Con la creciente popularidad de los denominados phablet, Sony se atrevió a lanzar al mercado una apuesta de lo más radical, el Sony Xperia Z Ultra. Este terminal se caracteriza por su alto rendimiento, pero ante todo por su impactante tamaño. Su pantalla de 6.44 pulgadas domina a lo largo y ancho de la finísima carcasa de cristal. En los próximos párrafos intentaremos describir con la mayor precisión posible cuál es la experiencia de usuario que es capaz de ofrecer este vigoroso «teléfono».
La siguiente prueba a fondo tiene por objetivo extraer el mayor número las virtudes y defectos del Sony Xperia Z Ultra. Aunque son muchos los puntos a analizar, gran parte de las opiniones que os expondremos se centrarán en los pros y contras a la hora de contar con una pantalla de semejantes proporciones.
Abrimos la caja
Llega el momento más emocionante, la primera toma de contacto visual con el equipo. Si no estás familiarizado con phablets de semejante tamaño, estáte seguro que el frontal del terminal acostado sobre el compartimento de su caja no te dejará indiferente. Es más, en un primer momento te preguntarás a ti mismo si ese capricho tan caro que te has permitido a regañadientes de tu círculo cercano habrá sido una mayúscula equivocación. ¿Cabrá en el bolsillo del pantalón? Lo cierto es que las proporciones del Sony Xperia Z Ultra son considerables y hasta que no compruebes por ti mismo que es posible transportarlo con cierta comodidad no tendrás la tranquilidad como para disfrutar del potencial que esconde debajo de esa brillante carcasa.
Diseño y tamaño
Una vez en la mano y superadas las dudas de cómo te las apañarás para portarlo allá donde vayas, llega la impresión que causa su híper delgado perfil. Hablamos de tan solo 6.5 milímetros, una de las medidas más compactas del mercado en un dispositivo de este calibre. De hecho, el contraste entre la anchura y la altura respecto al grosor hacen de la estética del Sony Xperia Z Ultra un extra añadido. Y es que no solo las dimensiones impactan a primera vista. A este respecto debemos remarcar la llamativa y elegante estética del conjunto. Aunque las líneas son heredadas del concepto de diseño Omnibalance que ya ofreciese el Sony Xperia Z, la placer visual que causa la carcasa de cristal del Z Ultra es mayor si cabe. No obstante, es preciso detallar que, a pesar de tratarse de cristal endurecido (DragonTrail) es fácil que la parte trasera se raye con facilidad. Si queremos preservar la belleza del conjunto se hace necesario la compra de vinilos con acabado en fibra de carbono diseñados específicamente para el modelo. Por contra, la aparente fragilidad de la carcasa frente a torsiones y dobleces es tan solo eso, aparente, ya que en ningún momento los bordes realizados en aluminio ceden a la presión.
De todos modos, cada detalle está cuidado al máximo, tanto de cara a la estética como en el plano funcional. Tal es el caso del botón Power, situado en la parte derecha. Su prominente parte metálica permite desbloquear la pantalla de inicio con sencillez ya que su tacto y localización son ideas muy acertadas. Lo mismo sucede con los botones de volumen, accesibles sin dificultad en el mismo lateral. Otro de los factores que podemos considerar es el peso. Tal vez sea un factor psicológico, pero una vez asumida la «extensión» de la carcasa, el teléfono no causa la sensación de pesadez aun cuando el fabricante anuncia 212 gramos.
Tal vez sea la anchura de la carcasa (92 milímetros) el factor físico que más dificultades nos plantee en el uso diario del phablet, aunque una vez más el fino perfil es un atenuante. Este diseño te obligará a utilizar en la mayoría de ocasiones las dos manos para interaccionar con la pantalla. No obstante, para alguien con una mano de tamaño estándar tan solo será necesario la ayuda de la otra mano para alcanzar la zona alta del display, ya sea para acceder a iconos o desplegar la barra de notificaciones del sistema. De otro modo, sorprende que con ciertos movimientos y giros de muñeca será suficiente para desplazarnos a lo ancho de la parte inferior de la pantalla que, por norma general, es la zona en la que solemos concentrar la mayor parte de accesos directos e iconos de las aplicaciones y herramientas más usadas.
