Los últimos avances de Nokia y Sony en el campo de la fotografía digital aplicada en los smartphones fueron los sensores retroiluminados de las cámaras de los Nokia Lumia 920 y Sony Xperia Z. Sin embargo, HTC ha dado una vuelta de tuerca más e impulsa el sector con su HTC One y la cámara UltraPixel. Conoce todos sus entresijos, características y por qué es el modelo con mejor cámara del mercado.
HTC ha echado el resto con el HTC One, un terminal que ha puesto a prueba el departamento de investigación de la firma. Y es que el modelo no solo puede presumir de la tecnología aplicada en su carcasa, pantalla, procesador y resto de elementos, sino que uno de los puntos más renovados ha sido la cámara del terminal.
¿Por qué? Primero porque HTC ha sido valiente al romper la herramienta de marketing que suponía el número de megapíxeles. Hasta ahora, un amplio porcentaje de usuarios cree que una cámara es tanto mejor cuanto mayor es el número de megapíxeles. No necesariamente, y mucho menos en el segmento de los smartphones, donde la miniaturización de los componentes es básica para innovar. Y es que los elementos de una cámara no son compatibles con esta tendencia.
De ahí que HTC haya optado por dar soluciones a este problema, priorizando la creación de un sensor de gran tamaño y, además, que quepa en el cuerpo de un smartphone sin rasgos antiestéticos (joroba en la parte trasera). La respuesta de los taiwaneses ha sido UltraPixel, un concepto que engloba una serie de técnicas para mejorar la calidad de una fotografía.
Sensor y píxel
El primer punto que debemos explicar es la naturaleza del sensor y por qué son tan importantes algunas de sus características. HTC ha incluido en su modelo de referencia un sensor que tiene un tamaño de 1/3”. Lo cierto es que otros modelos como el Nokia Lumia 920 y Xperia Z cuentan con el mismo, aunque la diferencia estriba en el tamaño de cada píxel. Para incluir los 8.7 y 13 megapíxeles del Nokia y Sony en la misma superficie implica “compactarlos”. Esto deriva en píxeles de 1.2 y 1.4 micrómetros. Sin embargo, el HTC One, al disponer de menos megapíxeles (4), le permite que el tamaño de éstos sea mayor, de 2 micrómetros. Esta propiedad física potencia la mejor captación de la luz, lo cual al final va a favorecer la creación de imágenes más nítidas, naturales y con un color más fidedigno. Esta capacidad de absorción de la luz es lo que facilita al sensor recoger hasta un 300% más de luz respecto a otros sensores retroiluminados. Esto, traducido en el mundo de la fotografía, significa imágenes más claras en ambientes de poca luminosidad, tal y como podemos ver en la foto que hemos tomado con el HTC One. (tamaño original al picar sobre ésta)
Apertura
No todo está basado en el captor, sino que el nivel de detalle de una foto también viene determinado por la apertura del diafragma. En este caso, el HTC One lidera el ranking junto al Nokia Lumia 920 con un valor máximo de f/2.0. A modo comparativo debemos mencionar que el iPhone 5 establece esta cifra en f/2.4 y el Samsung Galaxy S3 en f/2.6. Por tanto, cuanto menor es esta numeración quiere decir que la cámara deja pasar una mayor cantidad de luz, que será recogida posteriormente por el propio sensor.
Estabilizador y chip ImageCHIP 2
HTC no solo ha creado un sensor “ultrasensible”, sino que lo ha combinado con las técnicas más avanzadas de la fotografía digital. El HTC One viene equipado con una óptica de 28 milímetros que incluye un estabilizador de imagen óptico de doble eje. La función de éste es la de corregir los movimientos a los que sometemos al grupo óptico en el mismo instante en el que disparamos. El simple hecho de pulsar el botón que acciona el mecanismo de captura desestabiliza el equipo, por inapreciable que parezca.
En este punto también entra en acción el chip especializado de HTC (ImageChip 2) que con su procesado permite tomar hasta 8 fotografías por segundo y, además, tomar la primera con una rapidez medida en dos milésimas de segundo. Con esto conseguimos adelantar el disparo al movimiento del teléfono, evitando distorsiones por una larga exposición. Además, el estabilizador neutraliza la vibración final mediante un sistema mecánico que compensa la posición de la lente acorde al movimiento del terminal.