene un flash led con potencia suficiente para iluminar una habitación a oscuras y, además, es capaz de grabar vídeo a 1080p y 30fps. En la parte frontal cuenta con otra cámara de 1,3MP. No es nada del otro mundo, pero suficiente para usarla en videollamadas y sacar algún que otro selfie con buenas condiciones de luz.
Rendimiento y prestaciones
No hay que olvidar que estamos ante un terminal de gama media por lo que no podemos pedirle a este teléfono que rinda como los terminales de referencia de las grandes compañías. El rendimiento en general es bueno con la mayoría de aplicaciones, aunque hemos notado alguna ralentización cuando tenemos varias aplicaciones ejecutándose a la vez. Sí que hemos notado un rendimiento algo pobre a la hora de optimizar la memoria RAM. Aunque MIUI incluye una utilidad para vaciar la memoria RAM y mejorar el rendimiento, hemos comprobado como en ocasiones llega a saturarse con un par de consecuencias negativas. La primera es un exceso de calentamiento del teléfono y la otra pequeños episodios de lag que pueden llegar a ser algo frustrantes con algunas aplicaciones. A pesar de todo, es un problema que debería solucionarse con próximas actualizaciones del software del teléfono (no ha habido ninguna oficial por parte de Xiaomi desde el pasado mes de mayo). En términos de benchmarks, hemos obtenido con AnTuTu 19914 puntos. No hemos sido capaces de llegar más alto, a pesar de que las pruebas oficiales de Xiaomi lo situaban por encima de los 21.000 puntos.
Los 200 mAh de su batería cumplen de una manera correcta. El teléfono aguanta sin problemas todo el día con un uso moderado, aunque es verdad que el consumo con el terminal inactivo podría pulirse un poco más.
Por lo demás, el resto de sus componentes funcionan sin ningún problema. El GPS (aunque la primera vez tardó algo más de lo normal en localizar los satélites) funciona con total precisión y también su bluetooth 4.0 y su conexión WiFi. Quizá el sonido que saca a través del altavoz y los auriculares podría ser un poco más alto pero no es problema ni mucho menos grave.
Consideraciones finales
A día de hoy es imposible conseguir un teléfono con un rendimiento como el del Xiaomi Redmi 1S por el precio tan competitivo que ofrece este terminal chino. Es verdad que su firmware debería ajustarse un poco más para evitar problemas de lag y saturación de la RAM pero es más que probable que una futura actualización de firmware (oficial o no) pula del todo el funcionamiento.