En lo que respecta a la altura del terminal, ésta puede originarnos algún problema a la hora de introducir el móvil en el bolso de unos vaqueros. Dependiendo de la profundidad del mismo, puede darse el caso de que uno de los bordes asome por la costura. Lo cierto es que es en este punto donde Sony debería haber optimizado aun más las dimensiones de su phablet. Aún así este rasgo del Sony Xperia Z Ultra tiene su parte positiva. Y es que estas zonas inferior y superior nos sirven de asideras cuando utilizamos el phablet en posición horizontal, especialmente a la hora de navegar y reproducir vídeos, sin tocar accidentalmente el display con los dedos.
Pantalla
Como es de esperar, la pantalla es uno de los elementos más importantes del equipo. Una vez tenemos la oportunidad de interaccionar con el sistema y comprobamos la experiencia de uso que es capaz de proporcionar, los inconvenientes que presenta el desmesurado tamaño de la carcasa se ven totalmente compensados de inmediato.
Las 6.44 pulgadas nos permiten disfrutar a pleno rendimiento. El simple hecho de desplazarnos por las pantallas de inicio y el menú del sistema ya nos avanza lo que nos espera. Esta superficie se vuelve un espacio de trabajo al que uno se acostumbra rápidamente. La navegación web se convierte en una experiencia diferente, menos frustrante que en otros dispositivos con los que echamos en falta ese extra de «pantalla». Ya sea en apaisado o en vertical, podremos movernos con soltura y leer el texto sin necesidad de realizar zoom. En el plano funcional debemos destacar la rapidez con la que se produce la rotación de pantalla, prácticamente instantánea. Lo mismo sucede con el gesto pintch zoom y scroll, movimientos que denotan la gran fluidez del sistema. Hasta en las páginas más recargadas de contenidos multimedia podemos movernos por la web sin sensación de «lag» o retardo. Fluidez total en todo momento.
Lo mismo sucede con la sensibilidad del panel táctil, que a la mínima cercanía de la yema del dedo el LCD interpreta rápidamente la señal. Este es uno de los motivos por los que es posible utilizar como stylus hasta un bolígrafo. No obstante, la última actualización recibida por el sistema aumenta de tal manera la sensibilidad que podemos tener problemas por exceso de la misma. De hecho, a la mínima gota de agua que caiga sobre la pantalla o la propia humedad que se pueda producir en, por ejemplo, el cuarto de baño con la ducha, el digitalizador puede producir falsas interpretaciones. Este efecto se aprecia en mayor medida al utilizar el teclado que, dicho sea de paso, no ha sido todo lo cómodo que quisiésemos. Y es que la posición de la barra espaciadora y el signo de puntuación se disponen en una zona en la que es fácil pulsar las dos teclas a la vez con lo que ello conlleva. Si bien es un fallo que se solventaría con una adaptación a esta peculiaridad, hemos optado por otras alternativas como SwiftKey. Entre otros motivos, la capacidad para configurar dicho teclado para ser utilizado con los pulgares en modo apaisado ha sido clave para tomar la decisión. Y es que escribir en la pantalla del Sony Xperia Z Ultra en horizontal puede ser un ejercicio de contorsionista para los dedos.
Otro de los defectos del display es la visibilidad en exteriores. Aún con el nivel de brillo al máximo en ocasiones se hace complicado ver las imágenes y el texto en pantalla. No obstante, éste es un mal que puede hacerse extensible a un buen número de smartphones. De los analizados hasta el momento tan solo los paneles Super Clear LCD parecen mitigar este efecto. Respecto a la reproducción de la gama de colores, la tecnología TRILUMINOS entra en acción aunque para el común de los mortales será una característica que pase inadvertida ya que es necesario comparar resultados in situ con otras alternativas como los paneles OLED, entre otros. En este caso sí que se aprecia una paleta de colores más real, con colores menos apagados de los que pueden ofrecer otros display LCD.
