El Mobile World Congress 2014 resumido en dos claves: wearable y de gama media
Un año más, el Mobile World Congress no ha dejado cuatro días de intensa actualidad alrededor de la telefonía móvil. De vuelta ya a casa, con toda la vorágine volviendo a un ritmo más habitual, es hora de reflexionar cúales han sido las claves, quienes han salido reforzados y quien ha perdido una oportunidad.
Podríamos haber hecho este resumen ayer, pero hemos querido estar fuera ya de la vorágine del congreso para hacer una valoración de lo que hemos visto este año en el Mobile World Congress 2014 que ayer cerraba sus puertas hasta el año que viene. Han sido, de nuevo, cuatro días intensos, llenos de anuncios, nuevos terminales, nuevas tecnologías … pero este año la sensación que ha quedado es que lo que menos importaban eran los smartphones y, sobre todo, los de gama alta.
Si repasamos las listas de lanzamientos, está claro que este año han ocurrido dos cosas, los fabricantes han traído y presumido mucho más de su gama media que de la gama alta. Este foco en terminales como el Huawei Ascend G6 o el Sony Xperia M2 nos deja una pista de cómo el mercado ya está maduro y, sobre todo, cúales son los terminales que dan dinero de verdad a las empresas, en los que de verdad hay margen, y los que sólo son imagen.
Gama alta de trámite, gama media lo verdaderamente interesante
Quizás la prueba ha sido Samsung, quien pese a que siguen los rumores de que prepara un modelo más completo de su nuevo Galaxy S5, la realidad es que lo que ha presentado en el MWC 2014 es un terminal mejor que su Galaxy S4 pero que ha dejado a muchos con ganas de más, sobre todo de un diseño que se desmarcará mucho más del estilo y materiales de su antecesor, quien por otra parte ha perdido el favor del jurado de los premios del Congreso que tras premiar el S2 y el S3 como los mejores de sus años respectivo, ha elegido el HTC One como el mejor smartphone de 2013.
Y es que Samsung, pese a presentar un gran terminal es que, aparentemente, sale menos reforzado de este evento. Quizás la posición de líder pesa y se espera que siempre presente una revolución al frente de su gama alta y en esta ocasión muchas de las expectativas se han visto defraudadas. Sin embargo el que le va a la zaga, Sony, con el Xperia Z2 no ha presentado sino una evolución, con ciertas mejoras, de su anterior modelo, repitiendo bastantes características, y no ha recibido tantas críticas por ello.
En este aspecto, el tercero en discordia, LG, si bien destaca con su LG G Pro 2, este ya se había presentado y se puede decir que no trajo nada realmente nuevo en el MWC 2014 a parte de, de nuevo, un gama media en su LG F70, y del LG G3 seguimos sin saber nada. Eso sí, su LG G2 mini fue la sensación, como comentamos cuando lo tuvimos en las manos, y uno que dará mucho más que hablar que muchos gama alta esta año.
Y es que volvemos al primer argumento, el MWC 2014 ha sido el evento en el que menos han pesado los grandes terminales. Hemos visto una pléyade de teléfonos entre 200 y 400 euros de altas prestaciones, confirmando que la situación económica del usuario no está para gastarse 700 euros en un teléfono o bueno, mejor dicho, sólo hay una marca, si la de la manzana mordida que como siempre obvió el evento barcelonés, que es capaz de que año tras año, sus fieles usuarios se gasten ese dineral en su nuevo modelo. El resto, pese a todo, están a merced no sólo de las ofertas de los operadores, cada vez más escasas, y sobre todo afectados por la guerra de precios iniciada por marcas como Oppo, Xiaomi y demás.
La verdadera sensación del 2014, los wearables
Pero si hubiera que poner un nombre al MWC 2014, sin duda, sería «wearable«. Si decimos que la gama media será lo que dirija la demanda y las ventas en 2014, el mercado de los relojes, pulseras y demás accesorios que llevaremos para medir y «conectarnos» al teléfono móvil marcará la diferencia.
Prueba de ello es que casi todas las marcas han presentado su propuesta en forma de los nuevos Gear Fir y Gear 2/Neo, Huawei Talkband B1, Sony SmartBand, etc. Otros como LG ya habían lanzado su LifeBand en el CES 2014 y el resto, como HTC, ZTE y hasta Motorola han manifestado que no tardarán mucho en presentar su propia propuesta de reloj inteligente. Sony, quien fue de los primeros con un smartwatch, ya prepara sus gafas para un mercado en el que de momento sólo están las Google Glass, con honrosas excepciones como las Epson Moverio.
Quizás Nokia es la única que todavía no se ha manifestado en este sentido, a parte del «llavero inteligente» que enseñaba el primer día. Parece mucho más centrada en recuperar su posición en la gama de entrada y en los países emergentes, donde siempre ha mandado con holgura, pero que perdía con su generación Asha y quiere recuperar con sus Nokia X y XL que llevan su particular visión de Android a medio camino de Windows Phone y a unos precios de derribo en torno a los 100 euros.
Puede que no hayamos mencionado nada de los tablets, antaño los grandes protagonistas junto a los smartphones, pero como estos, las miradas se han puesto también en modelos de gama media, con precios rondando los 300 euros y acabados tan exquisitos como el del MediaPad X1 de Huawei.
Las marcas chinas, grandes ausentes
Por último, otra de las grandes ausencias, o quizás no ausencia pero si falta del protagonismo que se le atribuía antes del evento, han sido las marcas asiáticas como Xiaomi, Oppo y similares. Esperábamos tener por la feria noticias de sus nuevos lanzamientos como el Xiaomi Mi4 o el Oppo Find 7, pero la realidad es que parece que estas empresas, como muchas otras – por ejemplo HTC -, prefieren tener sus eventos propios en los que no tengan que compartir protagonismo con el resto.
En definitiva, si el MWC 2014 es el reflejo de lo que tendremos este año en el mercado ¿qué podremos esperar? Pues un
año que parece de transición, donde la innovación en los terminales móviles parece estancada, en comparación a lo dinámico que habían sido los últimos años, con una gama media, tanto en teléfonos como tablets, muy potente llena de terminales que por su precio y prestaciones hacen que nos pensemos dos veces el por qué gastarnos más dinero pero, sobre todo, un año en el que en diciembre, todo amante de la tecnología llevará en la muñeca algo que puede ser más inteligente que uno mismo.