Durante la presentación del HTC One en Londres hemos podido usarlo y por ello os contamos las primeras impresiones. Un móvil que ha reinventado a HTC. Como suena. Un modelo que verdaderamente puede potenciar y dar valor HTC como marca dentro del mercado de gran consumo de la misma forma y nivel que lo hicieron para su el iPhone 5 y el Galaxy S3 para sus respectivas marcas.
El HTC One no es un producto más en la historia de la firma, creemos que puede jugar en la liga de los grande, donde la potencia aspiracional vale más que las prestaciones. Dicho esto es justo afirmar que el HTC One tiene cierto ADN de la firma, sobre todo la parte trasera, pero por lo demás no se parece en nada a lo que se había hecho hasta ahora. Es verdaderamente nuevo, bonito y preimum.
Nada que ver con la impresión que daban esas primeras fotos de prensa filtrada incluso nos atreveríamos decir que las oficinales. Insistimos mucho aquí ya que en la gama alta, el aspecto, la prestancia y a final de cuentas el diseño son el inicio insalvable de cualquier opción de éxito. Haciendo un símil futbolístico, y de verdad que no es una cursilada, la firma ha pasado de tener sus “Messi” a crear un “Beckham”.
Ergonomía inteligente
Una vez que tienes en las manos el HTC One compruebas que es delgado y sobre todo muy bien terminado. Vale, hasta ahí lo esperabas, los datos de sus dimensiones están ahí. Pero la sensación cuando se tiene en las manos es todavía mejor. ¿Por qué?, pues porque se le ha aplicado un leve rebaje en los laterales que ayuda mucho a tener esa sensación de mayor delgadez. Es un detalle, que modelos de la competencia también ha usado en algunos terminales de gama alta y que da un resultado e impresión impagable para el usuario, con fenomenales consecuencias comerciales.
Mejor mirar detrás
Si nos vamos a la parte trasera hay que dejar algo claro: A los usuarios de hoy les gusta que es esa zona esté bien terminada y al contrario que en años pasados, un cliente puede no comprar un móvil de gama alta, si su tapa no gusta por diseño y materiales. Dicho esto hay que ser serios y reconocer que la firma se ha pegado una pasada de primera. La calidad de terminación es exquisita, el tacto y feeling que tienes es de calidad extrema. Insistimos a base de ser pesados, más que las prestaciones que todos sabemos las que son, el principal diferencial del HTC One sobre los anteriores de la firma es su diseño, ahora sí podemos hablar de un producto verdaderamente aspiracional. Quizá sea una regla de mercado injusta, donde modelo anteriores de la firma de tremendo nivel prestacional, no han obtenido el reconocimiento que merecen por el mero hecho de no tener un “look” como decimos aspiracional, pero el mercado y sus tendencias no tiene amigos y como diría Sinatra esa es la música que ahora debe tocar la orquesta.
La diferencia del corte
Si volvemos a la parte delantera decir que los rebajes laterales de la parte superior e inferior, con un leve corte plateado en el borde la dan un aspecto inmejorable. Son pequeño detalles que marcan la diferencia entre un móvil más y otro que pretende ser especial como es el caso del HTC One. Si ese móvil no tuviera esos recortes sería infinitamente más común. En cuanto a la pantalla Super LCD 3, poco se puede decir salvo que su luminosidad y brillo parecen muy buenos. Es verdad que hay que ponerla al lado de una AMOLED o de una Retina pare ver cuál sería mejor, pero no cabe duda de que cumple con lo que se espera en un modelo de este porte y que estamos hablando de panel de grandísima calidad.
Para todo
Entre los detalles del HTC One que nos han gustado está la integración del infrarrojos en el botón de encendido un detalle que además tiene su miga técnica para hacer esa doble función del botón y que todo funcione a la perfección. Por lo demás decir que es un modelo monoblock, es decir no podemos quitar su batería de 2300 mAh, que nos parece tiene una buena capacidad para las dimensiones de pantalla (un Galaxy S3 tiene 2000 mAh con 4,7 pulgadas) y potencia de procesador, el Qualcomm Snapdragon 600.
En cuanto a la microSIM usa el mismo sistema ya visto en iPhone y Nokia Lumia, que siempre requiere de un objetivo punzante, que vendrá en el pack de compra. En el manejo la nueva interfaz Sense nos parece que deja obsoleta a todo lo que tenía la firma hasta ahora. Además de funcionar a una velocidad endiablada gracias al procesador que tiene el HTC One, bajo nuestro punto de vista, lo mejor de lo mejor del momento.
En breve publicaremos una prueba real del HTC One donde la cámara y demás temas técnicos serán analizados a fondo, pero no queríamos transmitiros esas sensaciones no técnicas que de verdad creemos que pueden marcar la diferencia de este móvil para con lo que hay en el mercado. Dicho esto está cantado que los próximos modelos de la competencia que están en camino tienen el listón muy alto…