Multimedia
La reproducción de vídeos es otro de los puntos fuertes del terminal. La pantalla con motor BRAVIA Reality Display permite visualizar videoclips, series y películas como nunca. Una vez más las dimensiones de la pantalla logran sacarnos una sonrisa. Se trata de una experiencia visual que difícilmente encontraremos en un smartphone. A pesar de no ser un panel OLED, el display ofrece unos tonos negros muy profundos. En cuanto a los tonos blancos, la reproducción del color es muy brillante, tanto como el nivel de brillo general de la pantalla. Y es que aunque ajustemos el control del brillo en automático, la configuración del equipo ofrece unos niveles por encima de lo normal.
Audio
Si la parte multimedia destaca por la imponente imagen que proporciona la pantalla, no menos sucede con el sonido, aunque debemos diferenciar dos partes. La primera se corresponde con la reproducción del audio a través del altavoz externo. En este punto el Sony Xperia Z Ultra deja mucho que desear ya que se aleja de soluciones como el sistema BoomSound de HTC. De hecho, en algunas ocasiones hemos detectado cómo las notificaciones de ciertas aplicaciones producían distorsión a máximo volumen.
La otra cara de la moneda es cuando conectamos unos auriculares a través de la salida jack de 3.5 milímetros. A pesar de no poder confirmar si el equipo dispone del mismo chip de audio Qualcomm WCD9320 con soporte para sonido de 24 bits y 192 KHz, hemos podido comprobar que la calidad del audio es notable. Los ajustes y ecualizaciones que ofrece la sección de preferencias en este apartado nos permiten configurar gran variedad de perfiles de sonido. Una de las opciones disponibles, Clear Bass, nos ha sido especialmente útil con algunos de los auriculares probados. Nos referimos a productos como los de Beats Audio, configurados específicamente para resaltar los graves. Con esta opción es posible reducir la percusión para equilibrar el resto de frecuencias. En este punto, con los auriculares adecuados es posible apreciar con precisión los matices de las frecuencias altas, los agudos. Asimismo la potencia de salida es incluso suficiente para soportar auriculares circumaurales que en gran parte de los casos requieren una fuente de amplificación para ofrecer un nivel de volumen aceptable. De hecho, con auriculares de botón, in-ear, se hace difícil soportar el máximo volumen y no precisamente porque se produzca distorsión.
En cuanto a las sesiones de streaming de música a través de la conexión Bluetooth no hemos encontrado ningún aspecto reprochable. La sincronización con el manos libres del coche se produce en torno a los 15 segundos, sin problemas de reconocimiento después de llevar a cabo el proceso de configuración. Posteriormente, la reproducción no experimenta sobresaltos ni desconexiones fortuitas. La calidad del audio y la potencia de salida, una vez más, cumple holgadamente a pesar de la conexión inalámbrica.
También hemos tenido ocasión de comprobar la calidad del sonido en las llamadas, tanto en modo manos libres (Bluetooth) como a través del propio teléfono. Las llamadas siempre han sido satisfactorias, sin que la persona al otro lado de la línea nos pida que repitamos frases. Tal vez en este punto debamos destacar que los problemas que podamos encontrar sea por la recepción de la señal, no tan potente como en otros equipos.
