China Labor Watch, la organización que ya denunciase la violación de los derechos laborales de los trabajadores de Pegatron o Foxconn, vuelve a recordarnos que en el país asiático siguen vulnerándose los derechos de los trabajadores. Sin embargo, en esta ocasión los afectados han sido los de la planta de Jabil Circuits, socio de Apple menos conocido con fábricas en China. La lista de infracciones es larga. Os las detallamos a continuación.
Gran parte de los fabricantes de productos electrónicos que operan en China están bajo la lupa por las condiciones laborales a las que someten a sus empleados. Apple es uno de los más «presionados» por la popularidad de su marca y productos. De hecho son conocidos los numerosos problemas que se han dado a conocer en las plantas de Foxconn, instalaciones en las que incluso se han producido numerosos suicidios por las precarias y exigentes condiciones laborales.
Sin embargo, no solo los fabricantes asiáticos incumplen los protocolos establecidos. China Labor Watch ha destapado que Jabil Circuit, otro de los socios menos conocidos de Apple, tampoco respeta los derechos de su plantilla de trabajadores. Lo más destacado es que Jabil Circuits, aunque opera en diferentes zonas geográficas, incluida China, es una empresa estadounidense con sede en San Petersburgo, Florida.
Los hechos habrían sido detectados y motivados por la fabricación en masa del iPhone 5C. El gran volumen de pedidos que se espera del equipo habría motivado que los fabricantes acumulen durante las próximas semanas millones y millones de unidades para hacer frente a la fuerte demanda tras su presentación. Esta situación habría sido el detonante para que Jabil someta a sus trabajadores a largas jornadas laborales, entre otras tantas exigencias inhumanas. Cabe señalar que esta compañía estaría encargada principalmente de suministrar al resto de fabricantes la carcasa del nuevo modelo.
Entre la lista de vulneraciones se encontraría las interminables jornadas de más de 11 horas diarias, de pie. Los trabajadores tan solo se detendrían media hora para comer. De hecho, en la ficha de los trabajadores figuraría una hora menos todos los días con el fin de encubrir a los organismos reguladores tal cantidad de horas extra. Incluso estas horas, supuestamente voluntarias, se convierten en «obligatorias». Asimismo China Labor Watch denuncia que los asalariados de Jabil acumulan hasta 110 horas extra al mes, tres veces más de lo permitido por la ley, de las cuales gran parte no se les retribuye económicamente y las que sí lo son se hace por menos de lo que debería. El estudio realizado estima que la compañía adeudaría millones de dólares a la plantilla que aún no ha cobrado y no se espera que lo haga.
La violación de los derechos de los empleados de Jabil es más extensa aún ya que se les somete a un proceso de aprendizaje insuficiente hasta el punto que los examinadores proporcionan las respuestas a los test realizados para su selección. A la hora de aplicar los conocimientos en materia de seguridad, muchos de los trabajadores vulneran las medidas de seguridad ante el desconocimiento. Igualmente ha trascendido que la contratación de las personas es sometida a una criba discriminatoria por edad y sexo. Puedes consultar otras tantas «tretas» a través del informe elaborado por China labor Watch desde este enlace.