Cámara
Nuestro compañero Iván Martín ya puso de manifiesto los resultados fotográficos del phablet en la primera prueba general que realizamos. Lo cierto es que esperábamos un mayor rendimiento del sensor Sony Exmor RS. Los ocho megapíxeles no son determinantes, pero sí la capacidad para capturar imágenes en ambientes con baja iluminación. Y es que el sensor retroiluminado, a pesar de los modos preconfigurados, no es capaz de comprimir una imagen sin la presencia de ruido. La carencia de un flash LED empeora los resultados. Desconocemos qué ha llevado a la marca a no incluirlo. Tal vez haya sido un problema de espacio interno. No obstante, las fotos resultantes en exteriores cumplen en modo automático (modo automático superior). De un modo u otro nos da la impresión que la cámara no ha sido una prioridad a la hora de desarrollar el equipo. Lo cierto es que para los aficionados a la fotografía la firma ya dispone de un modelo más acertado como es el Sony Xperia Z1. El Sony Xperia Z Ultra creemos que tiene otra finalidad.
Prestaciones puras
Hemos hablado de la comodidad que supone utilizar la pantalla para tareas tan habituales como la navegación web. Ahora llega el punto en el que describir la rapidez con la que se pueden realizar gracias al hardware disponible.
Si no has tenido la oportunidad de utilizar otros terminales con procesador Qualcomm Snapdragon 800, ya sea un Nexus 5 o LG G2, al probar por primera vez el Sony Xperia Z Ultra simplemente alucinarás. La fluidez del sistema es envidiable. La respuesta ante cualquier exigencia, contundente. Con el simple hecho de ejecutar una aplicación comprobaremos la rápida reacción del conjunto. La app se ejecuta de inmediato, sin retardo alguno. Con todas y cada una de las funciones del sistema se experimenta la misma sensación: rapidez. La conjunción de procesador, memoria RAM (2 GB) y multitarea es la ecuación perfecta para lograr una experiencia de usuario impresionante. Y es que saltar de una aplicación a otra es tan sencillo como pulsar el botón táctil derecho integrado en la propia interfaz del sistema y seleccionar la ventana correspondiente a la otra aplicación que queremos ejecutar de nuevo.
Esta es una de las razones por las que el phablet es tan productivo e incita a realizar todo tipo de actividades desde éste sin tan siquiera echar en falta el PC. Todo va como la seda, sin sobresaltos. Podemos decir que en este apartado el Sony Xperia Z Ultra es todo un ejemplo de la filosofía de Android como sistema. Y es que la gestión de los recursos es 100% acertada. La optimización del software realizada por Sony nos parece encomiable, del mismo modo que la interfaz gráfica personalizada utilizada no es nada intrusiva con el sistema. Ofrece un look diferente, pero sin mermar el rendimiento. En realidad es el ejemplo casi perfecto de cómo un fabricante puede distinguirse sin perjudicar la experiencia de usuario nativa del sistema. Decimos «casi perfecto» porque el sistema también presenta sus fallos. A lo largo de la prueba hemos experimentado ciertas congelaciones (bloqueos del sistema). No han sido habituales, pero sí molestas en los momentos en los que se producían. Normalmente el error era transitorio y en cuestión de unos 15 segundos todo volvía a la normalidad.
Como información complementaria hemos de indicar que la versión del sistema operativo utilizada ha sido Android 4.2.2 Jelly Bean, firmware que en nuestro modelo de pruebas no ha sido actualizado con Android 4.3. El terminal no era capaz de detectar nuevas actualizaciones a pesar de su disponibilidad. Una lástima ya que nos quedamos con la duda de si ésta logrará solucionar algunos de los errores anteriormente descritos y el resto de mejoras que pudiese incluir la actualización.
Autonomía
Batería de 3.000 mAh para una pantalla de 6.44 pulgadas. A priori esta asociación no parecía la más idónea. ¿Capacidad insuficiente? No del todo tras analizar las estadísticas recogida durante las últimas semanas.
Para afrontar este punto, antes tenemos que detallar el uso que hemos dado al Sony Xperia Z Ultra, ya que esta parte determinará en gran medida los tiempos de autonomía. Nuestro día a día ha sido de lo más completo. Llamadas de voz, conexión manos libres por Bluetooth, navegación web, YouTube, redes sociales, correo electrónico, reproducción de música, Google Maps…Además, no hemos desconectado en ningún momento la conectividad 3G/4G, WiFi ni GPS.
Con este patrón hemos logrado superar jornadas reales de más de 24 horas, un día completo sin necesidad de conectar el cargador. Lo cierto es que el Sony Xperia Z Ultra proporciona la seguridad de que podremos utilizar el equipo a lo largo del día, evitando la posibilidad de quedarnos incomunicados. Tan solo el uso del GPS de forma intensiva puede acabar con la vida de la batería en unas seis horas.
En cifras, GSam Batery Monitor nos indica que la media de la autonomía durante más de dos semanas ha sido de 26 horas y media, de las cuales nueve horas han sido de actividad y el resto en standby. En cuanto a la pantalla, con el brillo a las tres cuartas partes del nivel máximo, ha permanecido una media de 2 horas y 48 minutos encendida por cada ciclo completo de carga. La jornada en la que mejor registro conseguimos fueron 3 horas y 43 minutos. Los datos han sido obtenidos en su mayor parte con el modo STAMINA activo, aunque la diferencia entre tenerlo y no tenerlo en funcionamiento ha sido de unas cuantas horas por ciclo de carga. En cualquier caso es una solución viable previa configuración de las notificaciones de las apps que deseamos tener activas en todo momento. Y es que este modo de ahorro energético se basa principalmente en la gestión de la conectividad inalámbrica dependiendo de las zonas geográficas y las apps con acceso a Internet. Respecto a este último punto debemos decir que proporcionamos permiso a las aplicaciones de mensajería y correo para que éstas tuviesen acceso al servicio push.
Por tanto, podemos considerar que el Sony Xperia Z Ultra se encuentra en un punto intermedio. No es el equipo con mayor autonomía, pero si tenemos en cuenta el gasto energético que requiere una pantalla de 6.44 pulgadas y la capacidad de la batería resulta un dispositivo eficiente.
Conclusión final
El Sony Xperia Z Ultra es un equipo potente, muy potente, capaz de ofrecer una experiencia de uso exclusiva y satisfactoria. La multitarea y la fluidez del sistema en todo momento son puntos destacados. El tamaño de la pantalla es perfecto para navegar por Internet y reproducir vídeos. Si eres capaz de sostener el phablet de forma cómoda es el aliado perfecto para relajarte viendo tu serie preferida antes de ir a la cama. De hecho, durante la prueba nos hemos olvidado totalmente de otros dispositivos como el iPad Mini que, a priori, serían más cómodos para ciertas tareas. Resaltamos que a lo largo de un mes no hemos tenido la necesidad de recurrir al tablet ya que el Xperia Z Ultra proporciona la experiencia de uso más cercana a la de un tablet. No obstante, los pros que proporciona el tamaño de la pantalla contrastan con el único y gran inconveniente que presenta las dimensiones de la carcasa cuando estamos fuera de casa. En nuestro caso hemos comprobado que el phablet «cabe» a duras penas en gran parte de los pantalones, aunque en otros resultaba incómodo sentarse en una silla, sofá, asiento del coche… En estos casos hemos salido del paso guardando el equipo en el bolsillo de la cazadora. La pregunta que se nos plantea entonces es, ¿qué puede ocurrir en verano, con prendas mucho más ligeras y sin el comodín de la cazadora? Tan solo aquellos que primen por encima de todo la experiencia de uso del phablet podrán compensar el lastre del tamaño, excesivo a todas luces.
Por tanto, podemos afirmar que el Sony Xperia Z Ultra está diseñado para un perfil de usuarios muy concreto, entre los que incluimos a los profesionales que requieran herramientas como las que es capaz de proporcionar este Sony. Tras la vivencia, creemos que las seis pulgadas se colocan como el límite de lo razonable por lo que habrá que seguir de cerca si el Sony Xperia T2 Ultra y afines logran solventar el inconveniente del tamaño que presenta el Z Ultra.